CRIMINALIZACIÓN

Prohibir a trapitos y limpiavidrios, un viejo anhelo de Macri que podría lograr Larreta

Desde por lo menos el año 2010, el PRO intentó sancionar la prohibición de los cuidacoches. Cuando avanzó una medida para regularizar su situación, Macri la vetó.



La discusión no es nueva. De hecho, lleva más de una década en la Legislatura porteña. Desde por lo menos el año 2010, el PRO intentó sancionar la prohibición de los cuidacoches. Cuando avanzó una medida para regularizar su situación el actual presidente y entonces jefe de Gobierno, Mauricio Macri, la vetó. Ahora, más allá de las modificaciones al resistido proyecto de reforma del Código Contravencional, uno de los objetivos sigue siendo claros: prohibir a trapitos y limpiavidrios en la Ciudad.

En la historia de la larga discusión sobre los cuidacoches en territorio porteño, hace siete años la oposición consiguió que se aprobara por 31 votos contra 29 una ley que creaba un registro e implicaba que el Gobierno de la Ciudad debía censarlos, otorgarles un permiso legal para un horario y un lugar determinados, y controlarlos. La normativa implicaba que la autorización podía ser revocada si se cometía algún delito o contravención. Aquel proyecto fue votado por el Frente para la Victoria, Proyecto Sur, la UCR, la Coalición Cívica y Nuevo Encuentro. Pero Macri lo vetó.

En 2014, en tanto, un proyecto de Roberto Quattromano y Cristian Ritondo que criminalizaba a cuidacoches y limpiavidrios avanzó en la Legislatura. El kirchnerismo volvió ese año a proponer un registro, mientras que el MST apuntaba desde otra iniciativa a las responsabilidades de la autoridad pública de darle una solución a personas que no tienen otro medio de subsistencia, por un lado, y de perseguir a las mafias por el otro. 

Ahora, con el proyecto que impulsa el oficialismo porteño, el fin es claro: “No queremos regular a los trapitos y a los limpiavidrios, nuestra propuesta en prohibir la actividad”. Así lo definió Daniel Presti, presidente de la Comisión de Justicia y diputado de Vamos Juntos, en agosto pasado. “La Policía tiene que proceder conforme al Código Contravencional que va a ser la prohibición de la actividad, el personal policial deberá actuar de oficio ante la presencia de personas efectuando este tipo de actividad irregular”, agregó.

Si el macrismo logra aplacar a los lilitos que podrían no votar el nuevo código –o si en su defecto consigue los votos necesarios entre otros aliados- el próximo jueves en la Legislatura se aprobará aquel viejo anhelo de Macri, a instancias de su sucesor como mandamás porteño.

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