BALANCE 2016

Un año de Larreta

A salvo en los conflictos nacionales, Larreta logró superar su primer año sin sobresaltos, salvo las muertes en Costa Salguero. La urbanización de las villas fue su principal promesa. La cuestión de los piquetes, el principal obstáculo que tiene en su carrera política.

Werner Pertot
Solía ser el corazón de la gestión de Mauricio Macri, un lugar que ahora ocupa a nivel nacional Marcos Peña con sus dos coordinadores. Horacio Rodríguez Larreta quedó a cargo del bastión del PRO cuando logró superar por un escaso margen a Martín Lousteau el año pasado. Su primer año muestra mayormente una continuidad de las políticas del PRO, con la excepción de la promesa de que, esta vez sí, se urbanizarán todas las villas porteñas. La tragedia de Costa Salguero lo golpeó temprano, pero no tuvo consecuencias institucionales de magnitud. La mayoría de los conflictos porteños, de hecho, quedaron tapados por la agenda nacional. No obstante, ese paraguas ahora se le podría volver en contra a partir de que Macri le empezó a exigir que reprima a los que corten calles. Larreta se resistió todo lo que pudo: no quiere que su carrera política se trunque.

Cuando ganó el año pasado, todos suponíamos que era la continuidad de la continuidad. Gabriela Michetti había planteado una campaña en la que, en resumidas cuentas, hablaba del modelo PRO con más derechos sociales. Era la opción menos confiable para Macri, que jugó a fondo por Larreta y consiguió que ganara las internas y se impusiera en el ballotage. No obstante, Larreta empezó a mostrar a partir de mediados de este año que buscará un perfil para diferenciarse de lo que fueron los años de su antecesor en la Ciudad.

Todos suponíamos que era la continuidad de la continuidad, pero Larreta empezó a mostrar que buscará un perfil para diferenciarse de los años de Macri en la Ciudad. La principal estrategia es la promesa de que urbanizará todas las villas.



En ese sentido, la principal estrategia es la promesa de que urbanizará todas las villas. Larreta hizo anuncios para la 31 (a la que originalmente el PRO quería erradicar) y para la 20, entre otras. Falta ver si habrá un plan general para el resto (la 1-11-14, que tiene una ley para su urbanización, brilla por su ausencia). Para más detalles, les recomiendo el informe especial sobre este tema de Nueva Ciudad, recién salido del horno). La oposición porteña advierte que los proyectos que lanzaron hasta ahora están ligados a negocios inmobiliarios.

Larreta, además, recibió una serie de transferencias del Gobierno nacional como nunca antes había ocurrido en la historia de la Ciudad. La primera fue la de la Federal, con sus fondos, que se convertirá a partir de enero en la Policía de la Ciudad. También recibió el traspaso de la Justicia (pispeen, de paso, el informe especial sobre eso), del juego (justo hay otro informe) y de los dispositivos penales juveniles (fíjense esta investigación).

Con la muerte de cinco chicos en la Time Warp de Costa Salguero, quedaron expuestas las relaciones del negocio de la noche con el macrismo, así como el manejod de las concesiones de la Ciudad.


 
En otras cuestiones, el jefe de Gobierno siguió la línea histórica del PRO: esto ocurrió con la criminalización de los manteros (en especial, de los senegaleses) y de los cuidacoches, así como la histórica decisión del macrismo de ignorar los reclamos de los inquilinos y dejar en el olvido a los hotelados, que viven con subsidios del Gobierno porteño en hoteles en condiciones infrahumanas.

Quizás la principal crisis del Gobierno porteño fue cuando murieron cinco chicos en Time Warp en el Complejo Costa Salguero, cuya relación con el PRO es estrecha. Allí quedaron expuestas las relaciones del negocio de la noche con el macrismo, así como el manejo de las concesiones de la Ciudad como la de Costa Salguero, que pagan cánones irrisorios. Larreta, no obstante, consiguió maniobrar para convertir la discusión en un problema de adicciones y prometió cambios en el sistema de concesiones, que todavía los estamos esperando. También es un problema pendiente para el jefe de Gobierno las fallas de la inscripción on line y la falta de vacantes para los chicos que quieren ingresar a las escuelas públicas.
 
En términos electorales, Larreta tendrá que gobernar con una amenaza latente, que es Martín Lousteau, siempre dispuesto a jugarle por afuera. En una reciente entrevista, el jefe de Gobierno confirmó que no habrá internas, dado que no existe Cambiemos porteño, y que el PRO irá con candidatos propios. Ahora le toca mover al embajador en Estados Unidos.

En el Ministerio de Seguridad confirman que comenzarán a desalojar las manifestaciones. Larreta empieza a caminar la delgada línea a la que se exponen los gobernantes que reprimen.



Por último, la Policía de la Ciudad presenta un escenario complejo para Larreta. El ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, mantuvo una interna durante todo 2016 con Patricia Bullrich para evitarle a su jefe ser el que reprima las manifestaciones. No obstante, el asedio de los grandes medios (en especial, de Clarín) para que se ocupe de terminar con los piquetes fue constante, sobre todo, en los últimos meses. También lo cuestionaron por la toma de la comisaría de Flores y la seguridad ciudadana.

Macri le dio el toque de gracia en la semana que pasó, cuando dijo: “El epicentro de los piquetes es en la Ciudad de Buenos Aires y lo he hablado con el jefe de Gobierno electo por los vecinos, y le he dicho que, realmente, en el 2017 los ciudadanos argentinos esperan un comportamiento distinto de su Gobierno de la Ciudad en términos de poner algún límite a lo que está pasando y a lo que pasó especialmente en diciembre”. En el ministerio de Seguridad ya confirman que comenzarán a desalojar las manifestaciones a partir de hoy. No se tratará de aplicar el protocolo de Bullrich, sino de buscar primero atacar los cortes más pequeños e ir escalando, sin que se desmadre la represión (si eso es posible). Larreta empieza a caminar la delgada línea a la que se exponen los gobernantes que reprimen: un muerto podría costarle la carrera política y ya sabemos cómo es la policía cuando se le da vía libre para repartir tiros y garrotazos.

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