FÚTBOL FEMENINO (Y FEMINISTA)

Quedaron afuera, pero igual ganaron: la selección de las pibas será recibida a lo grande

“Que sientan nuestro apoyo porque nunca estuvieron solas”, reza la convocatoria a recibir a la selección argentina de fútbol femenino en Ezeiza, tras su histórico paso por el Mundial de Francia 2019, que marcó un antes y un después.



“Se termino el mundial para nosotras. Pero con la cabeza en alto es el comienzo de un gran cambio, un antes y un después”, escribió en su cuenta de Twitter la jugadora marplatense Milagros Menéndez, autora de uno de los goles que dejó la selección argentina de fútbol femenino en su histórico paso por el Mundial de Francia 2019. El pase de ronda no se pudo, pero la recorrida es de todos modos triunfal: mercado de pases abierto, visibilización a lo grande, legado para las pibas de generaciones siguientes con ganas de salir a la cancha y más. Por todo eso, quienes alentaron al seleccionado convocan a recibir a las futbolistas a lo grande.



La cita será en el Aeropuerto de Ezeiza, este sábado a las 6 de la mañana. “Que sientan nuestro apoyo porque nunca estuvieron solas”, reza la convocatoria que circula por estas horas. La selección femenina de fútbol estuvo a un paso de pasar de ronda en el Mundial, tras un resultado histórico: remontando un partido que estaba tres a cero abajo para convertirlo en un empate, ante Escocia. Antes, habían empatado con Japón y perdido con Inglaterra, por solo un gol.

Según consignó Nemesia Hijós, desde París, para Página 12, Argentina es el primer equipo en la historia de la FIFA que logra remontar una desventaja de tres goles e igualar un partido. Pero no todo es cuestión de resultados. El paso por Francia visibilizó el camino y la lucha de la selección local, que disputó su tercer mundial pero estuvo dos años sin entrenar e inició un paro en septiembre de 2017 por la falta de condiciones y el poco acompañamiento de la AFA. Fue luego del tercer puesto en la Copa América 2018 en Chile y el histórico partido por el repechaje contra Panamá en noviembre que la lucha de las jugadoras cobró visibilidad.

En ese contexto se dio el caso de Maca Sánchez –la ex jugadora de UAI Urquiza que demandó al club para considerarse una trabajadora–, quien marcó camino y se convirtió en la primera jugadora profesional en Argentina, al firmar para San Lorenzo. A partir de eso, la AFA anunció la profesionalización del fútbol femenino en el país.



A partir del paso por Francia, se abrió el mercado de pases para las futbolistas locales.  La delantera Belén Potassa, que jugó su segunda Copa del Mundo, fue anunciada como la nueva incorporación del Albacete Balompié de España. Cabe señalar que la mayoría de las seleccionadas no vive del fútbol: depende de otro empleo para subsistir. Algo que diferencia al equipo argentino del de otros países, y vuelve aún más meritorio el desempeño de las albicelestes.

El furor por el fútbol femenino (y feminista) en Argentina y el pase por Francia también se traduce en novedades literarias como el libro de cuentos escritos por futbolistas, Pelota de Papel 3; ¡Qué Jugadora!, de Ayelén Pujol (autora de muchas de las crónicas que llegaron a medios locales desde Francia) y Guerreras. Fútbol, mujeres y poder, de la arquera y socióloga Gabriela Garton-.

Otro cambio, menos visible pero seguramente más emblemático, se da en las generaciones siguientes. Cada vez más nenas de corta edad con ganas de jugar al fútbol, y cada vez más familias dispuestas a abrirles el camino. Algo que también potenció el pase de la selección argentina por el Mundial de Francia, como resaltó la periodista deportiva Natalia Maderna: “¿A mí sola me están llegando mensajes de seres desconocidxs y de amigxs preguntando dónde pueden llevar a jugar al fútbol a sus hijas? ¿Se dan cuenta porqué es fundamental la difusión y la visibilización del fútbol femenino en nuestro país?”, se preguntó.



En este marco, perdieron sentido los planteos de que “el fútbol femenino no le interesa a nadie”. Con récords de rating y de presencia en los estadios, los partidos de Francia 2019 promediaron las 20 mil entradas vendidas. En el Parque de los Príncipes de París, el inaugural tuvo 45.261 asistentes. Para ver a Argentina en su último partido hubo más de 28 mil personas. Y esto recién comienza.

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