LEGISLATURA

El GCBA intentó alzar la bandera feminista y le respondieron: “No en nuestro nombre”

La gestión de Larreta presentó distintas iniciativas teñidas de la cuestión de género, como propuestas “en beneficio de las mujeres”. Desde la oposición, referentes feministas advirtieron que “es una muestra más de cinismo de este gobierno”.



A lo largo del año, ante distintas iniciativas, el Gobierno de la Ciudad eligió el mismo argumento: “Es en beneficio de las mujeres”. Su intento por alzar la bandera feminista, en un contexto de fuerte crecimiento de ese movimiento en el país, se dio especialmente en relación a la modificación del Código Contravencional y en el Plan de Modernización de Taxis. Pero la respuesta que recibió el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta por parte de voces feministas fue: “No en nuestro nombre”.

El proyecto de modificación del Código Contravencional que se votó semanas atrás en la Legislatura fue presentado desde el oficialismo como el primer código con perspectiva de género, algo cuestionado y repudiado desde la oposición y distintos sectores del movimiento feminista. “No en nuestro nombre” es el lema que resume la crítica contra las respuestas punitivistas como supuesta solución al acoso y situaciones de riesgo que sufren las mujeres en la calle.

“Este código implica una verdadera manipulación”, consideró por entonces el legislador del FIT Gabriel Solano, en relación a la violencia de género. “Es un error pretender superar la violencia de género dándole capacidad represiva al Estado. Está claro que la política criminal de este código apunta en un sentido de represión y de montar en la ciudad de Buenos Aires un Estado policial”, advirtió. Y remató: “Cuando estemos en la calle contra la violencia de género, ustedes nos van a meter una contravención”.

En el mismo sentido se pronunció la legisladora del FIT Myriam Bregman: “No sienten nada de lo que sentimos nosotras. No en nuestro nombre (…) Algunas de nosotras luchamos por terminan con este sistema capitalista que amplifica el patriarcado -porque se va a caer, lo vamos a tirar-. ¿Y saben lo que pasa cuando salimos a la calle? Nos aplican el Código Contravencional. Cuando las mujeres salimos a la calle nos persiguen. No queremos que voten en nuestro nombre este código”.

“Es una muestra más de cinismo de este gobierno cuando se presenta como el primer código con perspectiva de género. Esta modificación lo único que busca es la regulación del espacio público y está direccionada a los cuerpos más vulnerables: mujeres, trans, cuerpos disidentes y sector de menos recursos”, señaló la legisladora de Unidad Ciudadana Andrea Conde.

“Desde el movimiento feminista no vamos a permitir que en nuestro nombre se avance con un paradigma punitivista para dar respuesta a la inseguridad. ¿Por qué no nos preguntan a nosotras qué necesitamos para sentirnos seguras en la calle?”, lanzó Conde. Desde el Bloque Peronista, su par María Rosa Muiños también cuestionó que “se plantea como norma protectora de los derechos de la mujer. Pero otorgarle mayores facultades discrecionales a la Policía de la Ciudad refuerza su punitivismo. No es un código con perspectiva de género”.

En el caso del Plan de Modernización de Taxis, anunciado en agosto, el secretario de Transporte de la Ciudad, Juan José Méndez, lo presentó diciendo que “lo más importante es el fomento de la incorporación de mujeres”. Sin embargo, el objetivo central de esa iniciativa se enmarcaba en la batalla contra Uber, a través de la obligatoriedad del uso de aplicaciones móviles y la alternativa de pago con tarjetas de crédito y débito en todos los vehículos negri-amarillos.

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