MEDIO AMBIENTE

Extrajeron un ombú en el Bajo porteño que se podría haber salvado

Estaba frente al Ministerio de Defensa en el Bajo porteño. Desde el Gobierno porteño dicen que estaba muy deteriorado por la acción de un hongo, los vecinos, en cambio, afirman que se podría haber salvado.


El viernes pasado, el ombú que durante décadas coronó la Plaza de las Armas frente al Ministerio de Defensa, fue retirado después de haber sido podado la semana anterior. Quedó el cantero vacío, que se asimila con un cráter, y las vallas amarillas tiradas.
 
Desde el Gobierno de la Ciudad explican que la extracción se debió a que un hongo había calado hondo, hasta dejar 60 centímetros de raíces podridas. “Se había consumido toda la estructura interior”, afirman a Clarín desde la Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal de la Ciudad.
 
Según el Gobierno porteño, el árbol era irrecuperable: “Se le hizo una poda profunda y un tratamiento con agroquímicos para tratar de salvarlo, pero ya estaba muy deteriorado”. Los detalles están en el informe elaborado tras la poda del viernes 14 y publicado el lunes 17 como anexo en el Boletín Oficial de la Ciudad. Allí se indica que “el agente patógeno es un hongo identificado como Fusarium el cual habita en el suelo, se caracteriza por causar marchitamiento vascular, podredumbre radicular, podredumbre del pie y del tallo”.
 
Vecinos y miembros de organizaciones ambientalistas no están de acuerdo con el Gobierno porteño, sostienen que era mucho lo que podría haberse hecho antes de extirpar. Y advierten que la colocación de baldosas en torno al árbol hace dos años ayudó a que el árbol enfermara.
 
En el informe oficial se puede leer que: “Las condiciones del sitio en el que está ubicado el ombú (la plantera no permite la filtración del agua, la oxigenación del suelo es baja) favorecieron la presencia y el ataque del patógeno”.
 
Esa plantera fue montada tras la puesta en valor de la plaza para su inclusión en el Parque del Bajo, inaugurado en mayo de 2019. Hasta ese momento, el ombú formaba parte de los jardines de ese espacio, pero durante las obras terminó separado del resto de los árboles, restringido a un cantero en medio de las baldosas.
 
“Lo que destaca el informe es que la plantera no permite la filtración del agua, porque se cementó todo alrededor del árbol. Entonces no hay tierra que absorba y hay más humedad. Puede concluirse que es el resultado de una muy mala intervención, es negligencia”, acusan desde la agrupación Casco Histórico Protege, cuyos miembros pidieron un nuevo diagnóstico oficial.
 
En la misma plaza cuatro tipas fueron podadas o, como dicen los vecinos, “mutiladas”. Mientras tanto, en toda la Ciudad hay apenas 6,09 metros cuadrados de verde por habitante, muy lejos de los 10 mínimos que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
 
 
 
 


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