EDUCACIÓN

Larreta volvió a mentir sobre la falta de vacantes y pasó por alto la constitución porteña

El Artículo 24 de la Constitución de la Ciudad dice que el Estado local debe asegurar la educación pública desde los 45 días. Pero Larreta insistió con que la obligación es sólo desde los cuatro años y afirmó que “hay vacantes para todos”. Según las familias organizadas, faltan 22 mil.



La Constitución de la Ciudad lo dice claramente en su artículo 24: “La Ciudad asume la responsabilidad indelegable de asegurar y financiar la educación pública, estatal laica y gratuita en todos los niveles y modalidades, a partir de los cuarenta y cinco días de vida”. Sin embargo el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, parece haber pasado por alto ese dato. En un encuentro con vecinos y vecinas, ante reclamos por la falta de vacantes, sostuvo que la obligación del Estado es garantizar educación pública recién desde los cuatro años.

“De cuatro para arriba, no en maternal, es la educación obligatoria en la Argentina, según la ley”, dijo el mandamás porteño, ante las críticas de vecinos y vecinas de Balvanera. Lo cierto es que así lo plantea la Constitución nacional, pero no la porteña, que lo garantiza desde los 45 días hasta el nivel superior. Así se lo señaló al jefe de Gobierno uno de los presentes. Ante lo cual Larreta sólo respondió: “Pido que no interrumpan”.



La versión del mandatario porteño siguió: “Hoy hay vacantes para todos. Más del 80% consiguen la vacante en una de las dos primeras que piden”. Así lo afirmó Larreta, pese a que se estima que hay 22 mil vacantes en falta en la Ciudad, especialmente en el nivel inicial.

En el mismo encuentro, ante el reclamo por la situación del jardín de infantes del Hospital Ramos Mejía, Larreta aseguró que está citada para el 20 de enero la mesa de diálogo que tratará el caso de esa escuela infantil (la 6 del Distrito Escolar 6). Es uno de los jardines que el Gobierno de la Ciudad intentó cerrar, defendido a costa de lucha de toda una comunidad educativa. Ahora, la gestión de Soledad Acuña pretende mudarlo a la Manzana 66, incumpliendo la promesa realizada a los vecinos de esa zona de que allí se abriría un jardín a nuevo con cientos de vacantes disponibles (y no uno trasladado, con las vacantes ya ocupadas).


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