CRISIS ECONÓMICA

Cierra Arte y Cultura, un espacio que fue cuna de grandes bailarines argentinos

La Asociación Arte y Cultura del barrio de Almagro cierra sus puertas después de 30 años. De ahí surgieron grandes bailarines argentinos.


Debido a la crisis económica que atraviesa el país, espacios como Arte y Cultura se ven forzados a cerrar porque ya no pueden hacer frente a los gastos. “El contador fue claro en su indicación: para resolver las finanzas había que aumentar las cuotas al doble”, cuenta el presidente de esta asociación civil sin fines de lucro, Juan Lavanga a La Nación.
 
"¿Cuál es el sentido de Arte y Cultura?, ¿qué beca podría otorgar así la institución? ¿Y cómo estaría cumpliendo con la premisa de que la enseñanza de la danza sea accesible para los argentinos? A mí no me parece honesto continuar de otro modo y no puedo incumplir cosas que han sido sagradas", reflexiona Lavanga. Arte y Cultura se convirtió en 30 años en cuna de grandes bailarines argentinos -muchos de los cuales triunfan en el mundo-, además de haber sido una incubadora de proyectos y compañías de ballet que nutrieron y nutren la escena artística del país.
 
Los objetivos de este espacio, enunciados en el estatuto de su creación, en 1989, eran: organizar actividades pedagógicas económicamente accesibles, fomentar el arte de la danza en sus diversas manifestaciones, auspiciar eventos, otorgar becas, organizar concursos. De continuar en la situación actual, que cierren los números significaría que desaparezca esa misión. Por eso, Lavanga explica que seguirá solo con las tareas de producción y organización de espectáculos desde el escritorio de su casa, ya que la sede actual de Arte y Cultura, ubicado en Guardia Vieja 3783, dejará de abrir el 1 de julio.
 
"No se puede mantener toda esa estructura sin actualizar los valores. El estudio nunca buscó ganancia, sino que se mantuviera solo, y funcionaba de la mañana a la noche", dice Lavanga. Sostener el pago de un alquiler y el aumento de los servicios e impuestos desarticularon la economía de este y otros espacios parecidos. 
 
"Arte y Cultura fue gran parte de mi comienzo en la danza. Muchos de los bailarines de hoy se han visto beneficiados de una forma u otra por su larga dedicación. Yo me incluyo. Cuando uno piensa que con el paso del tiempo habría más arte, de pronto se genera un vacío. Espero que en un futuro muy cercano se vuelvan a crear espacios para la danza, ya que el arte y la cultura es lo que representa a un país", expresa el bailarín Herman Cornejo desde Nueva York.
 
"Comencé a dar clases de danza en el estudio cuando fue inaugurado en su primitiva sede de Talcahuano 214. Durante mi colaboración, tuve el placer de contribuir en la formación de bailarines que hoy ostentan un lugar privilegiado en el mundo de la danza, constituyendo de esta manera, como brillantes exponentes argentinos, un motivo de orgullo para el arte de nuestro país. Tengo solamente muy gratos recuerdos y deseo agradecer con mucha efusión y cariño a Juan Lavanga por la oportunidad que en su momento me brindó", dice Katty Gallo.
 
Muchas veces fue complemento de la formación en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, Arte y Cultura impulsó la carrera de Karina Olmedo, Silvina Perillo, Miriam Coelho, Dalmiro Astesiano, Nadia Muzyca, Eliana Figueroa, Julieta Paul, entre muchos otros que decidieron desarrollar su carrera en la Argentina.
 
Primera bailarina recientemente retirada del Ballet Estable del Colón, Karina Olmedo cuenta que iba a comenzar a dar clases en el estudio cuando se enteró de la decisión. "Fue un dolor y una angustia grande, porque yo crecí con Arte y Cultura. A mis 18 años participé del primer concurso latinoamericano, en el que gané una beca para ir a estudiar con Rosella Hightower. Ese estudio tiene una gran historia. Por mi parte, seguiré ensayando hasta el último día: cada vez que me cambio en esos camarines siento ahora un poco de nostalgia".
 
“Con una pena muy grande, cierro una etapa. Hay algo de tarea cumplida. En estos 30 años no siento que haya quedado nada pendiente. Se hizo. Ayudamos cuando veíamos una compañía que precisaba un impulso o cuando alguien necesitó que estuviéramos ahí. Hay una misión de solidaridad también, porque cuando las cosas te van bien hay que hacerlas”, concluye Lavanga.


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