EDUCACIÓN

La odisea de almorzar en la escuela: pocas raciones, becas demoradas y menús de $110 diarios

La implementación del sistema de inscripción online para las becas de comedores escolares porteños se tradujo en mayor burocratización y menor acceso a ese derecho para nenes y nenas de jardines y primarias de la Ciudad.



Ocurrió tal como se temía. La digitalización del proceso de tramitación de becas en los comedores escolares porteños se tradujo en mayor burocratización y menor acceso a ese derecho para nenes y nenas de jardines y primarias de la Ciudad. Raciones insuficientes en las escuelas, becas demoradas y hasta empresas tercerizadas que pretenden cobrar $110 por día a cada estudiante.

“A partir del 16/10/18 y para tramitar para el año próximo la solicitud para la beca del refrigerio lo debe tramitar en forma online cada familia (…) Luego deberán sacar en la misma página un turno para acercarse a la sede del JIN con toda la documentación para validar los datos”. El cartel apareció el año pasado en algunas escuelas, y luego se generalizó. Así, el sistema online que tantos reclamos acumuló en materia de vacantes llegó también a los comedores.

A tres semanas del inicio del ciclo lectivo 2019, se suman las quejas por demoras en el otorgamiento de becas, en una trama burocrática que incluye a Gobierno porteño, empresas tercerizadas y escuelas. Y, por supuesto, a las familias que exigen que la educación pública garantice sin obstáculos la alimentación en horario escolar.

La demora en la aprobación de becas implica que algunas empresas cobran directamente los almuerzos a las familias, a través de las escuelas. La firma Enrique Tavolaro SRL, por caso, pide $110 por día por estudiante. Así ocurre por ejemplo en la escuela N°17 DE 10 “Dr. Juan Balestra”, en Belgrano. “Es un colegio de jornada completa estatal, donde al mediodía tienen un servicio de comedor generalmente becado. Las becas a veces se retrasan y las terminan aprobando en abril, más o menos, pero los chicos que hacen el trámite por lo general se las suelen dar. Este año arrancaron ayer las clases y nos encontramos con un cartel de que hay que pagar el comedor hasta tanto avisen si está la beca o no. Son $110 por día por alumno, muchísimo para la mayoría de las familias. Y les dijeron que si sale la beca la semana que viene, devuelven el importe, pero si sale en abril, no. O sea que mientras eso se demore las familias tienen que pagar sí o sí, porque tampoco aceptan que se les envíe vianda”, contó el papá de una nena que asiste a esa institución.

En otros casos, como una escuela primaria de la Villa 20, apareció un cartel que indignó a la comunicada educativa. “Familias: quien no realice el trámite de la beca de comedor no podrá almorzar en la escuela”, se lee. “Cuando uno intenta que se entiendan los efectos negativos que implica la gestión online para acceder a derechos básicos como son comer en una escuela o una vacante escolar, está intentando evitar llegar a esta degradación. Y claro uno se pregunta qué tiene en la cabeza un directivo que permite este cartel en una escuela primaria de Villa 20 a una semana del inicio de clases con la realidad económica actual y con pleno conocimiento de que el sistema online es excluyente y que la mayoría de la población de este lugar no tiene conocimientos ni recursos tecnológico y por supuesto que lo que sí necesita es almorzar”, escribió una referente de la zona, difundiendo la problemática.

En la Escuela N° 12 DE 7, “Facundo Zuviría”, en tanto, la cooperadora está denunciando que las raciones que envía el Gobierno de la Ciudad no alcanzan para todos los chicos y chicas. “El GCBA se maneja con números del año pasado y a pesar de que tiene los datos por la inscripción online y de que hubo un crecimiento de matrícula fuerte, están mandando 257 raciones y necesitamos como piso 330”, alertó la presidenta de la cooperadora en diálogo con la prensa. “Hasta ahora el Ministerio lo único que hizo es que los chicos que no hayan pedido beca tienen que ir a la casa o llevar vianda pero no pueden almorzar en la escuela. Lo consideramos inadmisible”, planteó la mujer. Y contó que la comida enviada por el Ministerio se está distribuyendo para que coman todos, pero eso implica porciones más pequeñas.

Desde el colectivo La Vacante es un Derecho, que milita por el acceso a la educación pública desde los 45 días como indica la Constitución porteña, señalaron en diálogo con Nueva Ciudad, con respecto a la problemática de los comedores, que “hay situaciones de familias donde hay violencia institucional, donde se vulneran los derechos, desde el punto en el que cambia el mecanismo que antes era presencial y ahora es online, cuando antes se hacía directamente en la escuela con la directora. Esta avanzada del Ministerio en complejizar los accesos es lo que más nos preocupa”.

Por su parte Patricia Pines, referente del colectivo Vacantes Para Todxs en las Escuelas Públicas, planteó: “No todas las familias cuentan con los recursos para realizar la inscripción online y el plato de comida no puede depender de si ‘funciona o está caído el sistema’. Vamos a organizarnos, conducciones, cooperadoras y comunidades de todas las escuelas públicas para reclamar de conjunto que la inscripción a comedor y vianda sea en la escuela como lo fue toda la vida. No naturalizaremos la posibilidad de que haya pibxs que se queden sin comer”.

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