ABORTO LEGAL

Insultos, amenazas sexuales y persecuciones: las agresiones a mujeres con pañuelo verde que relevó Amnistía Internacional

“El Estado debe arbitrar todos los medios a su alcance para garantizar el derecho a la libertad de expresión y acción de las defensoras de derechos sexuales y reproductivos sin que ello suponga un riesgo permanente para su integridad personal”, advirtió Amnistía. Los casos.



No fueron casos aislados. Las agresiones a mujeres que lucían su pañuelo verde en defensa del aborto legal, seguro y gratuito se volvieron sistemáticas en el marco del debate por la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en Argentina. Un informe de Amnistía Internacional relevó situaciones de violencia en distintos puntos del país, que se intensificaron cuando el proyecto obtuvo media sanción en Diputados. Insultos, amenazas sexuales, imposición de valores religiosos, violencia institucional, persecuciones y ataques en las redes sociales fueron las distintas manifestaciones a las portadoras de pañuelos verdes, en un año signado por el avance de las luchas feministas.

En el informe “Pañuelos verdes, Relatos de la violencia durante el debate por la legalización de la interrupción legal del embarazo” la organización da cuenta de diversos testimonios y casos de violencia. “El pañuelo verde es un símbolo mundial por el aborto legal, seguro y gratuito; y con ello, también lo es del apoyo a la autonomía, la salud y la vida de las mujeres. Es inaceptable que estemos expuestas a sufrir violencia y agresiones sólo por lo que creemos o pensamos. Desde Amnistía Internacional manifestamos absoluto repudio frente a estos hechos de violencia que vulneran la garantía de derechos sexuales y reproductivos, la libertad de expresión y que resultan inaceptables en una sociedad democrática”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina. 

“El Estado debe arbitrar todos los medios a su alcance para garantizar el derecho a la libertad de expresión y acción de las defensoras de derechos sexuales y reproductivos sin que ello suponga un riesgo permanente para su integridad personal. La obligación internacional del Estado de garantizar los derechos sexuales y reproductivos exige también acciones directas para permitir que quienes defiendan tales derechos puedan hacerlo libre de amenazas, violencia y agresiones”, remarca el informe.

Los casos, las violencias:

Durante la elaboración del informe, la organización contactó a referentes, defensoras y defensores de los derechos humanos, periodistas y militantes para conocer los casos de agresiones por llevar pañuelo verde en todo el país. El relevamiento reflejó que hubo distintos tipos de violencias:

1) Insultos y hostigamiento como formas de violencia: “odia hombres”, “malas madres”, “malas mujeres”, “resentidas”, “molestas”, “te puedo cagar a golpes”, “asesina”, “feminista de mierda”, son algunos de los insultos que operan no sólo como formas de violencia simbólica sino que además contribuyen a generar un ambiente hostil. El informe registra casos de violencia física donde, por ejemplo, a una joven le tajearon la cara con una afeitadora u otro caso donde a una mujer le pegaron una trompada en la nariz.

2) Amenazas sexuales: frases como “Ojalá algún día te violen, asesina” o "Puta, asesina, estás matando bebés. Cerrá el orto y deja de coger, asesina"  revelan rasgos de tono sexual y obsceno. Los  testimonios relevados en el informe relatan las amenazas sexuales recibidas que utilizan al abuso como un arma de sometimiento contra las mujeres.

3) Imposición de valores morales y religiosos como manifestación de violencia: a una mujer que llevaba un pañuelo verde la siguieron varios metros con gritos e insultos tales como “asesina” y le apoyaron una cruz de madera en la espalda, un caso que en su momento fue revelado por Nueva Ciudad. De acuerdo a Amnistía, este acto reproduce el mismo valor simbólico de quienes procuraron imponer durante el debate sus propias convicciones personales por sobre los principios y estándares de derechos humanos. Lo mismo ocurre cuando los insultos escalan a expresiones como “asesina”. Asociar el aborto al asesinato refleja la imposición de una concepción moral y religiosa que considera que un feto es persona, otorgando de esta manera prevalencia a un tipo de creencia específica a otras personas que no las comparten. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha dicho en este sentido que los Estados no pueden imponer una sola idea y pensamiento a todas las personas a través de su sistema penal, y mucho menos criminalizar a quienes disienten con esa noción.

4) Violencia institucional: en diferentes casos la policía o las fuerzas de seguridad presente en situaciones de violencia, han actuado de manera insuficiente o bien ni siquiera han actuado para garantizar la protección a las mujeres agredidas.

5) Violencia en las redes sociales: las redes son un espacio de pluralidad y acceso a la información pero también han sido un espacio para el ataque y las agresiones contra quienes defienden el aborto legal.

6) Persecución y amenazas a organizaciones: instituciones defensoras de derechos sexuales y reproductivos han sido hostigadas y agredidas.

El informe completo:


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