COMUNA 4

Otra vez la Biblioteca Infantil Enrique Banchs en peligro

La Biblioteca Infantil Enrique Banchs del barrio de Parque Patricios, se encuentra en peligro porque el Gobierno porteño la quiere demoler para construir un bar.


Aunque la lucha de los vecinos impidió que el Gobierno de la Ciudad demoliera la Biblioteca Infantil Enrique Banchs de Parque Patricios, se siguió adelante con la construcción de un bar que interfiere con sus actividades. Para este invierno se vació la programación.
 
El inmueble tiene dos ambientes y un patio a su alrededor. Allí hay un pequeño anfiteatro donde los chicos participan de jornadas de lectura al aire libre. La biblioteca es patrimonio del barrio hace casi 90 años. La polémica comenzó en agosto del año pasado cuando los vecinos se notificaron del proceso de licitación mediante la cual, la empresa Ingenor llevaría adelante la construcción de un bar demoliendo parte de la Biblioteca Infantil. Tras recurrir a la Justicia, la magistrada Elena Liberatori ordenó al Gobierno de la Ciudad que se abstuviera de realizar cualquier obra en la superficie cubierta y descubierta que ocupa la biblioteca infantil.
 
Los vecinos y vecinas de Parque Patricios nucleados en el colectivo “Protejamos la Biblioteca Infantil Enrique Banchs”, lograron mantener en pie a la biblioteca a través de un amparo judicial. Ahora, esa misma agrupación denuncia el “vaciamiento de programación y contenidos” en el que el Gobierno porteño sumergió a la Biblioteca Banchs, y advierte sobre las consecuencias del bar, que finalmente será inaugurado este mes.
 
“Cuando comenzó el conflicto el año pasado, el Gobierno quiso hacernos creer que apostaban fuerte acá. Trajeron la carpa itinerante del Teatro San Martín, promovieron charlas con Norma Aleandro y Ana María Picchio que después no concretaron, hablaron de talleres de huerta, de robótica, que brillan por su ausencia. Ahora que lograron construir el bar, volvieron a dejar la biblioteca en el olvido igual que antes de que nos movilizáramos, esperando a que se muera sola”, advierte a Página 12 un numeroso grupo de mujeres del Colectivo de Vecinxs Protejamos la Biblioteca Infantil Enrique Banchs.
 

“Es imposible que este bar no perturbe el funcionamiento de las actividades que organizamos y de la biblioteca misma. Empezando por los ruidos y los olores que van a venir desde el bar. Está separado apenas por una reja del anfiteatro, que es donde hacemos las narraciones al aire libre”, explican las vecinas.
 
Durante 2014 y 2015, la Biblioteca Banchs había permanecido cerrada por una serie de remodelaciones. Un año después, el Gobierno de la Ciudad planeaba derrumbar esas mismas remodelaciones, que habían costado dos millones de pesos, para la instalación del bar. Luego de dos meses en los que no se informaba por qué se cancelaban las visitas semanales de las escuelas y jardines del barrio, y de enterarse de la demolición a través de un Boletín Oficial, los vecinos y vecinas del barrio comenzaron a poblar la biblioteca de actividades culturales durante los fines de semana para visibilizar la situación.
 
Acudieron muchos vecinos del barrio y artistas como el ilustrador Rep, el director teatral Adhemar Bianchi, la Compañías de teatro comunitario Pompapetriyasos y Catalinas Sur y músicos y bandas como Arbolito y Liliana Herrero, sumados a muchos otros artistas que enviaban su apoyo a la única biblioteca pública infantil que posee la zona sur de la Ciudad.
 
Como una pequeña casa dentro del bosque, la Biblioteca Infantil Enrique Banchs, de la que la escritora Laura Devetach fue madrina durante muchos años, ocupa un espacio clave dentro del Parque Patricios. Allí, el Gobierno porteño pretendía instalar el bar luego de que dos proyectos similares en Parque Chacabuco y Palermo fueran cancelados por la movilización de los vecinos. Al no encontrar ninguna respuesta en los Ministerios de Cultura y de Espacio Público, los vecinos y vecinas de Parque Patricios recurrieron a la Justicia para proteger a la Biblioteca Banchs, y el bar fue rediseñado para ocupar todo el terreno que linda con la biblioteca.
 
“Seguían adelante trayendo gente a la obra y nos decían que no iba a pasar nada. Hasta que finalmente en septiembre cerraron la biblioteca una noche y empezaron a embalar los libros. Los chicos tenían que devolverlos a través de las rejas, fue un maltrato tremendo”, recuerdan las mujeres que integran el colectivo. En esa instancia, la situación llegó a la jueza Elena Liberatori, que ordenó frenar las obras de inmediato.
 
“Gracias a la jueza pudimos evitar la demolición. Presentamos los documentos de todos los chicos y chicas que son socios de la biblioteca, y fue un amparo colectivo, porque se estaban vulnerando los derechos de todos esos pibes. Pero como el bar está protegido por la Ley de bares, lo hicieron igual, tapando todo lo que es la biblioteca. Y hoy estamos de nuevo teniendo que exigir que garanticen un programa de actividades y de visitas escolares”, dicen a Página 12 desde el colectivo.
 
“Los funcionarios del Gobierno nos repiten que hay que integrarlo, que podemos dejar a los chicos en la biblioteca e ir a tomar un café. ¡Y es justamente lo contrario! Para nosotras se trata de ir con nuestros hijos e hijas y ayudarlos a elegir un libro, acompañarlos, leerles, es un momento para compartir con ellos, y no les entra eso. Para este Gobierno la lógica es la del pelotero de McDonald´s”, se enfurecen las madres.
 
A pesar de diversas irregularidades, como el incumplimiento en la disposición de que el bar se mantenga a un máximo de 700 metros de otras ofertas gastronómicas, el proyecto fue llevado adelante y la inversión costó 5,8 millones de pesos. La concesión del bar, antes de ser inaugurado, ya estaba entregada a la ONG Cooperadora de Acción Social (COAS), cuya presidenta, Carmen Polledo, es actualmente la vicepresidenta 1° de la Legislatura porteña por el PRO.
 
Una vez que consiguieron que el bar se construyera, volvieron a desmantelar la biblioteca, a invisibilizarla, y no pusieron ninguna programación para este invierno. Queda cada vez más en evidencia la desproporción que hay en la importancia que le dan a la cultura y al consumo”, dicen las mujeres del colectivo, que se mantienen alertas a la espera de lo que suceda luego de la inauguración del bar, y volvieron a montar actividades culturales en la biblioteca durante los fines de semana. “Hoy estamos apoyando un proyecto de ley alternativo para derogar esta Ley de bares y usar el bar que acaban de construir como otro espacio de biblioteca para los jóvenes, que hoy no tienen casi ningún material en la Banchs. Y nosotras tenemos que seguir acá para que no la desmantelen, como guardianas en la biblioteca, para que eso no suceda”, cierran las madres. 

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