EN LOS BARRIOS MÁS HUMILDES

Casi el 10% de los porteños no tiene acceso al agua potable

El 93% de las villas y asentamientos tiene una conexión irregular a la red pública de agua; sólo en el 5% de los casos las familias disponen de una conexión formal.

En la Ciudad, según datos oficiales, existen 14 villas y 211 asentamientos en los que viven unas 275 mil personas, el 9% de los porteños. Estas cifras contrastan con las del Relevamiento de Asentamientos Informales realizado por la organización Techo en 2013, que suma 56 villas y asentamientos informales en los que vivirían 73.325 familias.

De estos números se desprende, además, que el 93% de estos barrios tiene una conexión irregular a la red pública de agua; sólo en el 5% de los casos las familias disponen de una conexión formal, y el 2% de los asentamientos se abastecen a través de un camión cisterna u otros métodos.

Según explicó Marina Morgan, directora del Centro de Investigación Social de Techo, al diario La Nación "se llama conexión irregular cuando los vecinos se enganchan ellos mismos a la red pública de agua corriente más cercana sin recibir una prestación formal del servicio, lo que implicaría que se les dé una factura y una empresa cobre por otorgárselo".

Este informe señala, como algunos de los inconvenientes que trae este tipo de conexión, la poca presión y el hecho de que las mangueras suelen pincharse, lo que provoca su contaminación. La escasa cantidad que llega finalmente a los hogares disminuye aún más en verano, cuando más hace falta, lo que puede derivar en deshidratación y otros problemas de salud e higiene para sus habitantes.

Ante esta situación, que se siente más en los barrios de menos recursos económicos, un grupo de vecinos del Playón de Chacarita realizó presentaciones a Aysa y a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad en 2009. Según indicaron, la jueza respondió a favor de los demandantes y ordenó el abastecimiento de agua, luz y cloacas al barrio. Es así que en 2010, empezaron a llegar los camiones cisterna, y cuatro años más tarde Aysa abrió algunas bocas de agua en la periferia, pero son los vecinos los que realizan las conexiones a los hogares.

Según explicó "el gobierno contrata el servicio, pero no lo controla: nos cansamos de hacer reclamos por incumplimiento a la línea 147, a la Unidad de Gestión e Intervención Social (UGIS) y a la Defensoría", explió Maryluz, una vecina del Playón de Chacarita. "En Navidad o Año Nuevo, los fines de semana o los feriados, puede pasar que el camión no venga. Esos días sin agua son un caos".


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