- Opinion
- 22.09.2025
OPINIÓN
"Prohibido hablar de Gaza en las escuelas", por Werner Pertot
El Gobierno porteño sumarió a un docente por mostrar una bandera de palestina y expresarse en contra de “la masacre de infancias del Estado de Israel”

A continuación, a partir de esta expresión pública, el Gobierno porteño le inició un sumario por “adoctrinamiento”. ¿Cómo lo justificó la ministra de Educación porteña, Mercedes Miguel escribió en su cuenta de X? "Lo que este docente realizó durante un acto en una escuela de la Ciudad es inadmisible. En las escuelas de la Ciudad vamos a cuidar a los niños de todo tipo de adoctrinamiento y manipulación".
El jefe de Gobierno, Jorge Macri, también sintió la necesidad de opinar sobre lo ocurrido. ¿Qué dijo la máxima autoridad de la Ciudad? “Lo que ocurrió en esta escuela es muy grave y el responsable será sancionado con todo el peso de la normativa vigente".
La DAIA emitió un comunicado en el que dice: “En el marco del acto por el Día del Maestro, el docente y militante de extrema izquierda Federico Puy utilizó la ocasión para desplegar una diatriba antisemita y antisionista, exponiendo una bandera palestina frente a la comunidad escolar. Este accionar resulta de suma gravedad, no sólo por distorsionar el sentido principal del evento, sino también por el impacto que generan en los alumnos y familias las palabras, silencios y gestos de un educador. Legitimar la judeofobia abusando de un rol tan sensible como el pedagógico atenta contra los principios básicos de la democracia y de la igualdad”.
Voy a proponer un simple ejercicio a quien lee esta nota. Vuelva al comienzo y lea de nuevo las palabras de Puy. ¿Dónde está la judeofobia? ¿Dónde el antisemitismo? ¿Decir “condeno el asesinato de niños por parte de Israel” es ser antisemita? Flaco favor le hace llamar “antisemitismo” a cualquier crítica a Israel, por una simple razón: ¿qué hacemos cuando nos encontremos con un verdadero acto antisemita? Y estoy dejando de lado la calificación de “militante de extrema izquierda”, porque quiero creer que McCarthy no se inflitró en la DAIA.
No fui el único al que le chocó esta distancia entre las palabras y las cosas: El biólogo Ernesto Resnik escribió un tuit que no fue contestado por la DAIA: ¿Cuál fue la “diatriba antisemita”? ¿Pueden explicar así la gente entiende? Ustedes dicen “exponiendo una bandera palestina”, pero yo no puedo creer que ustedes sean capaces de banalizar un problema tan importante diciendo eso, debe haber más. ¿Pueden explicar? Gracias”.
Y luego vuelve la discusión del “adoctrinamiento”. ¿Alguien puede creer que porque Puy hizo esa manifestación los estudiantes fueron “adoctrinados”? ¿Van a salir de esa escuela futuros integrantes de Hamas? Seamos serios.
Y en términos de adoctrinamiento, ¿qué es peor? ¿La manifestación del docente (con la que la comunidad educativa puede estar de acuerdo o no, estoy seguro que hay de todo)? ¿O el hecho de que los estudiantes vean que esa opinión se censura con –como dijo nada menos que el jefe de Gobierno- “todo el peso de la normativa vigente”.
Quiero sumar a estas reflexiones las del doctor en Educación Daniel Brailovsky en Tiempo Argentino, quien dijo en esta misma línea: “Tras la sanción al maestro (que no durará 40 segundos, sino mucho más) ¿saldrán los niños más o menos sensibles al sufrimiento del pueblo de Gaza? ¿Qué habrán aprendido? ¿Se los habrá educado o adoctrinado con esa experiencia, por cierto más intensa que la de los pocos segundos expuestos a la palabra “Gaza” en el acto?”.
Brailovsky señala que el pensamiento crítico busca, al contrario del adoctrinamiento, la autonomía intelectual del estudiante y que, por lo tanto, el acto de censura y sanción al docente se configura de forma mucho más clara como un hecho de adoctrinamiento sobre toda la comunidad educativa.
Vamos a algo más complejo que una simple intervención de 40 segundos en un acto público. ¿Qué pasa si un docente de geografía de historia decide trabajar en clase el conflicto palestino-israleí en su complejidad histórica? ¿Qué pasa si les da a leer a estudiantes de quinto año Palestina, de Hannah Arendt o las notas de Rodolfo Walsh de los comienzos de Israel? ¿También lo van a sumariar? ¿Estamos entrando en una nueva era de oscurantismo en el sistema escolar? Todavía es tiempo de parar la mano.
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