OPINIÓN

"El festejo de los desalojos", por Werner Pertot

El Gobierno porteño festejó como un cumpleañitos su desalojo número 400, sin explicar qué será la vida de las familias que saca a la calle. La política de la crueldad versión porteña.

Werner Pertot
“Despacito y en silencio se van haciendo los desalojos”, dijo alguna vez Horacio Rodríguez Larreta, quien supo ser por 8 años jefe de Gobierno por la escudería PRO. Eran otros tiempos, en los que el macrismo prefería intentar ocultar que estaba dejando familias en la calle, que no daba soluciones habitacionales y que no tenía un plan ni para las personas que vivían en la calle ni para aquellos que, para no pasar por eso, terminaban ocupando un edificio o una casa. Pero los tiempos cambiaron, llegamos a la era Milei, la crueldad está de moda (y hasta es política de Estado) y en la Ciudad parecen estar queriendo copiar los modos del Gobierno nacional, a ver si con eso no los sacan en 2027. Así que en lugar de “despacito y en silencio” como Larreta, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, festejó en su cuenta de Twitter que ya llegaron al desalojo número 400. Mientras tanto, la cantidad de personas en la calle aumentó un 27 por ciento según datos oficiales. Son unas 4.522, siempre según el relevamiento del Gobierno porteño, porque las organizaciones que trabajan con personas en situación de calle hacen uno propio y les sigue dando muy distinto: 11.890 personas.

La gestión PRO festejó el edificio tomado número 400 en ser desalojado con una frase que recuerda mucho a Milei: "La propiedad privada se respeta", sostuvo. Pero no lo dijo Milei, sino Jorge Macri, a quien le faltó soplar las velas frente un edificio en el barrio de San Telmo que fue desalojado. "Propiedad número 400 devuelta a sus dueños. Hoy recuperamos un edificio tomado en San Telmo. En la Ciudad, la propiedad privada se respeta", fue el tuit completo, que vino, por supuesto, con un video del operativo provincial en el que sacaron a las personas que ocupaban las 14 habitaciones del ex hotel Santa Ana. Vivían allí desde hacía tres años. Ningún dato se dio sobre el destino que tendrán esas personas. “Así como terminamos con cortes, piquetes y acampes para garantizar la libre circulación y combatimos la ocupación del espacio público y la venta ilegal, tenemos la decisión política de terminar con las usurpaciones”, sentenció el jefe de Gobierno.

Del otro lado, se están organizando las familias de edificios desalojados y de otros ocupados que todavía no fueron desalojados. El primer encuentro se dio en torno a la Asamblea de San Telmo, por el desalojo en Defensa 165/169 y dese ahí que vienen tratando de enfrentar y resistir la política actual de más y más desalojos, pero sin ninguna solución, ni un plan habitacional que trabaje en darle soluciones a esas familias. “Mientras hay miles de viviendas vacías ociosas, acceder a un alquiler es cada vez más difícil, familias enteras viven en la calle bajo el asedio del frío y de las fuerzas de seguridad y, en el último tiempo, aumenta la pobreza y también los desalojos”, remarcaron en ese encuentro de la Coordinadora contra los desalojos y por el Derecho a la Vivienda.

Con esta política, no es extraño que el crecimiento de las personas sin techo sea alto incluso en los números oficiales. aumentó un 27% en los últimos 13 meses, de acuerdo con el último relevamiento realizado por el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad (IDECBA) junto al Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño. Saltó de 3560 personas en abril de 2024 a 4.522 personas.

Como ya es costumbre, el número fue cuestionado por las organizaciones que trabajan con la problemática y que dicen que el Gobierno porteño en su censo no llega a medir ni la mitad de las personas que realmente están en la calle. Por eso, desde hace años que hace su propio censo. En el último relevamiento, que recién tiene sus datos preliminares, indicaron que el número se acerca más a 11.980 personas que a cuatro mil quinientas. Ademas, es un 64 por ciento más que lo arrojado por el último censo popular (2019).

La pregunta ante esto es: ¿cuál es el objetivo final de la política de desalojos? ¿Cómo piensan revertir la cantidad de gente, familias incluso, que terminan en la calle? ¿Además de repetir como loros “la propiedad privada se respeta”, piensan tener algún tipo de plan habituacional?

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