OPINIÓN

"El Gobierno porteño tomó medidas contra ´la casta´ de los cartoneros", por Werner Pertot

Cada vez más se profundizan las acciones en contra de los más vulnerables, como parte de un clima de época. En esa línea, el jefe de Gobierno propagandizó el fin del transporte a los cartoneros, que puede dejarlos sin empleo.

Werner Pertot
Desde hace décadas, sectores de clase baja trabajan haciendo una de las tareas fundamentales para la ecología, el reciclado. Durante años, la gestión PRO tuvo una actitud hostil hacia ellos, lo cual me parecía incomprensible. Años más tarde, comenzó un trabajo de alianzas con las cooperativa, les dio camiones, ropa, y comenzó un camino que siempre fue imperfecto pero que iba en la dirección correcta: tratar de que esa actividad fuera regulada por el Estado, que fuera segura y asegurar su cumplimiento, entre otras cosas, para reducir el envío de toneladas de basura a rellenos sanitarios en el conurbano que ya no dan más, lo que también redundaría en un beneficio económico para la Ciudad. Por todo esto que les digo, no les sorprenderá que pienso que los últimos anuncios que hizo Jorge Macri, dejando de financiar el traslado de los cartoneros, y hablando de “privilegios” son un gran paso atrás.

Concretamente, el Gobierno porteño anunció que cambia su sistema de reciclado urbano y deja de financiar el traslado diario de recuperadores desde la provincia de Buenos Aires. El jefe de Gobierno, Jorge Macri, dijo que era un esquema “de cooperativas vinculadas a Juan Grabois que venían del conurbano”. “Estamos desarmando un sistema que, lejos de dar soluciones, se volvió parte del problema", aseguró.

La decisión parece ignorar la historia reciente de medidas tomadas por la gestión PRO: el motivo original de pagar el traslado, luego de que dejara de existir el Tren Blanco, era evitar que los cartoneros se quedaran en acampes en la Ciudad. Que es lo que podría volver a pasar ahora. Si el Gobierno porteño les quita el transporte y responde con la policía, tenemos un coctel perfecto para el desastre. Concretamente, lo que dejó de pagar el Gobierno porteño es un servicio de colectivos para trasladarlos desde las cooperativas. Hay que tener en cuenta que los cartoneros cobran 360 mil pesos por la tarea. Si tuvieran que pagar el transporte, ya no les serviría el trabajo. Vuelvo a decir: una receta para el desastre.

No es la campaña, ni la polémica con Juan Grabois que se quiere armar, lo que se resentirá, sino la vida de mucha gente que tiene un trabajo de subsistencia, por un lado, y el sistema de la basura, por el orto. Es curioso lo que dice todavía la página web del Gobierno porteño: “La Ciudad de Buenos Aires cuenta con un modelo de gestión social de residuos secos reconocido en toda la región, compuesto por 12 cooperativas y 6.500 trabajadores entre recuperadores urbanos, promotoras y operarios de logística y de centros verdes”. Si es “reconocido en toda la región”, ¿para qué ponerlo en crisis?

Las respuestas que recibieron no sirven tanto para la campaña. Por ejemplo, la Cooperativa El Amanecer de los Cartoneros: “Si ellos quieren venir a ver cómo trabajamos, cómo laburamos, están bienvenidos, están más que bien recibidos porque nosotros no somos fantasmas, estamos todos los días de lunes a viernes laburando en el espacio igual que los compañeros. Nosotros venimos del 2001, no tuvimos nunca miedo a la policía ni a la represión y le decimos a Jorge Macri que no le tenemos miedo”, dijeron ante un canal de televisión. La mención al 2001 no es casual: la crisis social y de representación de esos años hoy palpita de nuevo. Y los dirigentes no tiene mejor idea que acicatear a los sectores más vulnerables.

“Macri dice que nosotros nos vamos a quedar sin trabajo, somos cartoneros que luchamos y trabajamos y vivimos con 390 mil pesos por mes cuando él cobra millones de pesos. Nos quiere desaparecer del mapa para hacer negocio con el reciclaje. Pero nosotros no ganamos millones y tampoco robamos nada, nosotros caminamos por la calle cartoneando así como revolvemos la basura. Nosotros con la frente bien alta caminamos por la calle y laburamos y ganamos nuestra plata con el sudor de nosotros como cartoneros, somos cartoneros y orgullosos de ser cartoneros”, insistieron. ¿Es la mejor propaganda para una campaña? Espero que no.

Desde el Congreso, la diputada Natalia Zaracho también lo sacudió de lo lindo al jefe de Gobierno: "Jorge, vos nunca te subiste a un tren y a dos bondis para ir a laburar. El transporte de los cartoneros era un incentivo fundamental para el sistema de reciclado", le reclamó. Zaracho cuestionó la decisión que tiene tintes políticos partidarios y no de gestión, por lo que le recomendó: "Recortale a la pauta si total todos dicen que sos un inútil".

La discusión probablemente continúe, pero lo que no se termina de entender es por qué damos pasos hacia un enorme retroceso que puede tener consecuencias sociales, económicas y ecológicas.

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