CIUDAD

A pesar de las críticas, el oficialismos aprobó el “estacionamiento libre” en calles porteñas

Las modificaciones al Código de Tránsito y Transporte fueron aprobadas con 31 votos positivos y 24 en contra, a fin de que se pueda estacionar en ambos lados de la acera en varios barrios del distrito capitalino.

La Legislatura porteña aprobó hoy con 31 votos a favor (del oficialismo) y 24 en contra las nuevas reglas de estacionamiento que comenzarán a implementarse en las próximas semanas. Así, estará prohibido estacionar sobre avenidas entre las 7 y las 21 horas y se podrá estacionar de ambas manos y a toda hora en las calles sin bicisenda.
 
El Gobierno porteño espera poner en funcionamiento el estacionamiento medido en cinco barrios: Retiro, Monserrat, San Nicolás, San Telmo, Recoleta y Balvanera, en las próximas semanas, mientras avanza con cambios en las leyes de tránsito.
 
Según explicó la secretaria de Transporte, Manuela López Menéndez, más de la mitad de las infracciones de 2022 se produjeron porque los automovilistas estacionan incorrectamente de la mano izquierda. La funcionaria expuso que el nuevo régimen busca dar "mayor claridad" a los conductores.
 
Por eso habrá sólo tres reglas para estacionar. En las calles estará permitido estacionar de ambos lados, en las avenidas estará prohibido de 7 a 21 horas los días hábiles de ambos lados y en los pasajes y calles y avenidas con ciclovías o Metrobus estará prohibido estacionar salvo que haya un cartel que indique lo contrario.
 
"Con esta iniciativa, se generará mayor capacidad de estacionamiento en los barrios alejados de la zona central", agregó López Menéndez. La mayor capacidad de estacionamiento estará acompañada por un mayor crecimiento de los lugares pagos: de los actuales 4 mil llegarán a 80 mil, aunque desde el Gobierno porteño aseguran que serán muchos menos.
 
De todas formas por el momento el sistema comenzará a funcionar en parte de los barrios de San Telmo, Montserrat, Balvanera, San Nicolás, Retiro y Recoleta. Allí hubo un cambio sustancial: será Mercado Pago, perteneciente a Marcos Galperín, la empresa dedicada a recaudar los pagos.
 
Pero el mayor negocio quedará en manos de MECHP, una empresa que no reunía la experiencia suficiente para licitar y además hizo una oferta a precio vil para quedarse con el manejo del dinero que recauden los "parquímetros".
 
Sus competidores sospechan que poco después de que se ponga en funcionamiento del sistema habrá un aumento en las tarifas, de otro modo el negocio no será rentable. Lo peculiar de la licitación es que en un primer momento iba a ser el Estado quién manejara el dinero recaudado, pero a último momento el Gobierno de la Ciudad decidió agregar un intermediario.
 
Desde la oposición, el presidente de la Comisión de Tránsito, Matías López, aseguró que “estamos proponiendo simplificar la normativa de estacionamiento para dar una mayor claridad a los vecinos, algo que también generará más espacios para estacionar en los barrios, reducirá la cantidad de infracciones y contribuirá a lograr menor contaminación visual al reducir la cantidad de carteles en la vía pública”.
 
Según consignó Parlamentario, la vicepresidenta de la Comisión de Tránsito y Transporte y legisladora de La Libertad Avanza (LLA), Rebeca Fleitas, afirmó que “tenemos una ambigüedad porque creemos que mejora algunas cosas pero vuelve a reglamentar cuestiones que ya estaban, como por ejemplo lo del estacionamiento de las motos. Nosotros no podemos acompañar este proyecto porque los cambios que propusimos no fueron incorporados”.
 
“¿Por qué el Estado prohíbe que se estacione en las avenidas? Yo vivo sobre una avenida, ¿por qué no puedo estacionar en la puerta de mi casa? ¿Por qué hay que cobrarle a los ciudadanos una tarifa por estacionar en la calle? El Estado no da ninguna contraprestación que indique a mi auto no lo van a robar o no le va a pasar nada”, se preguntó.
 
Mientras que la diputada del FIT Alejandrina Barry advirtió que “Larreta convirtió a la Ciudad en un estacionamiento pago a cielo abierto. Nos dicen que la gente va a poder estacionar a 300 metros de su casa pero esto no es así porque hay muchas restricciones”.
 
A la vez que Gabriel Solano (PO) planteó que “con este incremento del estacionamiento de la Ciudad lo que se está incrementando es un negocio, en este caso el del estacionamiento medido… estamos hablando una situación que se va a agravar para la gente que vive y trabaja en la Ciudad” y remarcó que “también tiene un impacto ambiental porque esta medida lo que prioriza es el uso del auto particular, en detrimento del colectivo y el subte”.
 
En contraposición el radical Martín Ocampo (UCR-Ev) indicó que “uno de los problemas que tiene la Argentina y la Ciudad también es la sobreregulación, la cantidad de normas que tiene que recordar la gente. Si hay una buena práctica legislativa, esa es la de mejorar la regulación: pasamos de tener un modelo en el que los vecinos tienen que recordar nueve normas y sus excepciones, a tener solo cuatro reglas para el estacionamiento”.


COMENTARIOS