OPINIÓN

"El curro de las bicicletas", por Werner Pertot

Tras años de ir moviendo el sistema de bicing de gratuito a pago, Larreta terminó entregándole el negocio al amigo PRO Marcos Galperín y a su empresa Mercado Libre. Más novedades del negociado de la poda.

No fue una semana fácil para Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno se jugó a boicotear el acuerdo con el FMI, salió a cuestionar a la vicepresidenta y no se hizo cargo en lo más mínimo de que todo el problema de la deuda con el Fondo proviene del Gobierno de Cambiemos. Larreta, el mismo que se negó a dialogar con el Gobierno por la deuda, esperó al momento clave de la negociación que culminó la semana pasada para salir con una serie de críticas, lo cual lo pinta de cuerpo entero. Pero no fue lo único que le ocurrió esta semana: sus opositores le deschabaron un negociaron con el sistema de bicing y la empresa del hombre PRO del Mercado Libre, Marcos Galperín, que se mete a cobrar por las bicicletas de la Ciudad y por el extendidísimo estacionamiento medido. Además, se vieron nuevas consecuencias del curro de la poda de árboles: una gran mayoría de los que plantaron hace un año ya están muertos.

Empecemos por el temita del FMI: Larreta fue el único que no firmó el Consenso Fiscal, fue el único que no mandó ningún emisario al encuentro con el ministro de Economía, Martín Guzman (los gobernadores radicales sí lo hicieron) y finalmente fue el único que no tuvo una reunión por la deuda. No obstante, en el momento clave en el que se estaban cerrando las negociaciones, salió a cuestionar al Gobierno y en particular a Cristina Fernández de Kirchner: “Que hable obviamente no ayuda y genera más incertidumbre que a 24 horas de este vencimiento todavía no sabemos si se paga o si no”, dijo el jefe de Gobierno sobre la vicepresidenta. Es curioso como la frase podría aplicarse a él mismo. ¿En qué ayudó Larreta en todo el proceso de acuerdo? En nada.

Le contestó la legisladora porteña Cecilia Segura: “Lo que no ayuda es que JxC, sin pasar por el Congreso, haya tomado una deuda con el FMI que obliga a la Argentina a pagar sólo en 2022 U$S 19.000 millones en vencimientos, que equivalen al 130% del superávit comercial que tuvimos el año pasado”. Y le planteó al jefe de Gobierno: “¿Por qué no le explica a los argentinxs para qué tomaron semejante deuda, dónde se gastó y cuál era el plan económico para pagarla?”. Es sorprendente la capacidad de Larreta para no hacerse cargo de eso.

También es sorprendente como le siguen saltando negociados sin ninguna consecuencia política. El senador nacional Mariano Recalde sacó a la luz una concesión del Gobierno porteño que -justo de casualidad- le cayó al empresario más amigo del PRO, Marcos Galperín. Así es, Mercado Libre se quedó con el cobro del sistema de bicing. Ustedes son muy chicos, pero hace unos años era gratis y el PRO decía que la idea de privatizarlo era una chicana del kirchnerismo.

Todo fue cambiando en un lento pero seguro degradé: primero, en 2018 le dieron el servicio a una empresa privada, pero dijeron que no lo iban a cobrar, sino que era para poner publicidad en las bicicletas. El año pasado, sacaron otra ley para empezar a cobrar, pero dijeron que iba a ser sobre todo para los turistas que las usen (que tienen precio diferenciados de las personas que habitan la Ciudad, quienes solo las pagan los fines de semana. Por ahora). Y finalmente, le concesionaron el cobro a Galperín, en una licitación en la que se presentó solamente él. Se lo adjudicaron por la suma de 93 millones de pesos. "Todo estuvo planeado. Extendieron el estacionamiento medido a casi toda la Ciudad y privatizaron las bicicletas. Cuando el gran negocio estuvo listo, se lo entregaron a Mercado Libre”, señaló Recalde. Por supuesto, esto no termina acá. Galperin te lo va a terminar cobrando todos los días, no cabe duda. Tampoco cabe duda que hoy lo negarán y mañana lo harán.

Pero no solo con las bicicletas se quedó Galperín: también con el cobro virtual del estacionamiento medido, que –casualmente- el PRO estuvo años y años intentando ampliar a toda la Ciudad (y lo consiguió: los parquímetros pasaron de ser 4 mil a 80 mil, abarcando casi la mitad de toda la urbe). Esto formó parte del curro de las grúas, del que también te hablamos por acá.

No fue el único curro que saltó esta semana. El otro fue el de la poda de árboles. Como te contamos por acá, hace un tiempo hubo un fallo judicial que frenó la poda indiscriminada de árboles por parte de las empresas en las que el Gobierno porteño tercerizó la tarea. Lo interesante es que esa sentencia dejó expuesto el negocio que hay detrás de los árboles que vemos que masacran en cada barrio. Hay un grupo pequeño de empresas que hegemonizan el sector y que en ningún caso tienen relación con la botánica o el paisajismo: son las mismas empresas que aparecen en otras licitaciones del Gobierno. Algunas de ellas fueron aportantes de campaña de Cambiemos. Otras directamente están vinculadas al Grupo Macri como se menciona en el fallo. Todas tuvieron un aumento del 500 por ciento en sus tarifas. Un dato importante: cobran por árbol podado, lo que explica el frenesí por podar incluso en momentos en que es perjudicial para los árboles. En el fallo, además, se probó que no cuentan con personal idóneo y que la cantidad de inspectores es exigua.

Las consecuencias de esta manera de manejar el arbolado de la Ciudad (esencial para frenar olas de calor) se están viendo claramente hoy. Una serie de ONGs hicieron un relevamiento árbol por árbol y se encontraron con que ya están muertos más del 60 por ciento de los árboles que plantó el Gobierno de Larreta en el último año. Esto es, de los 1070 árboles plantados durante los años 2020 y 2021, ya murieron 687.

Las organizaciones Basta de Mutilar Nuestros Árboles y Casco Histórico Protege hicieron un primer relevamiento sobre el Paseo del Bajo –la gran obra de la gestión Larreta- y se encontraron con que de los álamos y robles plantados, un tercio de las 502 nuevas plantaciones habían muerto en menos de un año. Luego hicieron un segundo relevamiento el año pasado y se encontraron con que "347 se secaron por falta de mantenimiento. El 69 por ciento de los árboles plantados murieron en un período de quince meses". El otro relevamiento fue en el Parque 3 de Febrero y en el Paseo de las Américas. Allí el Gobierno porteño plantó 255 nuevos árboles y murieron 128, el 50,2 por ciento.

Queda en claro lo que pasa cuando la plantación y la poda no son más que un negocio.

COMENTARIOS