MEDIO AMBIENTE

El Gobierno porteño computa como espacios verdes a canteros y derivadores de tránsito

De los 3.646 espacios verdes que el Gobierno de la Ciudad dice que existen, el 60% son canteros y derivadores de tránsito. Hay barrios en los que no hay ninguna plaza.


La temperatura en la Ciudad de Buenos Aires es cada vez más elevada, los especialistas afirman que se debe al calentamiento global. Ayer se registró una marca histórica a las 16 horas superando los 41 grados, momento en el que miles de usuarios estaban sin luz, afectados por un corte masivo del suministro eléctrico.
 
Un reclamo habitual de los vecinos y vecinas de muchos barrios porteños es la falta de espacios verdes en la Ciudad, esto quedó en evidencia durante la pandemia de Covid-19. Hay barrios, como Villa Santa Rita, que no cuentan con ningún espacio de esparcimiento.
 
La Ciudad apenas cuenta con 4,7 hectáreas verdes cada 10.000 habitantes, muy lejos de los estándares indicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lo curioso es que un informe del Gobierno porteño, en respuesta a un pedido de acceso a la información pública, considera como espacios verdes a plazoletas secas, bulevares, jardines verticales, maceteros y otras categorías por el estilo.
 
El Gobierno de la Ciudad computa la existencia de 3.646 espacios verdes, de los cuales, 1.763 (casi la mitad) son canteros y 422, derivadores de tránsito. Entre ambas categorías suman 60% de las unidades verdes oficiales, número que desciende a 11% si la medición es en hectáreas, informa El Diario.AR.
 
El registro también incluye 618 plazoletas con una superficie de no más de un cuarto de manzana y, por lo general, son secas; 203 veredas que rodean pequeños fragmentos verdes, jardines ornamentales, cementerios, canchas de fútbol, bordes costeros, patios y pasajes, de acuerdo a una estadística oficial suministrada por la Dirección de Estadística y Censos del Gobierno porteño.
 
Para la nomenclatura de la Dirección General de Antropología Urbana, una plazoleta “tiene una función simbólica y en muchos casos alberga monumentos o hitos de la Ciudad, de superficie de hasta 2.500 metros cuadrados”. De esos reductos hay 618 en suelo porteño y ocupan 93,1 hectáreas. Las 203 veredas “verdes” (26 hectáreas) son espacios de tránsito y acceso a viviendas, es decir, de baldosas, pero que rodean un área con césped o plantas. Palermo y Belgrano son los barrios donde las veredas coquetas tienen mayor incidencia.
 
La realidad es que la Ciudad de Buenos Aires cuenta con 353 plazas, 64 parques, dos reservas ecológicas y un ecoparque (el ex Zoológico). Estos números arrojan, para el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, la suma de 6,7 hectáreas cada 10.000 habitantes (o 6,7 metros cuadrados por habitante). Pero si sólo se tuvieran en cuenta los espacios verdaderamente verdes (plazas, parques, reservas ecológicas), la relación bajaría a 4,7 hectáreas/10.000, lejos de cualquier estándar aceptable.
 
Según Fabio Márquez, director de la Comisión de Participación Social de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo y docente de la Maestría Paisaje, Medioambiente y Ciudad en la Universidad de La Plata, el consenso académico internacional estipula que una ciudad debe tener entre 10 y 15 hectáreas verdes cada 10.000 habitantes, es decir, cerca del doble de lo que declara el Gobierno de la Ciudad y el triple si se ajusta el cómputo.
 
María Eva Koutsovitis, coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la UBA, toma como parámetro la ley de Ordenamiento Territorial vigente en la Provincia de Buenos Aires. Esta ingeniera industrial, crítica del Gobierno de Rodríguez Larreta, remarca que un espacio verde debe, para ser tal, tener “continuidad hidrológica vertical”, es decir, el agua debe fluir desde la superficie hacia las napas, lo que excluye terrazas y jardines verticales.
 
El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana refiere que, de acuerdo a un estudio de la Fundación Bunge y Born que aborda el concepto de accesibilidad, el 87,6% de la población porteña reside a menos de diez minutos de un espacio verde público.
 
En la práctica esto no es así. Por ejemplo, Caballito es uno de los barrios más poblados de la Ciudad, cuyos habitantes están entre los más activos en el reclamo de áreas verdes. Parque Rivadavia, Parque Centenario o Plaza Irlanda son grandes extensiones accesibles para el gran barrio del centro geográfico de la Ciudad, pero a todas luces insuficientes en relación a los habitantes.
 
Mientras tanto, el Gobierno de Rodríguez Larreta avanza en la privatización de espacios como Costa Salguero, los terrenos ferroviarios en Colegiales y Caballito, en las inmediaciones de las vías de las líneas Mitre y Sarmiento, respectivamente, donde los famosos desarrolladores, en alianza con el Ejecutivo porteño, pugnan por vencer la resistencia de vecinos.
 
En su haber, el Gobierno de la Ciudad anota avances verdes en el Paseo del Bajo, en Puerto Madero; el Parque de la Estación, en Almagro; y la Reserva Ecológica Lago Lugano. El caso del Parque de la Estación es curioso, porque vecinos agrupados en organizaciones que coadministran esa hectárea y media que pertenecía al Ferrocarril Sarmiento y hoy alberga especies autóctonas, denuncian que debieron resistir durante años, mediante recursos y movilizaciones, el intento del Ejecutivo de Buenos Aires de construir edificios y comercios.
 
Los 3.646 espacios verdes del registro público suman 2.063 hectáreas, o 1.453 si se excluyen los canteros, plazoletas y las categorías inscriptas como “otros” por la Secretaría de Desarrollo Urbano. De ellas, 343 hectáreas —casi un cuarto de los espacios verdes reales— corresponden a la Reserva Ecológica Costanera Sur, que se ubica sobre el Río de la Plata y sólo linda con las últimas torres de Puerto Madero y la villa Rodrigo Bueno, y permanece cerrada desde el atardecer, los lunes y los días de lluvia. Es decir, “su inserción en la trama urbana de la Ciudad es bastante limitada”, remarca Márquez a El Diario.AR.
 
Como la reserva ecológica pertenece a la Comuna 1 (Retiro, Puerto Madero, San Telmo), la estadística cada 10.000 habitantes crece allí hasta 18,2 hectáreas, el triple del promedio de la Ciudad. También se destaca la Comuna 8, una de las más pobres de la Ciudad (Villa Soldati, Villa Lugano, Villa Riachuelo), con 18,8 hectáreas/10.000, porque el catastro anota en su haber el Parque Indoamericano, el ex Autódromo, el ex Interama y otros terrenos, varios de ellos degradados o con acceso restringido. La Comuna de Palermo (14), al contar con los bosques homónimos, asciende hasta 12 hectáreas/10.000 habitantes.
 
En el fondo de la tabla se ubican Balvanera y San Cristóbal (Comuna 3) y Almagro y Boedo (Comuna 5). Ni siquiera suman con canteros, cementerios o derivadores de tránsito; tienen unas pocas plazas y arañan las 0,4 y 0,2 hectáreas cada 10.000 habitantes, respectivamente. En el límite de ambas comunas se está dando una de las luchas del momento. Vecinos y organizaciones sociales reclaman la construcción de una plazoleta en la intersección de la avenida Corrientes y Gallo, donde fueron demolidas construcciones precarias, a la que ya le pusieron nombre: Tita Merello. El proyecto del Gobierno porteño es otro, pretende cambiar la zonificación mediante un "convenio urbanístico" para que un desarrollador erija un edificio de 73 metros.


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