OPINIÓN

Un favor para el Movistar Arena

Pese a que se había hablado de una “cesión”, el Gobierno porteño le pagó 16 millones de pesos al Movistar Arena, un proyecto vinculado a amigos de Macri, por usarlo como centro de testeo.

Werner Pertot
Larreta durante una visita al centro de testeo en Movistar Arena, en mayo.


Un estadio que nació a contramano de lo que pedían los vecinos de Villa Crespo y que estaba asociado en su concepción a amigos del entonces jefe de Gobierno Mauricio Macri hoy es eje de un nuevo escándalo: el Movistar Arena recibió 16 millones de pesos del Gobierno porteño por el uso de sus instalaciones para ubicar un centro de testeo. La empresa que lo maneja pertenece al grupo La Nación (que edita el diario homónimo y el sitio de accionistas dudosos LN+) y AEG Worldwide. Cuando instalaron el centro de testo, dijeron que era una “cesión”. Al final, era un negociado. En la oposición porteña denunciaron que el dinero no fue asentado en el Boletín Oficial porteño y que hay irregularidades en los pagos.

El 16 de abril de este año, el Gobierno porteño anunció que abría un centro de testeo en el Movistar Arena. Lo presentaron como una donación: "Movistar Arena tiene el agrado de informar que cedió al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sectores de su estadio, ubicado en Villa Crespo, para ser usados como centro de testeo", decían.

No obstante, esa cesión vino con un cobro encubierto, según denunció el legislador Matías Barroetaveña. Según reconstruyó vía documentos el diputado porteño, hay dos resoluciones por las que el Gobierno porteño le pagó al Movistar Arena: un pago por 6.766.251 pesos el 31 de mayo, y otro por 9.840.169, el 5 de julio. Los dos pagos suman 16.606.420 pesos por "servicios complementarios de seguridad y operación". Los pagos no fueron por el período de funcionamiento del centro de testeos, sino por tiempos más breves, por lo que no se sabe si no faltan todavía más pagos.

¿Cómo lo justificaron? En el contrato de cesión dice que el Gobierno porteño "podrá requerir las tramitaciones necesarias para la asistencia de BA Arena en materia de seguridad, control de ingreso, limpieza y mantenimiento general y de los equipos eléctricos entre otros costos asociados". Por esos “servicios complementarios”, dicen, les están pagando esa cantidad de dinero. Las fechas de las firmas del comodato y de esos servicios son siempre posteriores a los hechos.

Este es el último capítulo de la historia de negociados en torno a este predio. En 2004 se aprobó una ley en la Legislatura para expropiar los terrenos del Club de Atlanta y destinar una parte a construir un polideportivo, otra a hacer una escuela y el resto a un centro cultural y un espacio verde. La ley fue modificada dos veces, la última en 2017. La escuela nunca se construyó. En su lugar, un microestadio ocupó todo el terreno. ¿Cuál era? El Movistar Arena. Por 40 años, el predio estará exento del pago del impuesto inmobiliario y de la tasa de alumbrado, barrido y limpieza, mantenimiento y conservaciones de sumideros. Sobre el conflicto que generó con los vecinos, recomiendo esta completa crónica de Mónica Yemayel en Anfibia.

La empresa que se hizo cargo de la construcción fue Lugones Center S.A. Consiguió, en medio de una serie de irregularidades, un préstamo del Banco Ciudad por 107 millones de pesos. La empresa tenía un empleado registrado en la ANSES, pero estaba firmando un contrato por 20 años para explotar el centro.  ¿Quiénes son los dueños de esta empresa? El entonces auditor de la Coalición Cívica Facundo del Gaiso revisó las actas de las asambleas de la empresa del 8 de agosto y 4 de noviembre de 2014 y se encontró que  el director suplente pasó a ser Osmar Rubén Alza, quien tuvo el cargo de director del área legal y técnica de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) porteña y de director de Planeamiento y Relaciones Institucionales del Teatro Colón. Los dos cargos fueron de la mano del paso por esas dos áreas del Gobierno porteño de Javier Ibáñez, el ex director de la AGC.  Además encontró que la empresa Arena MKT fue creada para comercializar eventos y vender tickets para el microestadio y allí aparecía el actor Martín Seefeld, amigo personal del ex presidente Macri.

No obstante en 2016 la empresa empezó a tener problemas económicos poco claros, tras un derrumbe en la construcción en 2015, y hubo un pase de manos y de dueños. En el medio quedó impago el crédito del Banco Ciudad. Hoy están involucrados el Grupo La Nación y AEG Worldwide, una de las empresas de entretenimientos más grande del mundo, que opera más de 120 arenas en todo el planeta.

A todo esto, uno de los primeros vetos de Larreta fue a un proyecto que podía antagonizar con el del Movistar Arena. Y cada vez que le preguntaron al jefe de Gobierno por el tema dijo que no había nada de qué preocuparse. Su gobierno caratuló un estadio para 16 mil personas en Villa Crespo como “sin relevancia para el impacto ambiental” del barrio. Ahora les entrega a los dueños millones de pesos para usarlo como centro de testeo.

Desde hace años que hay indicios de negociados con ese estadio. Y, con estos 16 millones, las sospechas se siguen acumulando.

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