MEDIO AMBIENTE

Una pareja planta flora nativa en Villa General Mitre

Mariana y Federico son vecinos de Villa General Mitre, crearon Reina Plántula, la iniciativa consiste en sembrar en el barrio árboles nativos de la costa bonaerense. La idea es cultivar y difundir la flora nativa porque forma parte de nuestro patrimonio natural y cultural. La siembra se realiza en coordinación con los vecinos y vecinas que se comprometen a cuidarlos.

Dafne Strobino

Una tarde hermosa nos juntamos con Mariana en la plaza Roque Sáenz Peña, más conocida por sus vecines como la plaza de 
de Pappo, ubicada en el barrio de Villa General Mitre, nos contó sobre su proyecto Reina Plántula y la conservación de la flora nativa.  
 
¿Cómo se les ocurrió armar Reina Plántula?
Yo soy técnica en floricultura y en producción orgánica y mi pareja Federico es veterinario. Desde hace muchos años trabajamos con el tema de conservación ambiental y para preservar un ambiente, se cual sea, se necesita restaurar un poco el ecosistema que suele estar degradado, sobre todo en las ciudades, esto se hace tomando como base la flora nativa. Por suerte ahora, está un poco más divulgada pero es algo que tradicionalmente estuvo en retroceso porque las ciudades avanzaron sobre los ambientes naturales y en general todo lo que se cultivó fue exótico, con el problema que una especie exótica se puede volver invasora porque no tiene controlador biológico, entonces avanza en los ambientes naturales y los pocos ambientes naturales que quedan alrededor de nuestra ciudad están muy degradados por flora exótica, entonces si cultivamos flora nativa compensamos esa degradación.
Siempre participamos en proyectos de conservación ambiental, estamos como voluntarios en un proyecto de reserva natural de la Facultad de Veterinaria, que se llama El Renacer de la Laguna. Se restauró la laguna que había tradicionalmente en la Facultad de Veterinaria y a partir de la plantación de flora nativa y el control de flora exótica, empezaron a venir un montón de especies de fauna silvestre y se armó un ambiente mucho más enriquecido que cumple con un montón de servicios ambientales para el barrio. Como parte de ese proyecto nosotros cultivamos flora nativa, la plantamos en nuestras casas, en las casas de amigos y hay vecinos que nos han dicho: “Me falta un árbol en la vereda”, entonces vamos y les plantamos de manera autogestionada.
 
¿Cuáles son las plantas nativas?
En la Ciudad de Buenos Aires estamos en un lugar de transición de ambientes en donde tenemos parte de los ambientes que corren por la costa, que vienen a través del corredor de la selva paranaense, que llega hasta la costa de Buenos Aires por las islas del Delta. También hay un montón de especies arbóreas como el Ceibo, que es la flor nacional, que pertenece a ese ambiente. Además están las especies de los Talares bonaerenses que llegaban hasta la barranca de río, que todavía en algunos lugares quedan, y ahí el árbol emblemático es el Tala que está protegido por ley como árbol histórico y se está volviendo a plantar.
Las nativas, además de una cuestión de conservación ambiental, son una cuestión de patrimonio cultural, todas las plantas de nuestra región tienen usos tradicionales, medicinales, forman parte de leyendas, entonces conservando una plantita conservas un montón más.
 
¿Qué especies han plantado en el barrio?
Hemos plantado Tala, Algarrobo, Espinillo, Curupí, Anacahuita, herbáceas también. Además a algunos vecinos les plantamos árboles frutales como limón. Trabajamos en huerta también. El compromiso es que los vecinos los cuiden. Hay veces que los vecinos no quieren tener árboles en la puerta, otros que quieren, pero cuando los plantan no les dan los cuidados necesarios, entonces, no por el vecino sino por parte del Gobierno de la Ciudad, porque los plantan cuando no es la época, o se plantan mal o no les ponen protección en la base, entonces cuando cortan con la bordeadora el pasto de la plantera, lastiman la base y el árbol se termina muriendo, hay mucha falta de árboles por eso o ejemplares que se hicieron muy grandes y terminaban siendo problemáticos, se hizo la extracción pero después no se volvió a plantar. En realidad es el Gobierno de la Ciudad el que tiene que reponer, nosotros lo que estamos haciendo es algo muy vecinal y espontaneo.
 
¿Cuándo les surgió la idea de plantas flora nativa?
Empezamos cuando nos mudamos a Villa General Mitre y descubrimos que en nuestra vereda tenía que haber una plantera que estaba tapada. Es ilegal tapar las planteras, está prohibido por la ley de arbolado urbano de la Ciudad porque además de albergar árboles son espacios que absorben agua de lluvia, entonces se disminuye la superficie de absorción hay más riesgo de inundaciones.
Pero la realidad es que no son los vecinos las que tapan las planteras sino que muchas veces son las empresas que hacen obra, vuelven a hacer la vereda y achican o tapan la plantera. Lo ideal sería que agranden las planteras, se unan, paralelas al cordón, con paso para los autos que tienen que bajar del garage, por supuesto, para una ciudad que está sufriendo anegamientos. Además cuanto más cemento hay se producen más islas de calor, es mayor la superficie que se calienta cuando hace mucho calor, irradia y a la noche es más caluroso, si hubieran planteras más grandes tendríamos justamente más captura de carbono, crecerían las plantas y habría más disminución de la temperatura. Es una cuestión de estar atentos y que los vecinos lo puedan pedir y elegir.
 
¿Cómo consiguen los árboles?
Por lo general los cultivamos nosotros. Hay viveros que venden plantas nativas, por suerte cada vez más, son espacios chicos que funcionan de manera artesanal, hay viveros grandes que también tienen nativas. Pero a nosotros nos gusta cultivarlos, sino conseguimos siempre algún amigo o conocido que participa de alguno de los proyectos, que le gusta cultivar flora nativa, que después ve donde la planta o la regala. Conocimos gente que cultiva árboles nativos y para los cumpleaños iban y plantaban un árbol en una plaza, entonces todos se entusiasmaban y querían más.
 
¿Por dónde plantaron?
Plantamos por el barrio desde que nos mudamos en 2015. Antes vivíamos en Saavedra y plantábamos por ahí, por Belgrano. Acá tenemos relevados un montón de lugares donde se podría plantar con planteras vacías, pero lo hacemos muy de a poquito. De hecho tengo vecinos que me han pedido y los estoy haciendo esperar para conseguir el árbol por la época, un ejemplar que sea adecuado para esa vereda, porque hay que tener en cuenta el ancho de la vereda y el desarrollo del ejemplar. No es lo mismo plantar en un parque que en la plantera de un pasaje. Y además tratamos que esté conducido como árbol de arbolado público de alineación, o sea, la manera en que se poda y se conduce, ramifique a más de 2 metros de altura, si plantas un arbolito de 15 centímetros lo más probable es que se muera y si se planta uno que esté muy arbustivo lo más probable es que lo vayan a podar y tal vez no lo podan bien.
Está buenísimo porque la gente se involucra y un árbol ya cambió la cuadra porque por ahí pasan los vecinos y preguntan, están los que juntan semillas que ya conocen donde estás los ejemplares que plantamos entonces pueden volver al árbol y usarlo como semillero y cultivar. Está buenísimo todo lo que se genera entorno a un árbol.
 
Te conocimos por tu cuenta en Instagram
Abrí la cuenta en Instagram para difundir un poco lo que hago que es dar cursos sobre flora, soy docente, y aparte me encanta el mundo vegetal entonces lo que me impacta y me gusta lo comparto. Comparto fotos de plantas que me gustan, información, cuando vamos y plantamos porque me parece que tiene un efecto multiplicador que despierta curiosidad.
 
De esta manera se conocen entre los vecinos de otra manera, ¿no?
Es muy lindo conocer a los vecinos a través de la curiosidad que tienen por los árboles. Hemos plantado árboles que tal vez no prosperaron bien porque una tormenta los volteó, o alguien los empujó y de repente los veíamos tutorados y decíamos: “Quien habrá sido”, hasta que meses más tarde conocíamos al que pasea al perro y nos decía: “Yo lo vi y le puse un tutor”. Otro vecino que nos vio plantando y se acercó, y le plantamos un árbol y cada vez que me lo cruzo me comenta: “No sabes lo grande que está”. Entonces nos empezamos a conocer, sabemos los nombres. En un ambiente tan anónimo como es la ciudad, volver a armar vínculos vecinales está buenísimo. Teniendo en cuanta también que los árboles son otros vecinos más, son seres vivos que forman parte del barrio y que además nos brindan un montón de servicios. Quizá que haya alguien con la misma sensibilidad de preocuparse por el árbol de la vereda, me parece que es ya un montón para el mundo en que vivimos que uno se tiene que preocupar por muchas cosas.
Yo no crecí en este barrio y con esto me da otro sentido de pertenencia, poder conocer a los vecinos, charlar con ellos. Que se pongan de acuerdo en un PH que son seis para que plantemos un árbol, eso es un montón.
Villa Mitre es el barrio más chiquito de la Capital y nadie lo conoce, pero a mí me encanta decir que vivo en el barrio más chiquito. Tiene su encanto y su identidad.
 
¿Hay que pedir autorización para plantar un árbol?
En realidad por ley, el único autorizado a plantar árboles es el Gobierno de la Ciudad, pero relevando arbolado, lo he hecho por toda la Capital, he visto que son muchos los vecinos que se involucran, plantan y cuidan. Tampoco está permitido tener más plantas que el árbol en la plantera, pero hay unas cosas tan hermosas, tan copadas, como gente que hace huertas en la vereda, gente que conserva ejemplares, que pone carteles, que les gusta armar un rincón. Es apropiarse del espacio público, que considero que hay que hacer para tener sentido de partencia.
Es un poco lo que está pasando acá (plaza de Pappo), que no se puede ir a los gimnasios y la plaza está llena de gente haciendo sus clases y eso antes no pasaba y está buenísimo porque esto es de todos y el árbol de la vereda también.
 
¿En qué otros proyectos están participando?
Con El Renacer de la Laguna estamos participando de un proyecto con gente de la Comuna 15 que es de Corredores Biológicos Interbarriales, para hacer restauración con flora nativa y plantar árboles y herbáceas dependiendo el lugar.
Para armar un corredor biológico además del uso del espacio público, está bueno que se participe desde espacios privados, un balcón, un patio, una terraza con flora nativa, es impresionante porque vuelven las mariposas. Cada especie de mariposa necesita de una planta nutricia para cuando atraviesa su etapa de oruga, algunas comen muchas plantas distintas y otras necesitan de una sola, que si no está, no están las mariposas, entonces cuando por ejemplo, pones una Burbullá, que es la típica enredadera, se la conoce como Pasionaria, es nutricia de un montón de mariposas, si se planta en un balcón, empiezan a venir a mariposas a poner huevos y se puede ver todo el ciclo de las mariposas. Esas mariposas a su vez son alimento de aves, de avispas, se arma todo el ecosistema. No es sentarse a esperar que el Gobierno arme corredores, son acciones muy chiquititas que suman un montón. Nosotros tratamos de difundir eso.
Con la iniciativa de Corredores Biológicos Interbarriales van a interactuar distintas comunas, eso permite proteger espacios verdes, como por ejemplo el Parque La Isla de La Paternal, que quieren construir once torres. Se va a hacer una plantación ahí y así tenemos otro motivo más para proteger ese espacio, le damos otra entidad, más allá de que ya es suficiente que sea un espacio público. Lo bueno es que se están involucrando los comuneros, porque estamos plantando con el aval de ellos.
 
¿Se puede plantar cualquier especie que el vecino quiera?
No. Nosotros siempre hablamos de la diferencia entre lo legal y lo legítimo, porque si no está el riego de que un vecino plante cualquier especie en la vereda y no por ser un árbol está bien. El caso paradigmático es el de los Ficus, son plantas que se compran para tener en maceta y después cuando crecen, la gente no sabe qué hacer y los plantan en las plazas o en las veredas. Son un riesgo muy grande porque demandan mucho mantenimiento, crecen mucho, tienen la capacidad de inhibir todo lo que crece alrededor, entonces no está bueno tenerlos en una plaza, no cumplen ningún rol ecológico porque no están en vínculo con casi ninguna especie, salvo algún pajarito que pase por ahí, pero nada se los come, nada vive en un Ficus, nada se alimenta de ellos y crecen desmedidamente y en las puertas de las casas provocan un montón de conflictos como que rompen caños, tapan luminarias, el mantenimiento es oneroso, hay que ir a sacarlo.
Hay un listado de especies que está bueno que se planten y otras que no, porque hay más riesgo de caída o de obstrucción de cañerías. No va cualquier cosa en cualquier lado.
 
Contacto:
Instagram: @reinaplantula


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