COMUNA 12

Vecinas y vecinos de Villa Pueyrredón armaron una huerta junto a las vías del tren

Durante la pandemia, un grupo de vecinas y vecinos del barrio de Villa Pueyrredón comenzaron la huerta comunitaria a la que bautizaron La Unión, junto a las vías del ferrocarril Mitre a unas cuadras de la estación.


Son una decena de vecinas y vecinos que se juntan en este espacio verde que está elevado y semioculto porque no se ve desde la calle. Para llegar a la huerta hay que subir el terraplén por un sendero de tierra. Los participantes riegan, plantan y trasplantan especies comestibles y aromáticas que, desde hace cinco meses, crecen al ritmo de la pandemia.
 
Durante el invierno pasado Juliana y Enrique, José Luis y Bárbara, Franco y Luciana, se apropiaron –con el aval de los vecinos y de Ferrocarriles Argentinos– de este lugar junto a los durmientes. “La huerta es, también, interacción social, espacio comunitario, gente que busca gente”, cuentan a El Planeta Urbano.
 
“El atardecer es re lindo. Nos identificamos con el espacio, tiramos un mensaje en el WhatsApp: ‘Che, estoy yendo a regar’, y te aparece más de uno”, dice José Luis, que es plomero y ya viene con experiencia huertera en el patio de su casa. “En la cuarentena pasó algo especial. No se podía ir muy lejos ni a muchos lugares, y la gente del barrio empezó tomar este espacio como recreativo”, recuerda Enrique, jardinero y músico, uno de los impulsores del lugar, junto a su compañera Juliana, también técnica en jardinería.
 
En La Unión crecen lavandas y caléndulas, salvia y romero, aromáticas y medicinales. También hay unos alcauciles de color violeta fosforescente, que aún no son comestibles, ya que necesitan crecer un par de años más para poder saborearlos. Además hay tomates, rúculas, lechugas, clásicos de toda huerta.
 
Aparte hay un cantero de nativas del Río de la Plata, donde crecen especies de la región. “Es importante porque atrae la fauna nativa: pájaros, abejas o mariposas, como la argentina, una especie grande y azul, que ya no se ve mucho a causa del arbolado de la ciudad. Trayendo flora nativa puede aparecer de nuevo y, a su vez, te hace simbiosis con la huerta porque atrae los pájaros que se comen los bichitos y las abejas, que te polinizan los tomates y las berenjenas. Vienen los picaflores, es una belleza”, se regocija Enrique.
 
Juliana señala que lo ideal es incorporar la mayor parte de biodiversidad. “Las nativas generaron una transformación muy importante. No sólo en la jardinería urbana, sino en la restauración de los ambientes. Acá había un montón de plantas espontáneas de la región. Este terreno dejó de tener mantenimiento durante la pandemia y como hace un par de años se prohibió el glifosato en las vías, dio lugar a que aparezcan varias plantas espontáneamente, como la malva rosa y blanca, la verbena bonaeriensis, que atraen un montón de insectos. Y nosotros fuimos interviniendo.”
 
En la huerta de Villa Pueyrredón todo se hace sobre la base de esquejes y semillas propias. Hacen la recolección e intercambian con otras huertas y bancos de semillas. Uno de los problemas frecuentes en las huertas de los espacios públicos es el acceso al agua, que en general depende de la buena voluntad de los vecinos. Acá tienen que traer una manguera desde la esquina, que cruza la calle y se rompe frecuentemente porque pasa una línea de colectivos.
 
En La Unión están sorprendidos por la producción, que reparten entre ellos y superó sus expectativas. Ya recolectaron lechuga, remolacha, rabanitos, tomates cherry, negros y amarillos, y berenjenas. Todo en sólo dos tomateras. “Vivimos acá y no por eso tenemos que estar aislados de la naturaleza ni creernos que no formamos parte de ella por estar en un ambiente que fue modificado. La idea es que seamos los generadores de esos espacios de naturaleza”, dice Juliana. Enrique cree que, poco a poco, los ciudadanos vamos tomando conciencia, sobre todo de los alimentos con agroquímicos y en parte gracias al etiquetado claro. “Hay mucha gente preocupada por lo que está consumiendo y quiere pasar por la experiencia de la huerta. Hay un auge de la huerta”.


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