MEDIO AMBIENTE

Denuncian que el GCBA intenta desalojar una huerta comunitaria en Chacarita

“Nuestra huerta no atenta contra nada, al contrario: reconstituye el tejido social, une a los vecinos y hace más segura la cuadra”, defendió Carlos Briganti, referente de la organización ecologista El Reciclador, con 14 huertas comunitarias en territorio porteño.

Foto: FB El Reciclador Urbano.


La organización ecologista El Reciclador tiene 14 huertas comunitarias en veredas de la Ciudad de Buenos Aires. En las últimas horas, denunció que el Gobierno porteño "amenazó con retirar" la que se extiende en la cuadra donde vive el referente de la organización, Carlos Briganti, en Chacarita. Vecinos y vecinas se declararon en alerta y llamaron a las autoridades porteñas a "reflexionar".

Según consignó Página 12, la disputa es por unos 80 maceteros hechos con cubiertas de neumáticos pintadas y rellenadas que se alinean junto al cordón de la vereda en Rosetti al 1000. Crecen allí girasoles, aromáticas, tomates, lechuga, habas, repollos, acelga y otras plantas alimenticias.

"A principios de la semana pasado vino a verme una persona de la Comuna diciendo que habían recibido una denuncia por mosquitos y se puso a sacar fotos de la huerta, pero no había nada: el mosquito está donde hay agua estancada o cacharros, pero nosotros regamos y la tierra absorbe, no hay humedad residual", dijo Briganti a ese medio.

"Después eso vino otra persona en una camioneta que estuvo tocando timbre en mi casa y al no tener respuesta, le refiere a una vecina, de muy mal modo, que teníamos que sacar las macetas del espacio público porque de lo contrario iban a venir hoy lunes e iban retirar todo", contó.

Esta advertencia "disparó una alarma" entre los vecinos que "le hicieron llegar a la comuna sus opiniones" y estuvieron "en alerta" esta mañana esperando un intento de desalojo que finalmente no se produjo. "La lluvia apaciguó todo y creemos que las autoridades van a reflexionar porque nuestra huerta no atenta contra nada, al contrario: reconstituye el tejido social, une a los vecinos y hace más segura la cuadra", aseguró el referente.

"Esta huerta significa mucho. Nació en pandemia, fue emplazada con mucho esmero, trabajo comunitario y amor despertó muchas sonrisas, pero también nos llevó mucho sacrificio por eso no estamos dispuesto a abandonarla", agregó. Además, remarcó que los macetones "no impiden el paso ni que los autos estacionen", por eso lleva casi un año funcionando "de manera consensuada con todos los frentistas", comprometidos a cuidar sus propias plantas.

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