CULTURA

La escena teatral independiente volvió a reclamar apoyo estatal

Organizaciones del ámbito de la cultura aseguraron en conferencia de prensa que "se pone en riesgo miles de puestos de trabajo en el sector" en la Ciudad de Buenos Aires.


Ayer, en la sala Planta Inclán del barrio de Parque Patricios, organizaciones culturales realizaron una conferencia de prensa para denunciar y visibilizar el estado en que se encuentran a nueve meses de declarada la pandemia de Covid-19.
 
Planta Inclán abrió en mayo del año pasado, los responsables son la actriz y dramaturga Elisa Carricajo, integrante del grupo Piel de Lava, y el coreógrafo y bailarín Juan Onofri Barbato. Ayer por la mañana, en la vereda de la sala de Parque Patricios diversos colectivos vinculados a la creación, producción, enseñanza y exhibición de las artes escénicas independientes realizaron una conferencia de prensa con el objetivo de visibilizar la situación.
 
"A partir de marzo del presente 2020, estas situaciones presupuestarias y laborales, crónicas y de larga data explotaron en toda su magnitud, redimensionando la realidad y dejando ver claramente el daño ocasionado por la crisis sanitaria producida por la pandemia de Covid-19, pero también del daño acumulado", analiza el comunicado que se dio a conocer en la conferencia de prensa.
 
Las entidades firmantes entienden que la situación sanitaria dejó al descubierto lo que interpretan como la falta de líneas de subsidios para los trabajadores del sector tanto en Nación como en Ciudad. "Si bien el Gobierno nacional (vía el Ministerio de Cultura que preside Tristán Bauer) abrió líneas de apoyo extraordinarias frente a la pandemia como el Plan Podestá, Desarrollar, Sostener I y II, Fortalecer y Reactivar, éstas no logran sostener vivo al sector", detallaron al mismo tiempo que desde el Ministerio de Cultura de la Ciudad, que preside Enrique Avogadro, "no sólo no ofreció ayudas extraordinarias, sino que las que habitualmente proveen sufrieron demoras en su ejecución y aún muchas de ellas no llegaron a sus destinatarios".
 
Durante este tiempo, este sector, como intento de subsistencia, recurrió también al universo de las estrategias virtuales, pero reconocen que esa acción no es viable económicamente. Desde hace algunas semanas el Gobierno porteño aprobó el protocolo que permite actividades escénicas y musicales en salas cerradas con un aforo del 30 por ciento. La modalidad la están poniendo en práctica algunas pocas salas comerciales como alternativas. "Pero es inviable la apertura de la casi totalidad de los espacios culturales independientes de la Ciudad", destaca el comunicado en sintonía con los testimonios de Claudio Tolcachir, de Timbre 4; Javier Daulte, de Espacio Callejón; Francisco Lumerman, de Moscú Teatro; Martín Ortiz, de El Crisol; quienes alertan sobre las dificultades para reacondicionar las salas, con los costos que eso implica, y trabajar para entre 10 y 15 espectadores.
 
El director y actor Alfredo Martin, miembro de Apdea, Profesionales de la dirección escénica argentina, afirmó cuando se abrieron las preguntas: "Estamos asistiendo a una maniobra que nos quiere declarar en vía de extinción. Nosotros no podemos asistir pasivamente a eso. La presencialidad, la base de nuestra actividad teatral, está en peligro. El estado de emergencia es claro, pero no lo quieren declarar". A su turno, reclamó la puesta en marcha de un monotributo artístico que dé cuenta de la condición de trabajador eventual del sector. "Entramos al segundo año de pandemia, no es post pandemia. Es el segundo año de pandemia. Si no pensamos en estrategias plurales y colectivas no vamos a solucionar esta situación. Y esto incluye al público que también debe saber lo que nos está pasando, hacerlos partícipes de que nos están matando", agregó Martin.
 
El análisis de la situación incluye el escenario que se viene a partir del presupuesto aprobado por la Legislatura porteña para el año próximo. "De no modificarse la partida presupuestaria que el Ministerio de Cultura de la Cuidad aprobó para el 2021 se pone en serio riesgo la existencia de cientos de espacios de cultura y miles de puestos de trabajo", destaca el documento que leyeron Andy Vertone, de la agrupación Escena, la que junto a ARTEI, otro de los convocantes, nuclea a las salas alternativas de la Ciudad; y el titiritero Sergio Rower, de Unima.
 
Según analizan el presupuesto estimado para el año próximo está un 17 por ciento por debajo de la inflación proyectada por el Ministerio de Economía. "El recorte pone en peligro lo que ya está sumergido en una agonía de la cultura independiente -alerta el documento que fue consensuado junto a MECA, PIT, Frente de Danza y Attia, entre otros colectivos-. Luego de 9 meses de casi nula actividad el Gobierno de la Ciudad todavía no presentó alternativas consistentes que den solución a la grave situación por la que atraviesa un sector que genera el 80 por ciento de la oferta cultural porteña".
 
Luego de la lectura del comunicado, Planta Inclán, respetando el protocolo sanitario, abrió sus puertas. Lo hizo a modo de una instalación en donde, en medio del espacio vacío, se ubicaron diversas sillas que daban cuenta del estado de situación de la actividad escénica y cultural independiente. "Acá había un espacio cultural funcionando", estaba escrito en un cartel pegado en la puerta de entrada.
 
Según datos de la Universidad de Tres de Febrero y de Escena, esa misma situación se refleja en otros 480 espacios de la Ciudad de Buenos Aires. Sobre una pantalla se proyectaron algunos datos estadísticos: "Casi el 74 por ciento de los trabajadores y artistas no tiene sus trabajos registrado -afirma una de las placas en base a un censo realizado por Artei-. Del 26 por ciento que sí tiene su trabajo registrado casi el 40 por ciento percibe un salario menor al salario mínimo vital y móvil". Una y otra vez repitieron una consigna: "La cultura independiente no volvió".


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