SIN PISTAS

Dudas y misterio a seis meses de la desaparición del policía de la Ciudad Arshak Karhanyan

Trabajaba como efectivo de la Policía de la Ciudad en la comisaría 7B del barrio de Caballito. Se había desempeñado en la investigación de la causa por la muerte de Alberto Nisman y dentro de la División de Investigaciones Delictivas.

Arshak Karhanyan desapareció a principios de este año en pleno corazón de Capital Federal. Tenía 27 años y trabajaba como efectivo de la Policía de la Ciudad en la comisaría 7B del barrio de Caballito. El último día que se le vio fue 24 de febrero, cuando las cámaras de un Easy de la avenida Rivadavia lo registraron comprando una pala de punta.

Desde ese día, no existen datos del hombre, así como tampoco movimientos en sus cuentas bancarias, información de su salida al exterior ni imágenes de cámaras de seguridad que lo pudieran ubicar. A seis eses de su misteriosa desaparición, la Justicia investiga a su entorno, sus relaciones en la Policía de la Ciudad y su desempeño en la causa de la muerte del fiscal Alberto Nisman, de la que formó parte.

Dudas. Leonel Herba es otro efectivo de la fuerza porteña que pertenecía a la División de Exposiciones de la Policía de la Ciudad, en la que trabajó junto a Arshak. Fue última persona que lo vio ese domingo 24 de febrero en la entrada del domicilio del joven, ubicado en la avenida Directorio. Eran cerca de las 12.45 cuando llegó con su moto. Según registraron las cámaras de seguridad de un edificio cercano, conversaron casi 40 minutos, se fue en su moto y Karhanyan subió a su departamento.

Unos 20 minutos después de las 14 las imágenes muestran que Arshak salió de nuevo de su casa. Llevaba su billetera y su arma, pero había dejado sus teléfonos celulares. Se dirigió a la estación Primera Junta del subte y realizó una extracción de $2000 en el cajero automático. Minutos después, fue al Easy de Rivadavia 5751 y compró una pala de punta que puso dentro de su mochila. Las cámaras de la zona lo muestran saliendo del comercio y doblando a la izquierda, mano a Primera Junta. Poco después da unos pasos, se arrepiente, mira a ambos lados y camina hacia la calle Paysandú. Ese es el último registro que se tiene del joven.

Decepción y malestar. Arshak entró al área de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad en 2014. A principios de 2015 participó en la investigación de la causa por la muerte del fiscal Alberto Nisman, donde firmó varios informes técnicos. En febrero de 2016, pasó a la actual División de Exposiciones, antes llamada "Investigaciones Delictivas", donde estuvo la mayor parte de su carrera hasta que a principios de este año lo trasladaron a la comisaría vecinal 7B del barrio de Caballito.

Su familia apunta contra esos traslados. "No estaba conforme. No es que estaba perseguido pero decía que iba a dejar la policía", cuentan sus familiares, quienes aseguran que su malestar comenzó con el caso Nisman. "Hubo un par de cosas que no le gustaron y un par de jefes que lo llamaron", detallan. El joven, además, estaba estudiando Sistemas en la UTN y pensaba seguir con sus estudios.

El caso. Los investigadores creen que ese domingo el policía salió de su casa "con la idea de volver a su departamento" y que habría dejado sus celulares para "no dejar rastros". Pero algo pasó esa tarde y nunca regresó. Una de las hipótesis más fuertes apuntaría contra Herba, quien ante la Justicia alegó que la conversación que mantuvieron ese mediodía fue por la compra de un auto que presuntamente iba a hacer Arshak. Los familiares de Karhanyan aseguran que no eran amigos y que por eso era extraño que fuera a charlar por más de 40 minutos sobre un auto.  

Un dato que también plantó sospechas sobre la fuerza porteña es que información clave de uno de los celulares que el joven dejó en su casa fue borrada. Aunque no se sabe si fue en los momentos previos o posteriores a la pesquisa, se investiga el desempeño de la Policía de la Ciudad, que estaba a cargo del aparato. Tras el hecho, la información del teléfono fue recuperada por peritos de la Federal, que solo pudieron rastrear la información anterior a los tres meses de su desaparición.

Otro de los puntos que generan resquemores es la falta de imágenes de cámaras en la Ciudad de Buenos Aires que puedan ayudar a dar con el paradero del joven. A mitad de agosto, el diputado nacional Leopoldo Moreau y la legisladora Victoria Montenegro denunciaron la "responsabilidad política y la falta de respuestas del Gobierno porteño". En una conferencia realizada en el Congreso Nacional recalcaron que no hay carteles o afiches en los patrulleros y en las comisarías sobre la búsqueda de Arshak.

"Me niego a pensar que con todas las cámaras de seguridad que hay no se pueda saber qué fue lo que pasó y dónde está Arshak”, advirtió Montenegro, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura porteña. "Él era un tipo honesto y  a veces también puede ser un problema", aseguran sus familiares, quienes creen que "hubo algún tipo de hecho o movimiento extraño con alguien que le reventó en la cara". 

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