OPINIÓN

Los amigos del subte

La semana pasada el subte subió a 19 pesos, lo que promedia un aumento de 150 por ciento en un año. Mientras tanto, los funcionarios porteños y Metrovías fueron denunciados por presunta malversación de fondos. Piden investigar si parte de la tarifa no la compone la pauta a periodistas amigos.

Werner Pertot


Y lo volvieron a hacer. Como cada vez que pudieron desde el instante en que el subte pasó a depender del PRO: la tarifa subió y subió. Esta vez a 19 pesos. Dentro de poco tiempo, a 21. Cuando llegaron estaba menos de dos pesos. En un solo año, ya acumula una suba del 150 por ciento que supera incluso la inflación galopante de la era Macri. Todo esto lo sabemos. Menos conocidos han sido los detalles de una denuncia que hizo la legisladora kirchnerista Paula Penacca, en los que acusó penalmente de malversación de fondos a los gerentes de Metrovías y a los funcionarios de SBASE que los avalaron. Sucede que la tarifa que pagamos se calcula en base a los costos. Y Penacca encontró entre esos costos algunos muy raros, como un viaje de gerentes de Metrovías a Alemania (donde tejieron una alianza para quedarse la concesión 12 años más) y otro ítem que podría bien ser pauta para los medios y periodistas amigos. No tengo drama en que el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta tenga afinidad con algunos colegas. Me cuesta un poco la idea de que esa relación la tengamos que pagar todos cada vez que pasamos la SUBE por un molinete.

Ya es difícil recordar que el subte cuando pasó a manos de Macri estaba 1,10 pesos, un valor impensable hoy. Ver el ascenso veloz que hizo entre 2012 y 2015 hasta aumentarlo un 700 por ciento quizás presagiaba cuál sería la política tarifaria del PRO a nivel nacional. No quiero decir que se los dije, pero se los dije.  Quizás sea mejor recordar que hasta mayo del año pasado estaba 7,50. Y hoy está a 19.  En el último año el aumento fue del 153 por ciento y dará un nuevo salto en mayo a 21 pesos, un 180 por ciento de aumento. Siempre los aumentos están desfasados de la inflación, hacia arriba, y siempre están despegados de la tarifa de los colectivos, pese a que el Gobierno nacional y el porteño son del mismo signo político y podrían haber ido a una tarifa común o a una tarifa plana.

No ayuda mucho a nuestro ánimo saber que el jefe de Gobierno tiene pensado inaugurar tres estaciones de la línea E (la peor en frecuencia) que ya estaban terminadas hace cuatro años. Son las estaciones Correo Central, Catalinas y Retiro. La obra de estas estaciones terminó en 2015. Pero  se tomaron otros cuatro años para tareas menores (tendido eléctrico, vía, equipar las estaciones, lo que se conoce como obra civil). La extensión de la E se tendría que haber inaugurado hace diez años. Lo hará ahora Larreta, casualmente, en plena campaña. 

Pero peor quizás nos ponga saber que los 19 pesos que pagamos surge de algo conocido como “tarifa técnica”, que el Gobierno porteño calcula en 23, 20 pesos (la Auditoría porteña tiene históricas diferencias con ese cálculo) y que se compone de dividir los costos de explotación de servicio por la cantidad de pasajeros que pagan el boleto. El problema es cuales son los “costos de explotación”. Como decíamos, la Auditoría objeta hace años varios ítems que se incluyen en estos costos y que inflan la tarifa. Pero la legisladora de Unidad Ciudadana Paula Penacca ha llevado el relevamiento de esos costos a otro nivel, con la denuncia penal que presentó contra Metrovías y SBASE.

La denuncia de Penacca es por los presuntos delitos de violación de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado contra Eduardo De Montmollin, el presidente de SBASE –que depende de Larreta- y contra el presidente de Metrovías Alberto Verra por presunta malversación de fondos. En este último caso es por incluir ítems irregulares entre los costos y en el de los funcionarios, por avalarlo.

¿Qué es lo que encontró Penacca entre los costos que terminan engrosando la tarifa que pagamos? En primer lugar facturas de un viaje a Alemania con dinero que solo debería ser usado para la operación del servicio. El viaje fue en octubre de 2018 y fueron integrantes de la gerencia de Metrovías, pero también periodistas invitados para promocionar a la empresa que compite con otras dos por mantener la licitación. Metrovías lo hace asociada al Deutsche Bahn en Alemania, justamente. La gestiones para participar de una licitación corren por cuenta de la empresa y no deberían ser sumadas a los costos, razona Penacca. Las otras dos que pugnan por la concesión del subte son el Grupo Eurnekian, junto a la firma franco canadiense Keolis y en tercer lugar el metro de París junto a Alstom. Si Metrovías gana se queda con la concesión por otros 12 años, con posibilidad de extenderlos. La empresa del Grupo Roggio tiene la concesión del subte desde 1994, con los resultados en la calidad del servicio que todos tenemos a la vista.

Pero esto no es todo lo que encontró Penacca. También halló un ítem que se titula “Comunicación al pasajero”. Según un estudio de la Facultad de Ingeniería de la UBA, es uno de los que más crecimiento tuvo desde 2015: un 40 por ciento. Penacca señala que la documentación de respaldo de esos gastos es pobre comparado con otros incisos (en promedio presentan facturas por el 91 por ciento de los gastos, en el caso de “Comunicación al pasajero”, solo respaldan el 32 por ciento de los gastos con algún documento). “Cuando se mira el detalle se ve que la Comunicación al Pasajero es en realidad pauta publicitaria a periodistas, páginas webs y programas de radio. En ningún caso hay registro de la contraprestación y mucho menos que efectivamente haya sido información al pasajero y no en el mejor de los casos publicidad de Metrovías, lo que también se corresponde con un uso indebido de los caudales públicos”, indica la legisladora en su denuncia. Es decir que, si se investiga en profundidad, se puede llegar a comprobar que parte de la tarifa que hoy estás pagando está inflada con pauta a medios y periodistas amigos del PRO.

Un tercer ítem que Penacca cuestiona es el de “Juicios y siniestros”. La legisladora indica que por el contrato de concesión Metrovías no puede trasladar los juicios que sufra por los riesgos de operar un servicio público al Estado. No obstante, lo está haciendo al incluir este ítem: 192 millones de pesos en juicios. La legisladora advierte que todos estos costos no sólo inflan la tarifa que pagamos cada día sino que le permite a Metrovías reclamar más subsidios al Estado porteño.

La denuncia quedó en manos de la fiscal porteña Daniela Dupuy. Hay que ver si hay una investigación judicial seria sobre estas cuestiones que la diputada sacó a la luz. Si eso ocurre, podemos tener varias sorpresas.

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