PAREDES PORTEÑAS

Quejas por la intervención inconsulta de fachadas: "Lo que hace el gobierno de la ciudad es autoritario y vandálico"

Los reclamos se multiplican ante cuadrillas del GCBA que pintan de forma inconsulta fachadas de viviendas, con el argumento de que están cubriendo grafitis. En muchos casos, cubren intervenciones artísticas o cambian el color de una propiedad sin preguntar.

Foto: La Nación


Un vecino denunció su caso por redes y la ola de respuestas demostró que su caso no era el único. Las quejas se multiplican ante cuadrillas del Gobierno de la Ciudad que pintan de forma inconsulta fachadas de viviendas, con el argumento de que están cubriendo grafitis. En muchos casos, cubren intervenciones artísticas o cambian el color de una propiedad sin preguntar.

La polémica comenzó con el caso de Gabriel Caravario, un vecino de Villa Urquiza que una mañana se encontró con que la fachada de su casa había cambiado de color. Luego supo que había sido personal del gobierno porteño el que, durante la madrugada y sin consulta previa, la había pintado para tapar un grafiti. "Lo que hace el gobierno de la ciudad es autoritario y vandálico", criticó el hombre, según consignó el diario La Nación.

El programa de “recuperación” de áreas “vandalizadas” comenzó en 2016. Pero se incrementó el accionar sobre las viviendas en el último tiempo. El GCBA asegura que consulta con los propietarios antes de pintar los frentes, pero las quejas indican que no siempre se cumple ese paso. En Salguero y Rauch, por caso, la renovación del frente eliminó una pieza pintada por una amiga de la dueña.

"Sin tocar el timbre siquiera, deciden arrasar con el frente de tu casa a brochazos brutales, de madrugada, con la excusa de que allí hay un grafiti. Como si se tratara de una peste", se quejó el vecino de Urquiza. Además, dijo que le parece más urgente pintar las escuelas y dejar que cada vecino decida qué hacer con la fachada de su casa.

El abogado Daniel Butlow, del estudio Arquitectura Legal, fue consultado por el matutino y remarcó que el frente de los inmuebles es propiedad privada y que una intervención inconsulta del gobierno constituye un mecanismo abusivo y una violación que permite iniciar un reclamo judicial.

A principios de año, la polémica sobre los grafitis se encendió en torno al subte. En 2013, el macrismo porteño comenzó una política de erradicación de grafitis en el subterráneo porteño. Incluso hubo detenidos por realizar pintadas. Pero mientras ese plan sigue en marcha, la gestión de Horacio Rodríguez Larreta expuso un coche grafiteado como pieza de arte museográfica en el Centro Cultural Recoleta.

COMENTARIOS