CONTRADICCIONES

Insólito: el Gobierno del Plan Grafiti Cero en el subte expone un vagón grafiteado en el Centro Cultural Recoleta

En 2013, el macrismo porteño comenzó una política de erradicación de grafitis en el subte. Incluso hubo detenidos por realizar pintadas. Mientras ese plan sigue en marcha, exponen un coche grafiteado como pieza de arte museográfica.



Resulta, por lo menos, contradictorio. La reapertura con toda pompa del Centro Cultural Recoleta incluye entre sus novedades un coche grafiteado de la Línea E del subte, como expresión de la cultura “hip hop”. Lo curioso es que, desde hace años, el macrismo en la Ciudad lleva a cabo el Plan Grafiti Cero, que repudia y persigue a quienes realizan grafitis en el subte, considerándolos actos “vandálicos”.

El Plan Grafiti Cero comenzó a implementarse en 2013, cuando Mauricio Macri era jefe de Gobierno Durante 2014 incluso hubo detenidos por realizar grafitis en el subte. Ya durante la gestión de su sucesor, Horacio Rodríguez Larreta, se difundieron oficialmente informes que daban cuenta de un 78% de reducción de pintadas en los vagones durante 2017.

Pese a esto, la reapertura del Centro Cultural Recoleta, celebrada ayer, incluyó entre sus novedades un coche de la Línea E cubierto de grafitis. “Rap, grafiti, instalaciones, artes visuales, ilustración, breaking, poesía, música y literatura son algunas de las escenas que conviven en el Recoleta y que formaron parte de la programación de la gran fiesta cultural por su reapertura”, señala la información oficial.

Según consignó el portal especializado En el Subte, el coche expuesto es un CAF-GEE que fue retirado de la línea E hacia fines de 2017. Se trata del coche UM14, fabricado en España en 1965. Este mismo coche fue pintado –o “vandalizado”, según el Gobierno porteño- en octubre de 2015. Por entonces, la Policía Metropolitana inició una investigación.

Más allá de la contradicción, lo cierto es que de acuerdo a la información oficial la Línea E es la que presenta mayores problemas técnicos, así como más cantidad de quejas de usuarios y usuarias. Entre otras cosas, por la baja frecuencia y la falta de coches. Ante este panorama, mantener un coche en exposición en un museo resulta por lo menos llamativo. 

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