EDUCACIÓN

La evasiva del “traslado”, contradicciones y 45 bebés a la deriva: el plan del GCBA para el jardín del Ramos

El ministerio de Acuña emitió una resolución confirmando el traslado de la Escuela Infantil 6 a la Manzana 66, a partir de 2020. Niegan el cierre de salas, pero el lactario fue eliminado del sistema de inscripción para 2019. Sigue el reclamo de la comunidad educativa.



Meses después del inicio del reclamo en defensa de la Escuela Infantil 6 del Distrito Escolar 6 –el jardín de infantes que funciona en el hospital Ramos Mejía-, el Gobierno de la Ciudad emitió una respuesta formal. Pero la resolución –fechada el 4 de diciembre- se contradice con los hechos. La versión oficial confirma el traslado de la institución pero niega el cierre, aunque el lactario fue eliminado del sistema de inscripción para 2019. En tanto, en la sede de destino –un nuevo jardín en la Manzana 66- el Ministerio de Educación había prometido 300 nuevas vacantes, pero a partir de este traslado sólo habrá 50.

La resolución 3968 emitida el 4 de diciembre por la cartera que conduce Soledad Acuña confirma el cierre de la institución que funciona en el Ramos y su traslado a un nuevo edificio a partir de 2020, manteniendo las salas y la planta docente actuales. Lo que el documento no dice es que queda así confirmado el cierre del lactario para 2019, eliminado del sistema de inscripción online. Así, por lo menos 45 bebés que dependían de esas vacantes quedan a la deriva.

Esa resolución, sin embargo, no fue la única documentación oficial emitida sobre el tema. Este martes, en respuesta a un pedido de acceso a la información pública realizado en octubre, la abogada María Cecilia Fernández -del Grupo de Litigio Estratégico, que acompaña a la comunidad educativa en su reclamo- recibió una notificación negando el cierre y remitiendo a la resolución 3968.

“Me dicen que me fije en esa resolución que salió el 4 de diciembre. O sea, cuando nosotros habíamos pedido la resolución administrativa, no existía. La hicieron a partir de nuestro reclamo. En la respuesta me dicen que no está dispuesto el cierre de ninguna sala del jardín del Ramos. Nosotros decimos: si no se cierra ninguna, es contradictorio que no la pongas en el sistema para las inscripciones. Queremos que abran una inscripción extraordinaria y dejen que la gente se anote”, planteó la letrada, en diálogo con Nueva Ciudad. Y remarcó: “Hay una contradicción entre lo que dicen y lo que hacen. Porque dicen que no se cierra nada pero no lo ponen (al lactario) en el sistema de inscripción. ¿Nos están mintiendo? ¿No saben trabajar? ¿O es incumplimiento de funcionario público?”.

En el mismo sentido, la comunidad educativa del jardín del Ramos emitió un nuevo comunicado para anunciar que “continuará la lucha para exigirle al Ministerio de Educación que abra las inscripciones a Lactario 2019 de forma urgente como primera medida. La comunidad también rechaza el supuesto traslado ya que no quiere perder espacios educativos en el barrio”.

De hecho, en el barrio, el rechazo no sólo se da entre padres y docentes del jardín. Alberto Aguilera, referente de la Manzana 66 –adonde será trasladada la institución- cuestionó que el plan de Acuña implica “perder 250 vacantes de las 300 que esperábamos. Y es un perjuicio para los trabajadores del hospital”. Y agregó: “No estamos de acuerdo, pero seguimos dialogando. No queremos perder el jardín del Ramos. No es uno más, es el mejor del barrio. Y en un momento de graves problemas sociales en la zona –cada vez más gente sin trabajo y viviendo en la calle-, encima nos dicen que no podemos mandar a los chicos a la escuela pública”.

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