EN LA PREVIA AL PARTIDO DE REPECHAJE

Mónica Santino: “La diferencia en el fútbol -femenino y masculino- sigue siendo cultural”

Mónica Santino habló con Nueva Ciudad de cara al partido que jugará mañana la selección argentina de mujeres para entrar al Mundial de Francia 2019. ¿Cómo ve al equipo, qué cambió en estos últimos años y cuáles son las expectativas para el futuro del fútbol feminista?



por Leila Lobos

Mañana el seleccionado argentino de fútbol femenino tendrá una nueva batalla que ganar para llegar al Mundial de Francia 2019 y las expectativas de una cancha llena no paran de crecer. Mónica Santino, activista del fútbol feminista de la primera hora, habló con Nueva Ciudad sobre el partido pero también sobre el estado actual del fútbol feminista, los nuevos objetivos y la creación de una coordinadora que busca unir fuerzas y organización.

¿Cómo ves el partido de mañana?

Creo que la mezcla de experiencia entre jugadoras de la liga local con jugadoras que sumaron mucha experiencia en el exterior, como es el caso de Estefanía Banini, Flor Bonsegundo o Mariela coronel, hacen una buena combinación y es un partido que se puede ganar.

También creo desde el punto vista anímico, sabiendo que las expectativas que generó el partido harán que haya una cancha llena lo que es un aliciente enorme. Todas las que jugamos al fútbol sabemos que eso tiene mucho que ver y la mayoría de nosotras ha jugado a cancha semivacía o solamente con la familia acompañándote. Entonces, me parece que ahí hay un plus que si este grupo sabe aprovecharlo van a salir con todo mañana. Como decimos en futbol van a salir a dejar la piel en cada pelota.

El equipo, en líneas generales, pensando lo que fueron los amistosos preparatorios, la gira de Estados Unidos, la performance que logró en algunos partidos de la Copa Sudamericana creo que es un equipo que no tocó techo, que tiene todavía muchísimas cosas para dar y muy interesante el ensamble entre experiencia afuera más las pibas que juegan la liga de acá. Porque lo que suele pasar en un proceso de selección es que cuando te medís con otras selecciones no tuviste muchos partidos importantes. En cambio, ahora tenemos jugadoras que ya tiene otro roce.

No me gusta hablar antes de los partidos, pero creo que la selección está en condiciones de pasarlo y de ir con el mejor resultado a jugar la revancha a Panamá.

¿Qué pasó socialmente para que se llegue a “jugar con cancha llena” como mencionabas?

Si tomamos como referencia el último partido que se jugó de repechaje fue hace 20 años, en el año ´98 y no tiene nada que ver un contexto con el otro. Me parece que acá incide la tarea de muchísimas compañeras, organizaciones y movimientos que se fueron dando alrededor del fútbol. Sobre todo los últimos cinco años, lo que pasa en los Encuentro Nacionales de Mujeres, haber puesto el derecho al juego y al fútbol en la agenda del movimiento feminista es lo que genera esta expectativa que muchas pibas, que capaz no tengan que ver con el fútbol femenino, quieran ir a la cancha a ver a la selección. Me parece que ahí se juega todo eso.

Y armar una Coordinadora Sin Fronteras de Fútbol Feminista que sale después de Trelew, donde por primera vez hubo un taller de mujeres y fútbol, me parece que tiene que ver con este contexto. Antes el feminismo no tomaba el deporte como otra de las tantas cuestiones a reivindicar porque era tan de hombres que no le se le daba importancia. Y ahora sí, ahora lo hemos puesto de relieve. Y tiene que ver con ese laburo y compromiso de tantas, con el momento actual del movimiento de mujeres y lo que esta pasado. Mañana también vamos a celebrar eso en la cancha haber puesto el derecho al juego en agenda. Más allá del resultado, me parece que eso es increíble y que lo tenemos que vivir a fondo.

¿Cómo surgió y de qué se trata esta Coordinadora Sin Fronteras de Fútbol Feminista?

Es una coordinadora que se arma dentro de las conclusiones de lo que fue el Encuentro Nacional de Mujeres en Trelew, que por primera vez hubo un taller de mujeres y fútbol y que se dio de una manera muy participativa. En el lenguaje de fútbol podríamos decir, nos pasamos la pelota entre todas porque hubo organizaciones sociales de clubes grandes, mujeres hinchas, secretarías de género de clubes que se empezaron a formar este año, equipos, jugadores sueltas; de todo un poco, lo que suele pasar en los encuentros. Y ahí salió como una necesidad armar esta coordinadora y que el primer acto visible y público sea el partido de la selección argentina mañana.

Se le puso sin fronteras, primero se había hablado de una coordinadora nacional pero hubo una discusión porque hablamos de lo plurinacional y de no quedarnos encerradas en un contexto de país, en esa terminología, consideramos que era más feminista decir sin fronteras.

El fútbol feminista creemos que es algo en proceso en formación, en discusión. Hay compañeras con más trayectoria en lo que tiene que ver en cuestiones de género y otras que no. Pero todas vamos haciendo un aprendizaje en ese sentido, en encontrar un nuevo lenguaje, una nueva forma de vincularnos, una nueva forma de jugar al fútbol. En un contrasentido total a lo que el patriarcado y lo que el fútbol de varones es como hegemonía. Mañana vamos a revivir en la cancha con compañeras de Córdoba, Santa Fe, de Puerto Madryd, todo lo que significó ese taller.

¿Qué cambia en una mujer, lesbiana, trans o travesti cuando se apropian de este deporta que siempre fue territorio de las masculinidades hegemónicas?

Yo creo que es un empoderamiento enorme que atraviesa el cuerpo. Es una vivencia que tiene que ver con tu cuerpo y que te das cuenta que todo lo que te dijeron no era verdad, que tenes fuerza y potencia, que podés saltar y cabecear o meter un codazo, todo lo que el fútbol implica. Lo que entendemos como femenino y masculino hegemónicamente, que son conceptos inventados culturalmente, entran en tensión. Todo eso se pone en discusión, se quiebra.

Entonces me parece que lo interesante del fútbol es justamente eso, lo que podes hacer con tu cuerpo, darte cuenta de que perdiste mucho tiempo de tu vida sin jugar y entender que ese poder transformador va para todos lados. A la cancha entran todos los cuerpos posibles, todas las disidencias. No hay un solo cuerpo para jugar al fútbol. Hay montones de cosas por explorar y que nos estamos sumando a eso.

Por eso también pensamos que el fútbol quizás siempre fue feminista porque es un juego colectivo de cooperación que reparte poder, en el que el talentoso o la talentosa no puede sola, o sole, o como le queramos decir. Y todo eso es fantástico, entonces, me parece que hay una cosa tremenda de la que nos estamos apropiando y fundamentalmente tiene que ver con los cuerpos y qué mirada construimos con respecto a ellos.

Antes decías que en estos últimos cinco años el fútbol feminista se metió en la agenda y se profundizó la construcción de organización, ¿esto cambió la situación de las jugadoras profesional y amateurs a la hora de desarrollar el deporte?

Creo que está empezando a cambiar. Me parece la jugadora que juegan en alto rendimiento necesita ir adquiriendo cada vez más conciencia de género, ahí recién estamos empezando. Las jugadores debe formarse no sólo con jugar sino que se cuestione y problematice todo lo que significa y le dé a eso un sentido político.

Hace unos años era impensado todo esto, ahora vamos por lo que falta. Me parece que es un punto en el que recién se arranca. Más conciencia de género significa que ojalá muchas se convierten en entrenadoras o quieran ser dirigentes pero si seguimos copiando los mismos moldes sería lo mismo. Entonces, es también ponernos nosotras en ese desafío de deconstruirnos y pensar el fútbol de otra manera. Creo que va por ahí todo lo que falta pero me parece que tenemos un punto de partido fantástico.

El tema crece en la agenda mediática y comienzan ciertas discusiones sobre si una mujer puede ser mejor que un hombre en el deporte o si el fútbol femenino es menos entretenido que el masculino. ¿Qué pensás sobre este tipo de discusiones?

Yo creo que las mujeres podemos ser mejores deportivamente que los hombres. Igual no sé qué se quiere discutir cuando se dice eso. ¿Que sería ser mejor? Prefiero hablar de derechos a jugar. Te sentás a mirar videos de Marta Vieira da Silva, es una jugadora maravillosa que ganó seis Balones de Oro, que hizo más goles que Pelé en la selección brasileña, sin embargo, es mujer y eso pareciera que vale menos.

En esa forma de interpretar el fútbol es patriarcal. Como también centrarlo en las cuestiones biológicas, somos diferentes sí pero eso no significa debilidad y mayor destreza en otro. La cuestión es cultural. Para nosotras en el barrio, por ejemplo, que tuvimos posibilidad de entrenar hace unos años a mujeres que llegaban con ocho o nueve años y ahora tiene 15 años y la rompen porque tuvieron la posibilidad de jugar cuando eran chicas. Para mí, la diferencia sigue siendo cultural.

Después engancharse en esa discusión de mejor y peor no tiene sentido porque tiene esa lógica, esa mirada de sirve quien que gana, guarda con eso. Vamos a suponer, en el peor de los casos que no creo que pase, pero supongamos que Argentina no pasa el repechaje, ¿qué hacemos? ¿Retrocedemos 20 casilleros de lo que decimos? No, porque un resultado deportivo forma parte de las consecuencias del juego. Podes ganar, perder o empatar eso no te hace ni mejor ni peor que nadie. Creo que nosotras tenemos que tener cuidado de no engancharnos en esa lógica e insistir con que Estefanía Banini no es Messi, es Estefanía Banini, juega muy bien, no es Messi, no necesitamos decirle Messi. Es una referente para nosotras y es mujer. Me parece que la batalla va por ahí y que no tenemos que caer en esas trampas.

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