LEGISLATURA

Con 49 votos a favor y pese a las críticas de especialistas, se aprobó el nuevo Código Electoral

La normativa crea el Instituto de Gestión Electoral, prevé la paridad de género en las listas y contempla el empadronamiento automático de extranjeros. Pese a que se incorporó la obligatoriedad del soporte en papel, detractores del voto electrónico advirtieron sobre los riesgos del nuevo código porteño.



Con 49 votos a favor y nueve en contra, la Legislatura porteña aprobó el nuevo Código Electoral de la Ciudad, que crea el Instituto de Gestión Electoral, prevé la paridad de género en las listas de candidatos y contempla el empadronamiento automático de los extranjeros. Tras introducir una serie de cambios, Unidad Ciudadana apoyó la iniciativa encabezada por el PRO. Evolución, en cambio, la rechazó. Especialistas en voto electrónico cuestionaron fuertemente la aprobación.

Vamos Juntos, Unidad Ciudadana, Partido Socialista, Mejor Ciudad y Bloque Peronista fueron los espacios que votaron a favor, mientras que el Partido Socialista de los Trabajadores, Evolución, el Partido Obrero y Autodeterminación y Libertad se pronunciaron en contra.

Uno de los principales cambios introducidos durante las negociaciones previas a la votación en el recinto fue la forma de votación: se acordó la incorporación del soporte en papel, pero dejando abierta la introducción de tecnologías al proceso electoral. Especialistas advirtieron que en los hechos implica aprobar el voto electrónico.

La normativa que se aprobó prevé la creación del Instituto de Gestión Electoral como ente autárquico, con personería jurídica pública estatal y autarquía financiera e independencia funcional. El organismo estará a cargo de un director, propuesto por el Ejecutivo y ratificado por la Legislatura.

Por otra parte, se establece la obligatoriedad de que se realicen debates públicos entre los candidatos a jefe de gobierno, los primeros candidatos correspondientes a cada lista oficializada y miembros de Junta Comunal. Al tiempo que se fomenta la paridad de género en la conformación de listas.

Además, tal como consignó el portal Parlamentario, el Código establece que los extranjeros desde los 16 años están habilitados para votar siempre que tengan la calidad de ‘residente permanente’ en el país y que posean documento nacional de identidad de extranjero con domicilio radicado en la Ciudad.

“Es necesario e imprescindible este Código. Llevo más de ocho meses de trabajo en Comisión, realizamos más de 15 reuniones en las que participaron miembros de la Justicia, especialistas en la materia y vecinos de la Ciudad. El proyecto ha sido enriquecido y mejorado, tiene un nivel de consenso importante y real”, resaltó el oficialista Diego Marías, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales.

En la misma línea se pronunció Natalia Fidel, de Vamos Juntos, quien remarcó que “la creación de un Instituto de Gestión Electoral representa un hito clave en lo que respecta a la transparencia de la gestión de los procesos electorales en Argentina e, incluso, en la Región por una simple razón: muchas de las funciones administrativas que hoy están en manos del ejecutivo estarán a cargo de un Órgano autónomo integrado por profesionales expertos en la materia”.

En relación al apoyo de Unidad Ciudadana a la medida, el legislador Mariano Recalde señaló que “la necesidad de un Código Electoral propio de la Ciudad es una deuda que tiene más de 20 años”, y que la discusión previa “tuvo el tiempo y el espacio para el intercambio y las concesiones recíprocas”.

Y agregó: “Este Código no retrocede en nada. El Gobierno tenía intenciones de establecer cambios que eran un retroceso para la transparencia democrática, como el voto electrónico. Nosotros ya somos críticos de lo que está en la ley, que es la incorporación de tecnologías en la emisión del voto porque han demostrado su falibilidad y la posibilidad de que se altere no solo el secreto sino la voluntad del votante. Por eso, si bien no se ha logrado derogar esto, este código, lejos de retroceder, incorpora elementos que permiten dar mayor seguridad: se garantiza el soporte papel que antes no estaba y que obligatoriamente sea depositado en una urna”.

Recalde resaltó que “además, logramos quitar la posibilidad de que las personas jurídicas –las grandes empresas y corporaciones, los contratistas del Estado- puedan hacer aportes al financiamiento de campaña de los partidos político, y dejamos claras las atribuciones del Instituto de Gestión Electoral y el nuevo Tribunal Electoral, para que la designación de autoridades de mesa no queden en manos del Poder Ejecutivo”.

Sin embargo, la especialista Beatriz Busaniche, referente de la Fundación Vía Libre y ferviente crítica del voto electrónico, cuestionó duramente la normativa votada este jueves en la Legislatura. “Es otra vez la misma historia que vimos en 2015, pero lo están legitimando en el Código Electoral”, dijo en diálogo con Nueva Ciudad. Y detalló: “Implica varios problemas serios. Principalmente, dos. Por un lado, la autoridad electoral que se crea va a tener atribución para definir cómo votar, en una delegación de competencias que corresponden a la Legislatura según la Constitución. Por otro lado, la incorporación de tecnologías: aun cuando se haya negociado el soporte en papel, eso no hace que deje de ser voto electrónico. Es inadmisible un sistema que está probado que es vulnerable, que no garantiza el secreto”.

Busaniche advirtió que “preocupa ver cómo se legisla sobre cuestiones fundamentales sin atender a los expertos y teniendo sobre la mesa informes como el del Conicet (sobre los riesgos del voto electrónico). Ningún país con democracia consolidada y altos estándares de desarrollo lo aplica. Están yendo a contramano del mundo”. 

En ese sentido apuntaron las críticas de la izquierda dentro del recinto. Gabriel Solano, del PO, argumentó que “el propósito de este proyecto apunta a darle al Poder Ejecutivo la capacidad de manipular el proceso electoral para su beneficio” y denunció que “lo que hoy votamos que Larreta pueda decidir cómo se vota de acuerdo a su conveniencia”. En tanto Fernando Vilardo, de AyL, advirtió: “Discuten un reglamento electoral pero entre elección y elección la población no decide nada. Son reglas que fija la mayor parte de la dirigencia política para luego aplicar políticas en contra de los intereses de la mayoría sin que el pueblo pueda ni controlar ni decidir nada”.

Desde Evolución, Juan Nosiglia expresó: "Hoy en sesión se aprobó el Código Electoral para la Ciudad, con un proyecto que habilita la utilización del voto electrónico (boleta única electrónica), y permite la unificación de las elecciones locales con la nacionales (...) Si bien reconocemos el avance que representa su sanción, Evolución se opuso a aprobar en general un proyecto que habilita la utilización de un sistema denunciado por su vulnerabilidad y que, casi, no se usa en el mundo".

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