COMUNA 1

Quejas de los comerciantes de los alrededores de Plaza de Mayo

Debido a los cortes con vallas que dispone la policía ante cada manifestación, los comercios de la zona están al borde de la quiebra.


Los comerciantes de los alrededores de la Plaza de Mayo están hartos de los excesivos vallados que coloca la policía ante cada manifestación que impiden la circulación peatonal, advierten que estos operativos los dejan al borde de la quiebra.
 
Desde la llegada de Cambiemos al gobierno se colocó de forma permanente una reja que corta en dos a la Plaza de Mayo, a la altura de Reconquista y de Defensa, se complementa con los vallados móviles que imposibilitan el acceso a las calles aledañas. Los comercios no pueden trabajar.
 
Al principio esos vallados se colocaban cuando había grades movilizaciones en la Plaza de Mayo. Desde este año, los comerciantes dicen que la policía prohíbe la circulación por la zona ante la más mínima manifestación e, incluso, cierra el paso ante protestas que suceden a varias cuadras de distancia de la Plaza como las que se desarrollan en el Obelisco o en la ahora Secretaría de Trabajo, en Alem al 600.    
 
“Últimamente están cerrando el paso casi todos los días. Nosotros ya no podemos seguir así”, explica a La Nación Lita que tiene un kiosco de diarios en Rivadavia 330. “Cierran por cualquier cosa, por una visita oficial o por una manifestación menor, la gente ya no sabe por dónde caminar, antes no era así”, agrega Lita.
 
“A veces cortan 5 o 6 horas por día y a veces todo el día. Dos o tres veces por semana. Es como tener el negocio cerrado porque la gente no puede pasar por ningún lado. Es un problema que pone en riesgo muchas fuentes de trabajo”, se queja Flavia, dueña del restaurante Antúñez, ubicado en 25 de Mayo 71.
 
Luis de la cerrajería Antigua Casa Martínez, ubicada en Alem 52, explica a La Nación que “si se juntan cinco personas en la plaza ya nos ponen un vallado, la gente no puede caminar ni por la vereda. Nos impacta mucho en las ventas y en el funcionamiento, porque no pueden llegar ni los proveedores”. Natalia, del locutorio de Alem 68, dice que “antes se cortaba el tránsito, pero dejaban pasar a la gente”.


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