CURA PÁRROCO DEL BAJO FLORES

Cura Carrera: "Si hablamos de bajar la edad de imputabilidad, es que llegamos tarde"

El cura párroco de la villa 1-11-14 señaló que "la clave" es la inclusión y la integración, no la baja de la edad de imputabilidad que busca impulsar el Gobierno nacional.

El viernes Mauricio Macri recibio a los padres de Brian Aguinaco, el adolescente de 14 años asesinado a fines del año pasado en un intento de robo en Flores. Uno de los persuntos asesinos, también llamado Brian, es menor de edad y la situación profundizó el debate por la baja de la edad de imputabilidad de 16 a 14 años, un proyecto que el Gobierno busca llevar este año al Congreso pero recibió la crítica de muchos sectores.

Entre los referentes que se mostraron en contra a esta medida, está Gustavo Carrara, cura párroco de la villa 1-11-14 del Bajo Flores porteño, quien le dijo a la agencia de noticias Télam que esta medida "no solucionará nada" y que lo que hace falta para cambiar la situación de inseguridad es "una presencia inteligente del Estado y no medidas lineales".

El cura señaló que en el Bajo Flores "hay muchos menores armados. Hay muchas armas en general. El problema es quién les da las armas a chicos de 12 o 15 años. Ese es el mundo del delito adulto, que usa a los pibes. Se dice que a estos pibes no les importa la vida y por eso matan. Pero si la vida vale poco afuera, acá en la villa vale menos".

Carrara aclaró que el objetivo de la parroquia es "facilitar que el Estado haga pie en estos lugares porque hay temas que no se resuelven sin la presencia estatal. Pero ésta no puede limitarse al despliegue de fuerzas de seguridad", aunque no se opuso "a la intervención de fuerzas de seguridad para resolver problemas" y señaló que la presencia de la Gendarmería en el barrio fue de una "actitud más amigable que otras fuerzas" con la gente. 

En relación al proyecto para bajar la edad de imputabilidad, el cura del Bajo Flores analizó que "no es la solución a un problema de alta complejidad que requiere enfoques multidisciplinarios. No con caerle a los menores con una fuerza que no empleamos con los adultos". Y señaló que "inseguridad es también que un adolescente dependa de un comedor para comer, o que ese pibe no coma. Acá hay mucha gente que no tiene seguridad si va a poder mandar a sus hijos a la escuela, si va a poder alquilar, si va a poder darles salud cuando se enferman.

Por eso, señaló, "cuando se habla de bajar la edad de imputabilidad de chicos que cometen delitos, es que ya llegamos tarde. La ley penal no puede ser la última frontera. Hay que correr esa frontera" y afirmó que "la clave" es "incluir e integrar. Antes se hablaba de erradicar las villas y luego se habló de urbanizarlas. Ahora hablamos de integrar y de incluir. Como dice (el papa) Francisco, no sólo al territorio sino a las diferentes culturas".

Finalmente, apuntó que "en 1974 había 4 por ciento de pobreza y hoy tenemos 32 por ciento y 6 de indigencia. Eso no lo hicieron los chicos de 12 años. Lo hicieron adultos que fueron a las universidades, muchos que estudiaron en los mejores lugares del mundo".









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