San Cayetano

El arzobispo Poli reclamó “progreso, paz y justicia” y leyó una carta del Papa

El cardenal Mario Poli leyó un mensaje de Francisco durante la misa central por San Cayetano. "Cuando pedimos trabajo estamos pidiendo poder sentir dignidad", expresó el máximo potífice.


El Arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, leyó hoy una carta del Papa Francisco con fecha del primero de agosto y dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, el obispo José María Arancedo, en la que saludó a los fieles que asistían a las iglesias para pedir a San Cayetano "pan y trabajo o para agradecer el hecho de que no les falte".

El texto del Sumo Pontífice fue leído por el Arzobispo de Buenos Aires durante la misa central en homenaje al Patrono del trabajo, y destaca que el pan "es más fácil conseguirlo" porque siempre hay personas o instituciones solidarias a diferencia del trabajo, y agrega "pero el trabajo es tan difícil lograrlo, sobre todo cuando seguimos viviendo momentos en los cuales los índices de desocupación son significativamente altos. El pan te soluciona una parte del problema, pero a medias, porque ese pan no es el que ganás con tu trabajo. Una cosa es tener pan para comer en casa y otra es llevarlo a casa como fruto del trabajo. Y esto es lo que confiere dignidad".

"El trabajo es tan difícil lograrlo, sobre todo cuando seguimos viviendo momentos en los cuales los índices de desocupación son significativamente altos", Papa Francisco.



En la misiva el Papa señala que "Cuando pedimos trabajo estamos pidiendo poder sentir dignidad; y en esta celebración de San Cayetano pedimos esa dignidad que nos confiere el trabajo; poder llevar el pan a casa. Trabajo, esa T (que junto con las otras dos T: Techo y Tierra) está en el entramado básico de los Derechos Humanos; y cuando pedimos trabajo para llevar el pan a casa estamos pidiendo dignidad".

El Sumo Pontífice narra en el texto sus recuerdos de estas fechas. "Recuerdo conmovido los 7 de agosto en Buenos Aires. La Misa en el Santuario de Liniers y luego el recorrido de la cola de la gente hasta el Estadio de Vélez. Saludar, escuchar, acompañar la fe de ese pueblo sencillo y tantas veces, ante la angustia de hombres y mujeres que quieren y buscan trabajo y no encuentran (…) sólo atinaba a un apretón de manos, una caricia, mirar esos ojos humedecidos de dolor, y llorar dentro. Llorar sí, porque es duro cruzar tu vida con un padre de familia que quiere trabajar y no tiene posibilidad de lograrlo".

El Papa también señala en la carta que "La sabiduría de nuestro pueblo usa un dicho para calificar a quien, pudiendo trabajar no lo hace: “Ese vive de arriba”. Y nuestra gente menosprecia a quienes “viven de arriba”, porque arteramente atisban en ellos una cierta falta de dignidad".

"Que nunca nos falte trabajo, ese trabajo al que nos envía el Señor y que nos confiere dignidad".



El texto cierra "Querido Arancedo: que en esta fiesta de San Cayetano todos los Obispos sepamos acompañar a nuestros hermanos que piden pan y trabajo. Y lo hagamos con cariño, cercanía y oración, y pidamos también para nosotros esa gracia: que nunca nos falte trabajo, ese trabajo al que nos envía el Señor y que nos confiere dignidad" y, como siempre, Francisco señala"no te olvides de rezar por mí. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide".

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