HOMENAJE

Muhammad Alí: Un peso pesado en Buenos Aires

El boxeador vino a nuestro país en 1971 y, tras disputar una plea contra Miguel Ángel Páez, comió un asado en Lanús con Spadone, José Ignacio Rucci y Lorenzo Miguel.

El mundo se despertó con la noticia de la muerte del ícono del boxeo, Muhammad Alí, quien falleció este viernes a los 74 años en Phoenix (Arizona), informó su familia en un comunicado. "Después de 32 años de luchar contra la enfermedad de Parkinson, Muhammad Alí murió a la edad de 74 años", dijo su portavoz, Bob Gunnell. "El triple campeón de pesos pesados del mundo murió en la noche", expresó el comunicado.

La leyenda del boxeo pasó unos días en Buenos Aires, más precisamente en el Alvear Palace Hotel, allá a lo lejos en el tiempo, en los primeros días de 1971, cuando vino en una fugaz gira promocional para juntar un poco de plata. Es que en 1967 le habían quitado el título mundial de los pesos completos por haberse negado a incorporarse a las Fuerzas Armadas norteamericanas para combatir en Vietnam, alegando ser musulman. 

Por esos días, se lo conocía por el nombre Cassius Clay pero en homenaje a su maestro Elijah Muhammad, de la organización político religiosa Los Hermanoso Musulmanes, cambió su nombre por el de Muhammad Ali.

Fue esa la identidad que utilizó para registrarse en el hotel porteño en 1971. Aquí participó del programa televisivo Los 12 del Signo, conducido por Horangel y compró algunas pinturas en la galería Velázquez de la calle Maipú, según relata hoy Fabián Mauri en Revista Un Caño.



En su visita también recorrió el Centro Islámico de la calle San Juan, donde fue obsequiado con un artístico Corán y un pergamino. “Estoy entre mis hermanos”, comentó, “y lamento no poder quedarme a rezar, pero se me hace tarde”. El motivo central de su viaje era una pelea de exhibición frente al argentino Miguel Ángel Páez, en la cancha de Atlanta.

La pelea se desarrolló con total normalidad hasta que un grupo de personas rompió el alambrado de la cancha e ingresó al lugar reservado al ring-side e impidieron que los boxeadores pudieran retirarse del cuadrilátero por un largo tiempo. 

Tras la pelea, invitado por el industrial peronista Lorenzo Spadone, Ali se trasladó hasta los fondos de una fábrica en Lanús para comerse un asado. Allí lo esperaban en el “Quincho de la Cordialidad” José Rucci, secretario general de la CGT; Lorenzo Miguel, secretario general de la UOM; Carlos Spadone, director de la revista Las Bases, órgano oficial del Movimiento Nacional Justicialista entre otros encumbrados ases de la derecha peronista.

Lorenzo le habló del regreso de Perón y de la Tercera Posición. Rucci le anunció la creación del Sindicato del Boxeador. Ali lo abrazó emocionado y le agradeció: “Eso no existe en ninguna parte del mundo”. “El peronismo tampoco” retrucó Rucci.



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