¿CIUDAD VERSUS PROVINCIA?

Historia de dos distritos

Como gobernadora, María Eugenia Vidal deberá enfrentar diversos problemas que ponen en tensión al Gobierno porteño con el bonaerense. Los hospitales, el transporte y sobre todo la basura.

Werner Pertot
La vicejefa de Gobierno porteña, María Eugenia Vidal, es ahora la gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. El doble cargo no es sólo una forma de señalar que la dirigente hizo su carrera política en la Ciudad de Buenos Aires y ahora le tocará conducir el distrito más complejo, más problemático y más populoso del país. También sirve para pensar cómo se comportará la flamante gobernadora ante determinados temas que exigen una postura firme de la provincia ante el gobierno que conducirá Horacio Rodríguez Larreta, que no es otro que el mentor político de Vidal.

Ni en los boca de urna más alocados que filtraba el macrismo ayer por la tarde, en pleno día de la elección, aparecía la posibilidad de que Vidal ganara la gobernación. Sólo cuando tuvieron las mesas testigo del conurbano, muy prudentemente, y a medida que avanzaba la noche, comenzaron a dar indicios de que eso podía ocurrir. Pero no estuvieron seguros hasta ver los datos oficiales a la medianoche. Allí vino el festejo de una noche macrista.

Sin embargo, en los planes originales la candidatura de Vidal era una forma de impulsar a Macri en la provincia de Buenos Aires, sin una expectativa mayor, por lo menos, hasta las PASO. Cuando se les recordaba que no era conocida, los estrategas macristas indicaban: “Tracciona la boleta a presidente. No importa quién vaya a gobernador”. Una prueba de que no habían pensado con seriedad en la posibilidad de gobernar es que, a diferencia de Aníbal Fernández, Vidal no había anunciado ni un solo miembro de su gabinete. Ese silencio contrasta también con la campaña de Macri, que había revelado dos o tres cargos estratégicos para el Gobierno nacional, en espejo con Daniel Scioli.


Ahora deberán aprontarse para gobernar la provincia de Buenos Aires, uno de los territorios más difíciles por su extensión y su densidad poblacional, además de los problemas complejos que se plantea en materia de vivienda, salud, educación y seguridad. Muchas preguntas surgen de este inédito escenario político. Vidal será la primera gobernadora mujer del territorio bonaerense y también será la primera vez desde el gobierno del radical Alejandro Armendáriz –quien gobernó a la par de Raúl Alfonsín- que la persona que está a cargo no es peronista. Si bien Cambiemos se hizo de decenas de intendencias, una mayoría permanece en manos del PJ bonaerense. ¿Cómo será la relación de la gobernadora con esta liga de intendentes? Ni figuras del partido como Felipe Solá o Daniel Scioli la tuvieron fácil en ese frente.

El otro costado complejo es el Congreso provincial. Hasta el 25 los bloques legislativos de Vidal eran exiguos: cinco senadores de 46 y 10 diputados provinciales de 92, sumando en cada caso a los bloques macristas y radicales. Con la buena elección que hizo Vidal, entrarán 13 senadores bonaerenses (lo que la ubica todavía lejos de tener una mayoría o quórum propio) y 19 diputados provinciales. El manejo del Parlamento bonaerense requerirá muñeca política. ¿Se ocupará el vicegobernador electo Daniel Salvador, un radical al que los macristas sumaron luego de un berrinche de la UCR y dejaron afuera, en el proceso, al más experimentado y peronista Cristian Ritondo? ¿Quién será el encargado, si no, del frente parlamentario? Es una de las dudas que surge de este resultado. Ya Vidal indicó que quiere “trabajar en conjunto” la Ley de Presupuesto 2016 del Congreso bonaerense y puso al economista Hernán Lacunza a trabajar en ese objetivo.

Ahora deberán aprontarse para gobernar la provincia de Buenos Aires, uno de los territorios más difíciles por su extensión y su densidad poblacional, además de los problemas complejos que se plantea en materia de vivienda, salud, educación y seguridad. Muchas preguntas surgen de este inédito escenario político.


Otra duda es cómo se comportará Vidal ante el Gobierno porteño, del que todavía forma parte. Cuando empezó la gestión de Macri, su ministro de Salud de ese entonces, Jorge Lemus, trasparentó la idea que tenían de que los bonaerenses usan los hospitales porteños y que debería haber prioridad para los que habitan la Ciudad. ¿Qué pensará Vidal de una iniciativa así, ahora que es gobernadora bonaerense electa? ¿Planteará objeciones a situaciones de ese tipo, en nombre de quienes la votaron?

Un segundo aspecto problemático es el transporte. Allí quizás sea más fácil y más productivo un canal de diálogo entre la provincia y la Ciudad. La gestión PRO ya extendió uno de los metrobuses hasta Vicente López y tiene planes similares para otras zonas de la Ciudad y Vidal ya anunció que incluirá en su gestión seis nuevos metrobuses. Larreta prometió una convergencia de todas las redes de trenes debajo del Obelisco. ¿Será financiada enteramente por la Ciudad o, ahora que hay amarillo de los dos lados de la General Paz, también intervendrá la Provincia?

Pero, indudablemente, el punto más conflictivo y el que más dudas despierta es el problema de la basura. La Ciudad envía al conurbano 3000 toneladas de residuos por día y continúa incumpliendo la Ley de Basura Cero. Tanto el Gobierno bonaerense como diversas ONGs ambientales indican que los cinturones sanitarios, entre ellos el CEAMSE, están colapsados. Esto fue motivo de un conflicto entre los gobiernos en noviembre de 2012, cuando Scioli le envió una carta a Macri en la que le reclamó “que se adecue el envío de residuos sólidos urbanos a la cantidad y calidad dispuestas normativamente". Hay que aclarar: se trata de un problema que precede tanto a Macri como a Scioli y que implica una voluntad de llevar el sistema actual a uno más sustentable de disposición de los residuos.

Indudablemente, el punto más conflictivo y el que más dudas despierta es el problema de la basura. La Ciudad envía al conurbano 3000 toneladas de residuos por día y continúa incumpliendo la Ley de Basura Cero. Tanto el Gobierno bonaerense como diversas ONGs ambientales indican que los cinturones sanitarios, entre ellos el CEAMSE, están colapsados.


Luego del entredicho, en el que el Gobierno bonaerense amenazó con frenar las toneladas de basura porteñas, Macri y Scioli firmaron un convenio por el que acordaron reducir la basura significativamente y construir centros de reciclaje. Inauguraron uno juntos. Sin duda, Vidal intentará seguir por ese camino con Larreta. Pero, ¿qué hará si la Ciudad sigue incumpliendo la Ley de Basura Cero? ¿Defenderá a los bonaerenses? Es probable que esto la ponga entre sus votantes y su mentor político. Son algunas de las decisiones que deberá tomar ahora que, para ella, se termina la campaña y empieza un tiempo de problemas concretos.

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