INAUGURACIÓN

El Palacio Errázuris estrenó cúpula y jardines

La gran cúpula restaurada del palacio Errázuriz y el acondicionamiento de los jardines que lo circundan a su diseño primigenio, fueron presentados esta noche en una reinauguración que le devuelve todo su esplendor


El imponente palacio Errázuriz, sede del porteño Museo Nacional de Arte Decorativo, fue reinaugurado ayer con la presentación de su gran cúpula restaurada y el acondicionamiento de los jardines que lo circundan a su diseño primigenio. El acto fue encabezado por su director, Alberto Bellucci. 

"Las obras de restauración comenzaron hace 24 años, abarcando distintos aspectos del edificio situado en avenida del Libertador 1902, y en esta última etapa, de ocho meses, se recuperaron la cúpula y lo jardines, tras lo cual se continuará con el Salón de baile que se prevé inaugurar en abril próximo", dijo Bellucci en diálogo con Agencia Télam.

"La parte técnica de este proceso es la más difícil", continuó el director de la centenaria construcción, porque se trata de "un trabajo artesanal", con técnicas que vienen desde la Edad Media. Tal vez la restauración más lograda sea la de los jardines traseros del Palacio, al estilo versallesco, una obra que sumada a la cúpula y los jardines de adelante insumió cerca de "cien mil dólares", señaló Bellucci.  "Este trabajo redunda en la revitalización del Palacio, devolviéndole su identidad original, y enmarca las tareas de conservación de sus obras de arte y las donaciones de más de 200 piezas de extraordinario valor", concluyó el funcionario.

Construida en 1916 sobre una estructura de hierro forjado y remachado, cubierta por machimbres de madera para fijar la trama de las pizarras, la cúpula se fue deteriorando y a mediados de los 80 este recubrimiento fue reemplazado por una cubierta de chapas galvanizadas unidas entre sí.

Parte del edificio neoclásico francés -un proyecto del arquitecto René Sergent- perdió su fisonomía inicial que recién ahora vuelve a su impronta original, con las pizarras imbricadas en forma de escamas que cubren sus cuatro lados. A su vez, los jardines fueron proyectados por el paisajista francés Achille Duchêne y se concibieron como parte integral del diseño del edificio, donde sobresalía un trazado geométrico, con grandes canteros.

Una investigación detallada permitió restaurar los parterres de broderie, los canteros, los setos de laurel y el singular dallage (decoración en forma de mosaico vegetal) -que constituye la firma misma de Duchêne- tal como figuraban en las fotografías de principios de siglo XX y en el plano original.

De la recuperación del palacio adquirido por el Estado en 1937 para convertirlo en el Museo Nacional de Arte Decorativo, participaron la Asociación Amigos del Museo y el equipo de Museología encabezado por Hugo Pontoriero. 


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