El subsidio no alcanza: crece la crisis en los hoteles familiares porteños

  El Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad de Buenos Aires (MPD), a través de la Unidad de Seguimiento de Políticas Públicas de Grupos Vulnerables (UGEVU), llevó adelante entre septiembre y octubre de 2025 un nuevo relevamiento en 454 hoteles familiares porteños.

El objetivo fue actualizar y ampliar la información recabada en los estudios previos realizados en 2023 y 2024, ante una emergencia habitacional que se agrava año tras año.

El estudio revela un fuerte desfasaje entre los costos del alojamiento y el monto del subsidio habitacional vigente. En promedio, una habitación para dos personas sin baño cuesta $326.846, mientras que una similar con baño asciende a $378.782. Para un grupo familiar, los valores trepan a $387.060 sin baño y $445.246 con baño. Esto implica que las habitaciones con baño privado son entre un 15% y un 20% más caras y que las destinadas a familias superan ampliamente el máximo del subsidio 690, actualmente fijado en $227.000.

De esta manera, la ayuda estatal solo cubre entre el 42% y el 59% del costo mensual, obligando a las familias a endeudarse o mudarse de manera constante, lo que incrementa su inestabilidad habitacional.

El relevamiento también expone que los hoteles familiares están fuertemente concentrados en pocos sectores de la Ciudad. Cuatro comunas agrupan el 77,5% de la oferta: la Comuna 1 (31,7%), la 3 (27,3%), la 5 (11%) y la 7 (7,5%). A nivel barrial, Constitución (18,7%), Balvanera (18,5%), Almagro (9,3%), Monserrat (8,8%) y San Cristóbal (8,8%) reúnen el 64,1% del total.

A pesar de que el 73,9% de los establecimientos acepta personas que reciben subsidios, todavía persiste un 26,1% que no los admite o no brinda respuesta. Además, solo el 19,8% entrega presupuestos por escrito, documento indispensable para gestionar o renovar la asistencia estatal, y un 1,8% ni siquiera emite comprobantes de pago.

Las restricciones de admisión también resultan alarmantes: más de la mitad de los hoteles no acepta grupos familiares (55,2%), embarazadas ni niños (60,8%). Solo un 7,6% admite personas con tobillera electrónica, un 41,4% a personas trans o travestis y un 54,9% a personas con discapacidad.

El informe advierte además sobre barreras arquitectónicas severas: el 67% de los hoteles solo cuenta con escaleras, el 94,1% carece de rampas y, si bien el 78,6% tiene habitaciones en planta baja, ello no garantiza accesibilidad real. A esto se suman condiciones edilicias deficientes, con un dato especialmente preocupante: apenas 1 de cada 20 hoteles ofrece calefacción.

El relevamiento se integra en una base de datos geolocalizada disponible en línea, que facilita la tarea de defensorías y organizaciones que trabajan con personas en situación de calle o en riesgo de estarlo, así como de las familias que buscan alojamiento en este tipo de establecimientos.

Según el Censo Popular 2025, 11.892 personas se encuentran en situación de calle y 22.500 hogares, unas 44.000 personas, residen en hoteles familiares o pensiones. Así, el MPD advierte que la hotelería familiar continúa siendo un recurso central para la emergencia habitacional urbana, pero su situación actual demuestra un deterioro visible que requiere respuestas urgentes por parte del Estado.