- Opinion
- 13.10.2025
OPINIÓN
"Los créditos de Jorge Macri", por Werner Pertot
El primer (y por ahora único) efecto concreto de las reuniones entre Javier Milei y Mauricio Macri es que al jefe de Gobierno lo volvieron a recibir y destrabaron créditos internacionales.

Todos recordamos cuando Javier Milei le negó el saludo a Jorge Macri, en un gesto más propio de jardín de infantes que de un jefe de Estado. Con la necesidad de la crisis política y económica eso parece estar cambiando. Después de haberse juntado dos veces en una semana con Mauricio Macri, Milei comenzó el deshielo con el Gobierno de la ciudad. No lo hizo él mismo, sino que se ocupó Guillermo Francos, el hombre que está a cargo de “construir gobernabilidad”. La reunión que tuvo con Jorge Macri no se quedó en palabras: comenzaron a destrabar distintos créditos internacionales que tenía la Ciudad y que el Gobierno nacional
tenía pisados. En el Gobierno porteño esperan que la obras que van a encarar ayuden a mejorar la imagen de la gestión, que -por ahora- viene vapuleada.
El encuentro entre Francos y Jorge Macri tuvo un tercer invitado que dejaba en claro para que era: el titular del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Sergio Díaz Granados. Ocurrió 24 horas más tarde del primer encuentro entre Macri y Milei por lo que la causalidad es directa. ¿Qué pasa? Cuando la Ciudad de Buenos Aires o una provincia quiere endeudarse con
un organismo multilateral de crédito, tiene que tener el aval del Estado nacional. En el caso de los créditos que pedía Jorge Macri, la decisión de no dárselos venía de la saña que manifestó Milei después de las elecciones de mayo. Y el destrabe de los créditos viene siendo, igualmente, político.
En la Ciudad, luego de la lista conjunta que armaron con LLA (en verdad, una lista de LLA con unos pocos macristas, finalmente vetados por Karina Milei, que le rechazó dos opciones de candidatos a Mauricio Macri), hay un pacto de no agresión en la Legislatura porteña. Yo lo veo más como un cese temporal de hostilidades, porque si hay algo que está claro es que Pilar
Ramirez –la lugarteniente de Karina Milei- no cambió de opinión sobre la gestión de Jorge Macri, a la que cuestionaba día y noche.
Los préstamos que le están destrabando a Jorge Macri son uno con el BID, que ya destrabó el ministro de Economía, Luis Caputo, y que está destinado a modernizar el sistema sanitario de la Ciudad. Solo resta la firma del decreto por parte de Milei. Los otros dos créditos son del CAF y totalizan 375 millones de dólares. El de 300 millones de dólares es para cambiar todos los
vagones del Subte B y el de 75 millones es para obras de paso a bajo nivel, la eliminación de barreras y la ampliación de la AU Dellepiane. Es decir, obras y más obras. Algo que Milei no parece tener en su menú, pero Jorge Macri sí. De hecho, son obras que la Ciudad inició aún sin los créditos, con recursos propios, pero que ahora podrían apuntalarse.
De hecho, el jefe de Gobierno espera poder darle un nuevo impulso a su gestión hacia la segunda mitad del mandato, que cambie la imagen que parece haberse instalado de “una Ciudad sucia y una gestión descuidada”. La percepción está tan instalada, que hasta con anuncios como que se podrá subir al Obelisco por el valor de 18 mil pesos de entrada, hay gastadas, del tipo: “Ahora vas a poder ver lo sucia que está la Ciudad desde lo más alto”, como escribió el dirigente Daniel Amoroso.
En la gestión porteña, dicen que están pagando parte de la caída de la gestión en los últimos años de Horacio Rodríguez Larreta, cuando el dirigente estaba más concentrado en su candidatura presidencial y la Ciudad ya comenzaba a dar señales de abandono. Señales que, dicen cerca de Jorge Macri, se apresuran a cambiar camino a la reelección. Ahora solo falta que Milei lo vuelva a saludar al jefe de Gobierno, aunque –si la imagen presidencial sigue cayendo- quizás ni lo necesite.
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