OPINIÓN

"La miseria corre por debajo", por Werner Pertot

Si se quieren buscar más indicadores de la crisis económica, uno de ellos es cómo vienen cayendo la cantidad de pasajeros del subte, a la vez que la tarifa duplica ya la de los colectivos.

Werner Pertot
Hay algo que sigo sin entender: ¿por qué la tarifa del subte no puede estar unificada con la de los colectivos? Lo estaba hasta que la Ciudad tomó a su cargo el subte y desde entonces es una historia de desencuentros entre un subte que está cada vez más caro. Ahora estamos llegando a la situación límite de que prácticamente duplica la tarifa del colectivo. Pregunten por el mundo: ninguna urbe que se precie de su planificación tendría un escenario así. A eso hay que sumarle el estado de pobreza general: la plata no alcanza y se está notando en los números del subte. En seis años, la cantidad de pasajeros que transporta el subte se redujo a la mitad.

Por si no quedó claro: no hubo un éxodo poblacional, no se vació la Ciudad ni la Argentina, la gente no tuvo un ataque de claustrofobia que le impidió seguir usando el subterráneo. Descartados estos factores el único que queda es el económico: una política de volver más caro el subte que otros transportes desincentiva el uso de uno de los medios de transporte público más eficaces para resolver problemas de tránsito. Y ni que hablar de la falta de construcción de nuevos kilómetros, que recién ahora con la promesa de Jorge Macri de la línea F se podría comenzar a subsanar.

Volvamos a los datos: un informe del área de movilidad del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) indica que la cantidad de pasajeros del subte viene en caída desde, al menos, dos años. Y nunca recuperó los niveles pre pandemia. Si alguien viajó en subte, ya no se ve un solo barbijo, así que podemos descartar que sea por miedo al Covid-19.

El informe indica que en marzo las seis líneas de subte y el premetro transportaron 14,3 millones de pasajeros", lo que constituye "apenas un 54 por ciento de los casi 27 millones de pasajeros transportados en marzo de 2019, el último año anterior a que la pandemia alterara todos los patrones de movilidad de los ciudadanos". Ahí sí se podría sumar un factor: el teletrabajo. No obstante, es dudoso que pueda explicar semejante caída, más cuando es una tendencia que lleva años revirtiéndose. El estudio indica que los cambios de hábitos pospandemia se notaron en otros países, pero en la comparación surge que ninguno tiene una caída como la de Argentina. Literalmente el informe dice que nuestro país “es el único que desde mediados de 2023 muestra una tendencia persistente a la baja, mientras que el resto continúa una lenta recuperación hacia los valores anteriores".

La caída de pasajeros se mantiene desde marzo de 2023, lo cual tampoco es raro: el último año de Alberto Fernández tuvo una inflación galopante que condicionó económicamente a los sectores que usan transporte público. Los 14,3 millones de marzo de este año constituyen "un 80 por ciento de los 18,2 millones de pasajeros transportados en marzo de 2024 y un 70 por ciento de los 20,6 millones de pasajeros transportados en el mismo mes de 2023". Si hubo una recuperación el año pasado (que justo coincide con el corto período en que la tarifa del sube estaba por debajo del colectivo), hay una caída que es consistente y que se está profundizando.

La principal explicación de esto, concluye el informe, está en la suba indiscriminada de la tarifa del subte, que se convirtió en “expulsiva” y hoy ya es un "desincentivo explícito al uso del subte". Decíamos que esto comenzó con el traspaso a la Ciudad, pero miren la diferencia: con Mauricio Macri “entre enero de 2013 y enero de 2024 la tarifa del subte fue un 42 por ciento más cara que el boleto de colectivo en su primera sección", según el informe.

En cambio, con Jorge Macri, desde mediados del año pasado se dio “un desfasaje nunca antes visto: en junio de 2024 el boleto de subte para pasajeros con tarjeta SUBE registrada alcanzó los 650 pesos, frente al boleto mínimo de colectivo de 270 pesos. Desde entonces, para el pasajero, el costo de viajar en subte duplica al de tomarse un colectivo incluso desde que, en septiembre de 2024, el GCBA adquirió la potestad regulatoria sobre las 31 líneas de colectivos que circulan exclusivamente en la Ciudad".

La conclusión es obvia: gente que usaría el subte hay, lo que está pasando es que le resulta muy caro. La política de desincentivar el uso del transporte más eficiente para volcar a la población a obturar las calles no tiene ningún correlato lógico. Ojalá alguna vez emprendamos el camino hacia una tarifa única o incluso opciones mejores que permitan combinar varios transportes.

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