CIUDAD

"Privatizan hasta el Obelisco", por Werner Pertot

El Gobierno porteño construyó un mirador para subir al Obelisco y avanza en dejarlo en manos privadas con un canon que consideran irrisorio. El Estado bobo, una vez más, hace su aparición.

Werner Pertot
Acto uno: El Gobierno de la Ciudad acondiciona el Obelisco con dinero público para que tenga un mirador al que van a querer subir turistas y porteños. Acto dos: se lo entrega a un privado para que se quede con la recaudación. Acto tres: El Estado, que es dueño del monumento e invirtió para construir el mirador, se queda solo con un canon irrisorio. ¿Cómo se llama la obra? Estado bobo, modelo 2025.

Es así, amigos. Desde que cubro Ciudad como periodista he visto innumerables ejemplos de concesiones del Gobierno porteño que parecían un chiste. Un caso notorio era Costa Salguero, donde una empresa pagaba dos monedas al Estado, se daba vuelta y subconcesionaba el predio público por fortunas. Un auditor una vez hizo el cálculo que con el valor de una pelotita del golf que funcionaba allí ya se pagaba lo que le correpondía al Estado y el resto, era todo ganancia. Otro negociado similar, que venía desde el menemismo pero que el macrismo prolongó, era el de las grúas: otra vez, un canon bajo para el Estado y toda la recaudación para la empresa.

Y ahora tenemos lo que va a pasar con el Obelisco. La Ciudad construyó un mirador, para turistas y argentinos que quieran hacer la de Pizza, birra y faso y ver la Ciudad desde arriba del Obelisco. Tengo que decir que cuando vi lo que estaban haciendo, me pareció una idea genial. “Bien, Jorgito”, dije. Ahora la Ciudad va a sumar otra fuente de recaudación. Después de todo, ¿cuánto se necesita para gestionar un mirador? Con algunos empleados de Cultura o de Espacio Público estamos. Incluso se puede destinar guías turísticos. Sus sueldos se pagan solos con lo que van a recaudar.

Pero noooo. Al toque me enteré de que se lo van a concesionar a un privado. La Resolución 107, publicada el 23 de mayo, llama a licitación pública para dejarlo por cinco años en manos de algún privado. ¿Por qué cinco años y no más, como hacían en otra época? Porque están flojos de mayorías en la Legislatura y un plazo mayor implica la aprobación legislativa.

De esta forma, quedará privatizado el monumento icónico de Buenos Aires, construido en 1936 como parte de la conmemoración del cuarto centenario de la fundación de Buenos Aires. La hicieron una empresas alemanas bajo el diseño del arquitecto Alberto Prebisch

Recién en junio, cuando se abran los sobres, nos enteraremos de quién será el afortunado que se quedará con la recaudación de la atracción turística, mientras el Estado porteño cobra un canon fijo por la concesión: tan solo 14.500.000 pesos.

Lo único bueno: prometen que la empresa tendrá que poner una tarifa diferenciada para quienes seamos argentinos y queramos subir. No tendremos que pagar la tarifa turista.

Ya hubo reclamos de abogados como Jonathan Baldivieso, quien advirtió que están avanzando si una Audiencia pública, que es requerida cuando la Ciudad modifica el uso de bien público de un espacio (en este caso, un monumento) y lo entrega a manos privadas. También advierte que es Monumento Histórico Nacional.

Quien piense que algo de esto va a detener al PRO…

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