OPINIÓN

"La guerra contra las personas en situación de calle", por Werner Pertot

Un posteo de Jorge Macri donde trataba a las personas en situación de calle como si fuera basura llevó a un enfrentamiento entre funcionarios y ex funcionarios PRO.

“Fue una publicación poco feliz”, admitió el jefe de Gobierno, Jorge Macri, sobre una serie de posteos que hizo sobre “limpiar la ciudad” donde se veía a personal del Gobierno porteño removiendo personas en situación de calle, sacando sus pertenencias con un final desconocido y luego limpiando a mangerazos el lugar donde habían terminando durmiendo. El posteo, pese a las disculpas, hizo sistema con una declaración de su jefe de Policía, Diego Kravetz, que equiparó a los sin techo con delincuentes. El posteo desató una pelea entre la ex ministra de Desarrollo Humano, Maria Migliore, quien advirtió que no se puede tratar a personas desamparadas como basura (qué baja que está la vara) y su sucesor en ese ministerio, Gabriel Mraida, quien le contestó.

La publicación de Jorge Macri, titulada “Operativo especial de orden y limpieza en Recoleta y Palermo”, generó una inmediata polémica en Twitter y redes afines. Es que tenía todos los elementos para el desastre: se habla de “limpiar la ciudad” y se muesta personas en situación de calle que luego desaparecen, junto con la basura. En los Simpsons hace muchos años había habido en chiste algo similar, donde la ciudad mejoraba y un homeless era reemplazado por un buzón de correo. También Pedro Saborido recordó que en Peter Capusotto y sus videos, el personaje nazi Micky Vainilla tenía un scketch con personas sin techo que era similar a la propaganda del Gobierno de la Ciudad.

“Uno de los pedidos que nos hacen los vecinos es que el espacio público, además de que sea seguro, esté limpio y ordenado. Por eso realizamos estos operativos especiales de los que participan el área de Ordenamiento del Espacio Público, la Policía de la Ciudad, miembros del programa Buenos Aires Presente y la cuadrilla de limpieza intensiva”, decía uno de los posteos. En ningún caso se aclaraba qué era de la vida de las personas que “removían” del lugar que estaban “afeando” (el término sale de una consultoría que había encargado el mismo Gobierno porteño, donde se pedía registrar lugares con basura y con personas sin techo por igual).

Esto hace sistema con algo que viene ocurriendo con esta gestión en particular. Sin ir más lejos, deciamos en la última columna: “El jefe de la Policía de la Ciudad, Diego Kravetz, dijo sobre las personas en situación de calle: "La mitad de las personas que no entran en el sistema del Estado y están en situación de calle tienen antecedentes penales. Y son peligrosas: tienen armas impropias: faca, cuchillo o destornillador". No es la primera vez que un funcionario porteño tiene una mirada despectiva (casi al borde de pedir una limpieza social de las calles): en la campaña del año pasado, fue Jorge Macri el que dijo que algunos se creían que un cajero automático era “un monoambiente”. Casi como si las personas en situación de calle vivieran una vida de lujos y de avivada. Kravetz profundizó esa línea: “Les gusta vivir en las ranchadas”. No se trata de que estas declaraciones “le gusten al progresismo o no”, como dijo Kravetz, se trata de que la persona que detenta la autoridad sobre la fuerza policial que puede cometer todo tipo de abusos sobre las personas más vulnerables socialmente da un diagnóstico de que son peligrosas para la sociedad. Y de ahí a las soluciones finales, no hay mucho recorrido. De hecho, las organizaciones que trabajan con personas en situación de calle advierten que el año pasado las situaciones de violencia sobre esa población aumentaron un 89 por ciento”.

Los posteos se sumaron a ese cuadro de situación, donde ya se venía ejerciendo violencia simbólica sobre las personas que no tienen –literalmente- nada, y solo faltaba pasar a la violencia física.

Esto generó problemas incluso dentro del PRO. La exministra de Desarrollo Humano de la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, María Migliore, salió al cruce y dijo: “Las personas no son basura, no son descartables. No son algo que tenemos que ‘limpiar’. Una persona en situación de calle es alguien que además de estar en situación de pobreza perdió toda vinculación familiar, social, que está atravesando una situación de mucho dolor. Entonces, no podemos hablar y mostrarlas como si fueran un objeto a mover para limpiar un lugar. Eso no ayuda a cambiar su situación. El enfoque es otro, uno que no deshumanice. Porque la calle no es un lugar para vivir. Para nadie. Nunca”, remarcó.

Para quienes no lo recuerden: Migliore era ministra de Horacio Rodríguez Larreta y renunció a su cargo a penas se confirmó que Jorge Macri sería el candidato único del PRO (cuando Larreta bajó al último de sus candidatos, Fernán Quirós, que sigue en el Gobierno hoy).

En su lugar quedó alguien de su equipo, Gabriel Mraida, que sigue como ministro hasta hoy y que tuvo la misión de salirle al cruce de lo que dijo sobre Jorge Macri: “Definitivamente la calle no es un lugar para vivir. Por eso, desde que asumió @jorgemacri esta problemática histórica se convirtió en una prioridad de la Ciudad, con decisión y más herramientas, sin romantización, ni asistencialismo”.

¿Se abre una guerra entre larrismo y jorgemacrismo? ¿O son solo chisporroteos con una dirigente que –se sabe- a Jorge Macri no lo puede ni ver?

Las organizaciones que trabajan con personas en situación de calle no dejaron de recordar que otro Macri, Mauricio, tuvo la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) que tuvo una causa judicial por agredir a personas en situación de calle.

En la película El día de la bestia, Alex de la Iglesia presenta un grupo llamado “Limpia Madrid” que prende fuego a personas sin techo en España. Lo peligroso es que esas ficciones se empiecen a acercar a una realidad con discursos violentos que son avalados desde el Estado.

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