MEMORIA

Un libro reúne textos y recuerdos de presas políticas durante la dictadura

"Impresas políticas" es la primera obra del sello Capitana Editora y recopila poemas, cuentos y dibujos de nueve mujeres militantes que le pusieron palabras a su encierro, algunas en Rosario y otras en la cárcel de Devoto.


Hay dibujos en tinta y lápiz. Libritos de cuentos atados con rústicos hilos de colores y figuras troqueladas en papel. Pero también poemas, narraciones de momentos cotidianos: la anhelada visita de los hijos, la “guerra” contra las chinches que invaden celdas y colchones, la gratitud con las mujeres, madres, hermanas, amigas, que reemplazan, contienen, cuidan y visitan.
 
Todos esos tesoros se leen o salen de entre las páginas de “Impresas Políticas”, el primer título del sello Capitana Editora de Rosario que se presenta en la librería Céspedes del barrio de Colegiales. El volumen que tiene una tapa lisa en color ocre, con alguna reminiscencia de los tradicionales Cuadernos Rivadavia es el primero en recuperar las expresiones artísticas desarrolladas por ex presas políticas de los años 60 y 70 en contexto de encierro. Se editó en 2022 y tuvo su segunda impresión en marzo de 2023 que es la que ahora llega a Buenos Aires.
 
“La idea del libro surgió en el taller de impresión que se llama precisamente Capitana donde se realizaban tareas de impresión, y, por otra parte, de mi preocupación como politóloga por los pocos escritos que encontraba de mujeres militantes de los 60 y los 70”, cuenta Luciana Bertolaccini, quien editó el texto junto a Victoria Gómez Herrera y Cristina Rosemberg quien luego dejó el proyecto y fue reemplazada por Magalí Roviglione. Luego argumenta: “Encontraba muchos textos de Francisco Urondo, Juan Gelman y Rodolfo Walsh, entre otros pero no había voces de mujeres. Lo descubrí cuando me invitaron a participar de un acto del 24 de Marzo en el cual podía leer algo mío y algo de otro autor y me costó encontrar algo de Ana María Ponce, desaparecida que estuvo en la ESMA o Alicia Eguren, pareja de John William Cooke. Pero eran poemas sueltos”.
 

Su obsesión la llevó a recorrer archivos documentales y bibliotecas en busca de un nombre o un texto, hasta que, como “aquel fusilado que vive” que significó para Rodolfo Walsh el comienzo de la investigación que dio origen a “Operación Masacre” a Bertolaccini le llegó el dato de “una ex presa que escribía”. Luego descubrió que las redes que se tendieron en la cárcel todavía funcionaban así que una la llevó a la otra y pronto fueron varias las militantes que las recibieron en su casa en busca de la literatura de aquellos años de encierro:  “Tenían que tomar confianza, y entender lo que queríamos hacer, que íbamos en busca de sus voces. Entonces, en determinado momento, aparecía la caja de sus recuerdos, donde tenían dibujos, cartas, escritos, cuadernos que habían logrado sacar o que habían guardado sus familiares cuando se los mandaron”.
 
Las editoras decidieron centrarse en expresiones literarias y no testimoniales, y de ex detenidas de Rosario o sus proximidades. Se quedaron con nueve mujeres: Alicia Kozameh, Ana Esther Koldorf, Élida Deheza, Irma Antognazzi, Laura Ojeda, Liliana Arrastia, Margarita Drago, María del Carmen Sillato y Marta Ronga. Luego seleccionaron con ellas las producciones para convertirlas en un libro que comenzó antes de la pandemia y demoró cuatro años. Pero durante las lecturas y la revisión de aquellas cajas surgían explicaciones o anécdotas que decidieron incluir en el libro como inserts en papel azul que le aportan al lector datos de contexto. “Quisimos recuperar cierta simbología, la letra chiquita, los dibujos en tinta o los cuentitos escritos para los hijos, decorados con hilos de colores que sacaban de las toallas que usaba. Fue un desafío materializar esos documentos”, apunta la editora.
 
Las nueve mujeres que incluyeron sus textos en “Impresas políticas” estuvieron presas en la Alcaldía o la Jefatura de Policía de Rosario y la cárcel de Devoto en Buenos Aires. Algunas se conocieron durante su reclusión, y otras en las lecturas y charlas para el libro. Algunas se dedicaron a la lectura y otras, a otras profesiones. Hay quienes viven en la Argentina y quienes emigraron a Estados Unidos y Canadá. “Compartieron la necesidad de expresar su subjetividad. Para encontrar un resquicio donde disfrutar de algo y donde resistir”, analiza Bertolaccini, quien cuenta que su editorial también seguirá resistiendo y publicará más materiales de Memoria, Verdad y Justicia, y, quizás, también otras colecciones para dar cabida a otros materiales.
 
Reconozco// en la ternura de tu letra// a la mano compañera// a la claridad de la idea// a la fuerza que en nuestras vidas// debe mantenernos // hermanas, unidas”, le escribe Laura Ojeda a su hermana Ofelia, en uno de los poemas que recopila el libro. “Son textos que logré sacar cuando salí en libertad y otros que le mandé a mi hermana y ella guardó. Hay uno en el que hablo con humor de las chinches que solían aparecer. Era un modo de no preocupar a la familia, de resistir y no permitirnos quebrarnos”, cuenta la autora. 
 
Por su parte, Irma Antognazzi sumó al volumen el recuerdo de la primera visita en la que le permitieron recibir por 15 minutos a su hijo de cinco años. Cuenta que los chicos llegaban traídos por madres, hermanas o amigas amorosas y que tenían que entrar solos, así que muchos se quedaban llorando en la puerta antes de ver a sus mamás. “También hay un poema que escribí en el calabozo de castigo, de memoria, porque no te dejaban tener papel y lápiz. Fui escribiendo y borrando en mi cabeza. El calabozo te hacía poeta”, reflexiona y recuerda que tanto los textos que entraban como los que salían de la cárcel eran revisados cuidadosamente por las autoridades y a veces sufrían tachaduras o sellos que anunciaban “censurado”. “Por eso nos volvimos expertas en el arte de decir las cosas de modo metafórico o críptico para que no se entendiesen fácilmente”, explica Irma de 82 años, que fue docente y experta en historia viva, y es ella misma parte de esa historia viva.
 
Dónde escucharlas, cómo leerlas
“Impresas políticas” se presenta en Buenos Aires con la presencia de las editoras y de algunas de sus autoras, quienes contarán su realización y leerán algunos de los textos. Hoy jueves a las 18.30 horas en la Librería Céspedes (Av. Álvarez Thomas 853). La siguiente presentación será el viernes a las 18 horas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (Aula B201, José Bonifacio 1337, 2° piso). La última fecha de la “gira” será el sábado a las 17 horas en el Centro de Arte de la UNLP (Calle 48 nº 575 e/ 6 y 7. La Plata).
 
Desde esta semana el libro se vende tanto en Céspedes como en Futurock (Medrano 707, CABA).


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