NACIÓN

“Hay que hacer el ajuste al que no trabaja”, opinó la candidata libertaria Diana Mondino

La elegida por Javier Milei para encabezar la lista de diputados nacionales en las próximas elecciones afirmó que “hay que sacarle a la gente que no está haciendo algo productivo en Argentina”.


La candidata a diputada nacional de Javier Milei, Diana Mondino, habló sobre el plan de gobierno que tiene el espacio y anticipó que buscarán realizar “un ajuste al que no trabaja”. En ese plano, recalcó que si llegan a Casa Rosada propondrán “sacarle a la gente que no está haciendo algo productivo en Argentina”.

“La situación está muy complicada porque la Argentina está teniendo bastante rápido un montón de problemas para producir. Entonces, no se produce más, no se contrata gente. Es como esos engranajes que se van trabando de a poquito y después ya no pueden funcionar. Me parece que la economía argentina está en una situación similar y fijate que ni mencioné el dólar ni la inflación”, desarrolló en diálogo con Radio La Red.

Sobre el presente económico y la intención de dolarizar la economía, Mondino enfatizó en que “la dolarización ya está ocurriendo”, en tanto insistió en que Argentina “está teniendo un montón de problemas para producir”.

Consultada por su candidatura dentro de La Libertad Avanza, señaló que es una gran responsabilidad, a la vez que adelantó que puede “aportar sentido común, experiencia, tratar de ver si las medidas interesantes en el papel se pueden aplicar, qué riesgos generan y qué posibilidades nos pueden dar”.

Por último, habló de la polémica que desató a raíz de las declaraciones donde cuestionó a Santiago Cafiero, cuando en referencia al funcionario del gobierno de Alberto Fernández dijo: “Yo me baño y hablo inglés”.

Confesó que “fue una entrevista de media hora donde se hablaron muchísimos temas” y remarcó que “al final hicieron algo que le llamaron ping pong, donde tenés que contestar rapidísimo con una o dos palabras y no tenés tiempo de articular una idea o de explicitar algo”. Además, lejos de bajar los decibeles de la disputa, sentenció: “Una Cancillería moderna ya no es comer sanguchitos e ir a cócteles”.

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