MUNDIAL

Festejos en sitios emblemáticos maradonianos tras el triunfo de la Selección en Qatar

Uno fue el santuario de Maradona en la cancha de Argentinos Juniors de La Paternal, otro fue la casa de Maradona en Villa Devoto.


Sobre la avenida Boyacá al 2100, en la cancha de Argentinos Juniors, cientos de hinchas enfundados con camisetas "albicelestes" de diferentes períodos, acompañados de bombos y banderas, cantaron por el nuevo seleccionado campeón del mundo, con Lionel Messi como genio y figura.
 
La consagración del seleccionado argentino en Qatar 2022 despertó una ola de festejos a lo largo y ancho del país y el santuario dedicado a Diego Maradona fue uno de los tantos elegidos para rendir tributo al equipo de Lionel Scaloni.

Los diferentes rostros ilustrados de Diego Maradona sobre la pared del estadio de Argentinos Juniors, que lleva su nombre, observaron la alegría de un pueblo que siguió cada alternativa del partido ante Francia, con una definición por penales para el infarto.

Los hinchas eligieron la canción elegida por la Selección, "Muchachos" de La Mosca, para alentar y vivir una jornada de fiesta, bajo el sol de la calurosa tarde del domingo de diciembre en el barrio de La Paternal.

Con choripanes, chapuzones en la pileta, ruegos al Diego y una alegría indescriptible, vecinos y vecinas de Villa Devoto y zonas cercanas celebraron la obtención de la Copa Mundial de Fútbol en lo que fue la casa de Diego Maradona en ese barrio porteño.
 
Fue una verdadera fiesta total en el chalet de Villa Devoto. La gente se concentró desde la mañana en la calle Cantilo al 4500, frente a la casa donde vivió Diego Armando Maradona, para celebrar la previa de la final del Mundial de Qatar entre el seleccionado argentino y Francia.
 
En el frente de la casa un gran pasacalle decora el barrio con la frase: “Y al Diego en el cielo lo podemos ver con Don Diego y la Tota, alentándolo a Lionel”. Los vecinos y vecinas pudieron ingresar al antiguo chalet de Villa Devoto, atendidos por el dueño.
 
Ariel, dueño de la propiedad, indicó a Télam que “esperamos un montón de gente para hoy. El otro día, después de la victoria contra Croacia, se juntaron más de mil personas”. El chalet se transformó para algunos vecinos en un lugar de cábala, luego de los resultados positivos del combinado dirigido por Lionel Scaloni.
 
Valentín, un vecino de Villa Bosch, indicó “con los chicos vinimos acá en el partido contra México y la verdad nos dio mucha suerte. Además, este es un lugar mágico”. Una hora antes del partido, los espectadores empezaron a cantar por Maradona, con mucha emoción y fervor.
 
Mientras los organizadores del evento entregaban banderas y vuvuzelas para alentar a la selección, una gran cortina de humo proveniente de las parrillas se apropió del lugar. En las parrillas ubicadas detrás de las pantallas el aroma de los chorizos y vacío en la parrilla impregnaba la casa.
 
Susana, vecina de La Paternal y fanática de Argentinos Juniors, pudo visitar por primera vez el chalet de Devoto. “Imaginate para mí que soy fanática del bicho y pisar este césped que lo tocó el mismísimo Diego (Maradona). La verdad estoy con las pulsaciones a mil”, indicó la vecina que mostró una camiseta del club de La Paternal firmada por los jugadores, incluida la de Alexis MacAllister, mediocampista de la selección argentina.
 
Momentos previos al comienzo del partido, los organizadores colocaron la réplica de la Copa del Mundo en un pequeño altar al lado de una virgen de Luján, rodeado de laureles, además de tachos con bebidas para que los visitantes se puedan hidratar.
 
“Muchachos” y “el que no salta es un inglés”, se cantaban dentro del chalet. “Un día los hijos de tus hijos preguntarán por él”, señala una bandera celeste y blanca que llevaba Sergio con la cara del 10, un integrante de la Iglesia Maradoniana. El “Cóndor”, como se apoda, señaló: “El Diego es lo más grande que hubo y estoy seguro que desde el cielo estará alentando como todos nosotros”.
 
Se emitieron una serie de imágenes del “Pelusa", al ritmo de La Mano de Dios de Rodrigo y “Para siempre” de los Ratones Paranoicos. Algunos hinchas se tiraron a la pileta del lugar, mientras otros agradecían los sándwiches.
 
Gonzalo, un vecino del barrio de Devoto señaló que “este es nuestro lugar de congregación para los que quisimos y queremos a Diego”. A comienzos de los años 80, luego de su pase de Argentinos Juniors a Boca, Maradona le regaló a sus padres Doña Tota (Dalma Salvadora Franco) y Don Diego (Diego Maradona) la casa ubicada en el barrio residencial, que cuenta con 700 metros cubiertos.
 
El momento en que Diego compró la casa se ve reflejada en la decoración, los detalles de mármol y cerámica, característicos de la época. Uno de los seis dormitorios que componen la propiedad, el único con baño privado era el que utilizaba el astro del fútbol en sus días de descanso.
 
El patio está tapizado con césped sintético puesto especialmente por Diego Armando, en tanto que el quincho, donde se celebraban los asados hechos por Don Diego y se comían los ravioles preparados por Doña Tota.
 
En las puertas de vidrio de la casa, una gigantografía montada con la imagen de Diego Maradona junto a su familia tenía una frase que resultó premonitoria: “La vida siempre nos da una segunda oportunidad”.


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