CIUDAD

Once escuelas tomadas: estudiantes denuncian que “la persecución política no para”

Así lo aseguró una estudiante de la Escuela Danzas 1 a Nueva Ciudad. Mientras el GCBA avanza con la criminalización de la protesta, el estudiantado aseguró: “Este protocolo antitoma solo nos da ganas de luchar”.

Al menos once escuelas de la Ciudad están tomadas por las y los estudiantes en reclamo de viandas de calidad nutricional, mejor infraestructura edilicia y en contra de las prácticas laborales en empresas. Además, denuncian las presiones y amedrentamiento del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y de la ministra Soledad Acuña.
 
La Escuela Normal Superior Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg -conocida como "Lengüitas"-, la Escuela Superior Especializada en Cerámica N° 1, la escuela Federico García Lorca, el colegio Mariano Moreno, la Escuela Superior de Educación Artística en Artes Visuales Rogelio Yrurtia, la Escuela de Música Juan Pedro Esnaola, la Rodolfo Walsh, la Nicolás Avellaneda, el Liceo 5 Pascual Guaglianone, y el Osvaldo Pugliese continuaban hasta esta mañana tomadas por sus estudiantes
 
“La persecución política no para”, asegura a Nueva Ciudad una estudiante de la Escuela Danzas 1, que se sumó a las tomas. En particular en este colegio, el reclamo se centra en las viandas y la persecución política que estan sufriendo la comunidad educativa.
 
“Sobre las viandas, hace años pedimos al Ministerio de Educación y al Gobierno de la Ciudad un mejoramiento del plan de  alimentación para secundario y primario”, indicó y detalló: “Los sanguches que vienen de parte del Estado no alcanzan y encima vienen en malas condiciones”.
 
“Somos un colegios artisticos pasamos 11 horas en la escuela y muchos no pueden comer en las casas por lo que dependen de lo que entrega el Estado, que es un sanguchito de queso y una fruta, que muchas veces llegan prodridos”, explicó y contó que en una ocasión “se encontró un pedazo de guante de hule en los sanguches”.
 
En ese sentido, desde añas, el estudiantado de esta escuela pide crear un comedor institucional con servicio de comida caliente y gratuita. “Tenemos todas las instalaciones, se podría, pero no hay repsuesta hace años”.
 
Por otra parte, la estudiante llamó la atención sobre las presiones que sufren los centros de estudiantes por parte del Gobierno de la Ciudad cuando se organizan. “La persecución política a centro de estudiantes desde el Ministerio de Educación viene desde hace años”, indicó.
 
Así, relató que se introdujo una reforma en los “términos y condiciones de los centros de estudiantes, y allí no se permite tener un centro con organización horizontal ni diagonales, sino que solo vertical”. “Como que te tenes que amoldar a su mecanismo y su idea de lo que es un Centro de Estudiantes. Están todo el tiempo poniendo barreras como amenazar en las asambleas”, agregó.
 
También haló sobre el protocolo anti-toma del Ejecutivo porteño, en el que los padres y amdres deben firmar para hacerse reponsables de lo que suceda y podrían ser denunciados, tal como aseguró esta semana la propia ministra Soledad Acuña.  
 
Personalmene con la toa se esta recontra apretando a los centro de estudiantes para evitarlas llegan todo tipo de amenazas desde el GCBA con le protoco antitoma en el que los padres tiene que firmar y responsabilizarse de lo que pasa en le colgeio. Lo que no firman, nada es un hecho, pero al mimso tiempo lo expresan los medios de que existe la posibilidad de denuncien a sus padres.
 
“Hay colegios y alumnos con amenazas de abrir causas penales. Se quiere meter miedo y lo logran, pero el estudiantaado desde hace años estamos con estas lucha. Este protocolo antitoma solo nos da ganas de luchar, al miedo se lo aguanta”, sentenció.
 
Por su parte, desde la  Coordinadora de estudiantes de Base agreagron otro conflicto. “El estudiantado está en un conflicto constante con la ministra Soledad Acuña, principalmente por el avance de las pasantías planteadas en la Secundaria del Futuro”, indicaron.
 
“Estás proponen poner a les pibes a laburar gratis y exclusivamente en empresas privadas y estatales. No solo nos educan para la precariedad laboral, sino que también excluyen a las cooperativas, clubes y asociaciones civiles de vincularse laboralmente con les estudiantes”, agregaron.
 
“A esto se suman las condiciones edilicias de los colegios que atentan contra la seguridad de las comunidades educativas y las viandas que llegan a cubrir 1/3 del estudiantado y vienen en malas condiciones”, concluyeron.


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