CULTURA

La Feria de Editores fue la más convocante de su historia

La edición 2022 reunió a más de 280 sellos en el Complejo C Art Media de Chacarita y fue visitada por 18.000 lectoras y lectores en los tres días que duró la feria.


Con un gesto que da cuenta de la vitalidad de la edición independiente en el país, unas 18.000 personas participaron este fin de semana de la onceava edición de la Feria de Editores que reunió a más de 280 sellos en el Complejo C Art Media y se convirtió en la versión más convocante desde que abrió sus puertas por primera vez en 2013.
 
Las cifras que desde el comienzo marcaban un alza en el tamaño de la convocatoria - que pasó de 200 stands en 2021 a 280 en esta ocasión - tuvieron su correlato en la concurrencia, ya que mientras la edición anterior había reunido a 16.300 personas en el Parque de la Estación en un formato híbrido que fusionó charlas presenciales y virtuales, en este caso fue visitada por un total de 18.000 lectoras y lectores.
 
Las calles internas del predio - bautizadas con criterio literario como Juan José Saer, Sara Gallardo, Hebe Uhart, Ricardo Piglia, Juan Forn y Tamara Kamenszain - lucieron abarrotadas de visitantes que durante los tres días hicieron hasta cuatro cuadras de cola para ingresar. La demora les permitió garantizar la circulación y que los lectores pudieran disfrutar de los libros.
 
"Logramos armar un espacio de casi 100 metros para que pudieran esperar bajo techo y para amenizar la espera recibían una impresión de Prensa la Libertad, podían ver un show de magia y tomar un café de especialidad de cortesía. La FED es un evento público y gratuito consolidado para el mundo editorial, pero también es un paseo", reflexionó a Télam al cierre el cocreador de la FED y de Ediciones Godot, Víctor Malumian quien, preocupado por las colas, cronometró el tiempo que llevaba llegar a la puerta. "Lo máximo de espera fueron 6 minutos porque había circulación, no era grave", contó con precisión.
 
Los sellos convocados dieron cuenta de un criterio federal y de trascendencia del mapa local: 50 de los 280 no son de Buenos Aires y 40 de esos 230 restantes son del exterior. Según Maluamian, el balance de las jornadas fue positivo para los nacionales y los internacionales que lo consultaban sobre cómo reservar para estar presentes el próximo año.
 
El encuentro creció a medida que pasaron los días. Para la primera jornada, el 90% de los stands había logrado recuperar el alquiler del stand, para la segunda, 9.600 lectores habían pasado por el predio y el domingo la concurrencia fue de 8.100 personas.
 
"La cantidad de gente fue increíble. Vendimos muy bien a libreros y a lectores y notamos mucho interés en nuestro catálogo. Además, hubo una gran afluencia al espacio de la mini FED, un espacio para las infancias que armamos en un sector", repasó para Télam Luciana Kirschenbaum, del sello de literatura infantil y juvenil Limonero. "Solemos decir que las ferias del libro son como fiestas, pero realmente la FED me parece una fiesta, sin mediación de ninguna metáfora. Uno se encuentra, comparte e intercambia entre muchos autores, lectores y escritores que están felices de asistir", define.
 
Para Joana D´Alessio, editora y creadora del sello Vinilo y del infantil Ralenti, la FED fue "una bomba". "Nos fue bárbaro con las ventas. El año pasado era la salida del encierro y eso generaba cierta euforia por la situación social. Este año, creo que la gente tuvo más resto para reparar en los libros, para buscar una editorial que les gusta mucho. Siempre es lindo encontrarse, pero ahora pareciera haber más tiempo y disponibilidad para hablar de literatura". Gimena Bilbao, quien también estuvo en el stand del sello, destaca la sed por "saber, preguntar y curiosear" con la que se acercaban los lectores. Si bien D´Alessio este año notó cierta revitalización de lo literario por sobre lo coyuntural, extrañó estar al aire libre porque las jornadas son largas.
 
El escritor y traductor Martín Castagnet participó de la feria como encuestador: "Todos los años realizamos una encuesta, organizada por la propia FED y el Centro de Estudios y Políticas Públicas del Libro de la UNSAM, que coordina Alejandro Dujovne, para conocer a quienes se acercan a la feria. El objetivo es descubrir hábitos de lectura, qué editoriales y autores siguen, cómo es su consumo de libros y a través de qué medios. El resultado de este relevamiento anual es importante para nuestro presente y confiamos en que eventualmente también será una fuente de información muy rica para la historia nacional del libro y la edición".
 
Castagnet, quien fue elegido por Granta como uno de los mejores autores sub 35 en lengua castellana, estuvo presente en el stand de Cúmulus Nimbus con su traducción de "Diecisiete sílabas", el libro de cuentos de la japonesa-norteamericana Hisaye Yamamoto
 
Santiago La Rosa, editor del sello Chai, hizo un balance sumamente positivo de las tres jornadas. "Nos fue muy muy bien con las ventas y las novedades tuvieron mucha fuerza. Hubo gran cantidad de compras chicas. Entre viernes y sábado, vendieron más que en la edición 2021 y también más ejemplares que durante toda la Feria del Libro", comentó a Télam el editor. Las novelas de Cynan Jones y "Autorretrato" de Celia Paul fueron las estrellas del catálogo de Chai. La charla de Peter Orner impulsó las ventas de su libro, "¿Hay alguien ahí?" y generó gran expectativa entre los lectores que esperaron más de una hora para irse con su ejemplar autografiado.
 
Hubo otras visitas internacionales de lujo como la consagrada autora mexicana Margo Glantz; la filósofa y socióloga eslovena Renata Salecl; la especialista canadiense en urbanismo y género, Leslie Kern, y desde Brasil la escritora feminista y crítica literaria Amara Moira.
 
Nicolás Leyton de la editorial chilena La Pollera celebró el interés de los lectores argentinos por el catálogo. "Ha sido muy lindo ver cómo el trabajo y la organización de la FED, que integra a editoriales y libreros y que fortalece finalmente a toda la cadena del libro", sostuvo. La Pollera también celebró la dinámica comercial: "Hemos vendido bien. Recuperamos el costo del stand el primer día, pero más que eso ha sido muy importante para nosotros poder conversar con nuestros lectores acá en Argentina"
 
Quienes se acercaban al stand del sello, repararon en las dos novelas del escritor Marcelo Vera, "Estepicursor" y "Solo", su primera novela del año 2020. También vendieron varios ejemplares de la colección de narrativa contemporánea como "La muerte viene estilando" de Andrés Montero o el libro de divulgación científica "Vida sumergida", de Catalina Velasco, que trata sobre la importancia de preservar el océano para preservar la vida en la Tierra.


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