CIUDAD

Pese al rechazo, JxC aprobó una ley que favorece a grandes empresas en barrios populares

Las organizaciones, que protestaron frente a la Legislatura porteña, denuncian que la iniciativa “busca garantizar grandes exenciones impositivas para grandes empresa” lo que “promueve una competencia desleal con los comercios de la zona”.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires propuso hoy beneficios fiscales para grandes empresas en barrios populares a través del proyecto denominado “Ley de Integración Productiva e Impulso al Trabajo en los Barrios Populares”. El mismo se aprobó hoy con 32 votos a favor, 20 en contra y cuatro abstenciones. Desde las organizaciones y la oposición denunciaron que la medida busca favorecer a grandes cadenas comerciales en detrimento de pequeños comerciantes.

En un comunicado previo a la votación, las organizaciones aseguraron: "Ese proyecto oficialista va absolutamente a contramano de lo que expresa el título. El gobierno de (Horacio) Rodríguez Larreta busca con esta ley allanar el camino para la instalación de grandes empresas en detrimento de los comercios y unidades productivas, en los barrios que se encuentran involucrados en el proceso de 'reurbanización' como son el Padre Mugica, Rodrigo Bueno, Playón Chacarita y Villa 20". En ese sentido, indicaron que la iniciativa "no busca fomentar la integración productiva y el trabajo en los barrios populares".

Por su parte, la legisladora del Frente de Todos, Magdalena Tiesso, indicó hoy en la sesión que “el proyecto requiere que el 30 por ciento deban ser residentes, número que me parece sumamente bajo, pero esto queda supeditado a la disponibilidad de perfiles y deja en manos de la autoridad de aplicación que desconocemos. Nada garantiza que la empleabilidad para los residentes de los barrios no sea nula”.

“Este proyecto no genera círculos económicos virtuosos que incentiven y multipliquen el desarrollo económico de los barrios populares, ni tampoco va a aumentar el empleo para sus habitantes”, agregó.

“El punto más escandaloso –destacó-, y en el que a mi entender está la columna vertebral del proyecto, es la discrecionalidad sobre el descuento de ingresos brutos. El descuento se fija por un orden de inscripción a un registro. Los primeros 15 inscriptos tienen un descuento del 80%, del número 16 al 30 del 65% y del 31 en adelante del 50%.Un dato no menor es que puede tomarse como pago a cuenta del impuesto sobre los ingresos brutos del total de las actividades económicas que desarrollen en la ciudad”.

“Me pregunto, ¿por qué el descuento no se fija, por ejemplo, en base a las actividades que sean más beneficiosas para cada barrio, o en base a la cantidad de empleabilidad?: El criterio es beneficiar a los 30 primeros amigos del Gobierno de la Ciudad que se inscriban en el registro”, cuestionó la legisaldora.

“¿Alguien está pensando en los laburantes y en los pequeños comerciantes de los barrios?  Las actividades comerciales y de servicios que promueve el proyecto, en su mayoría, ya funcionan en los barrios populares sin el beneficio impositivo que se otorgaría a las grandes empresas, por lo que existe el riesgo de fomentar la competencia desleal”, advirtió la legisladora.

Sobre el proyecto, Tiesso indicó: “Cuando uno va a la letra chica de las leyes que sanciona esta legislatura, en su gran mayoría, se llevan puestos a los/as trabajadores/as de esta ciudad. Y este proyecto de ley no es la excepción. Yo les pregunto ¿qué tipo de ley se puede construir de espaldas al pueblo?”, concluyó.
 


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