CIUDAD

"Los números de Rodríguez Larreta", por Werner Pertot

La semana pasada el jefe de Gobierno dijo que solo bajará impuestos si la Corte le asigna más coparticipación. Un informe revela el uso ineficaz del dinero que tiene, mientras pide más.

Fue en medio de un raid mediático en el que habló de todos los temas, pero no pasó desapercibido: Horacio Rodríguez Larreta le hizo un guiño a la Corte Suprema en busca de un fallo favorable por la coparticipación. Prometió bajar los impuestos si la Corte le asigna más partidas (algo que, argumentan los otros gobernadores, no debe hacer la Corte). Se defendió por estar pidiendo más plata para el distrito más rico diciendo que el país está en su momento “más unitario”. No obstante, un informe elaborado por la oposición porteña llama la atención sobre la subejecución el áreas clave (siempre las mismas: educación, salud, vivienda) que pone en duda la supuesta falta de recursos.

Que Larreta diga que va a bajar impuestos es, para decirlo con suavidad, una promesa que no tiene correlación con los últimos 15 años de la gestión PRO: la tendencia fue siempre a subir impuestos y a subirlos mucho, al igual que las tarifas (la del subte, por ejemplo). Con Larreta, incluso, se crearon nuevos impuestos, como la extensión del de sellos a las tarjetas de crédito. No hay, por lo tanto, bases para creerle. Las únicas rebajas impositivas fueron las que hizo Mauricio Macri como presidente con los sectores poderosos: eliminó retenciones, aportes patronales y bajó la incidencia de Bienes Personales sobre las grandes fortunas.

Larreta se jugó a vender una supuesta rebaja impositiva de la mano de un fallo de la Corte como parte de su raid mediático con el que busca recuperar terreno frente a sus contrincantes internos (Patricia Bullrich o Mauricio Macri) y externos (Javier Milei) en las encuestas. Ya habló de hacer una reforma laboral (para que "tomar un trabajador no cueste una fortuna"), otra previsional y prometió que nunca iba a acordar nada con el kirchnerismo.

Se sabe: Macri aumentó unilateralmente la coparticipación porteña de 1,4 a 3,7 por ciento. El argumento fue que eran los fondos del traspaso de la Policía Federal a la Ciudad, pero una revisión posterior del gobierno de Alberto Fernández se encontró con que el número era mayor. Una ley del Congreso terminó fijando el monto para el traspaso y se retrotrajo el aumento de coparticipación. Larreta fue a la Corte, que les ordenó a ambos gobiernos encontrar un punto de acuerdo. Tras incontables reuniones, ese acuerdo no llegó: desde el Gobierno nacional, argumentan que Larreta infla la cifra de Seguridad y quiere que le financien hasta el registro civil.

En ese contexto -e intentando apurar los tiempos vaticanos de la Corte- fue que Larreta dijo: “Me comprometo públicamente: si la Corte nos devuelve la plata que nos sacó el Gobierno nacional, bajo los impuestos”. Fue sorprendente la respuesta a los gobernadores que se oponen (que son todos, menos los radicales): "Nunca hemos sido tan unitarios como ahora producto de la concentración de recursos que generó Néstor Kirchner", dijo Larreta, apuntando hacia el Gobierno nacional. "Hay gobernadores que parecen más un delegado del gobierno nacional que un verdadero gobernador de una provincia autónoma", les apuntó.

No obstante, un informe elaborado por el legislador Matías Barroetaveña sobre la ejecución presupuestaria del primer trimestre de 2022 pone en duda que Larreta carezca de recursos. Más bien parece no estarlos ejecutando. Dice el legislador que “en lo vinculado a la infraestructura escolar, Larreta solo ejecutó el 10,2 por ciento, mientras que en mantenimiento apenas un 9,1 por ciento, y en meses de receso que es cuando más debería aprovecharse para hacer obras”.

El informe indica que los gastos corrientes tuvieron un porcentaje de ejecución presupuestaria del 17,5 por ciento, mientras que los gastos de capital vinculados a obras de infraestructura tan solo un 7,4 por ciento (en un esquema normal, deberían estar por el 25 por ciento). Dentro del área social, solo el rubro salud llega al 20 por ciento de lo ejecutado. En cambio, agua potable y alcantarillado tiene un 9 por ciento; vivienda y urbanismo, un 11,6 por ciento.

"El Gobierno de Larreta intenta victimizarse por la supuesta ausencia de recursos. Sin embargo, nada más lejos de la realidad: con un presupuesto récord de 968 mil millones de pesos, comparable al de ciudades europeas y superior al de las capitales latinoamericanas, la CABA goza de una situación económica que podría permitirle proyectar obras de jerarquía o tener un menor nivel de deuda”, advirtió el legislador. “Se trata de una gestión ineficiente a pesar de los enormes recursos que posee”, concluyó Barroetaveña.

Nada de esto, por supuesto, impedirá a la Corte tomar la decisión que Larreta espera, y que le aporte miles de millones para la campaña de 2023. Ahora, si esto llega a ocurrir, no les aconsejo que se queden esperando que cumpla su promesa de bajar impuestos. Nunca lo hizo.

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