COMUNA 15

El Gobierno porteño mantiene la pileta de la escuela Álvarez Thomas cerrada hace más de 2 años

Primero la expropió dejando a los estudiantes sin pileta y ahora está en estado de abandono. Durante dos años al frente de la administración, el Gobierno de Larreta no realizó una sola obra de mantenimiento. La pileta no puede usarse.


En septiembre de 2020 la gestión de Horacio Rodríguez Larreta decidió intervenir la cooperadora de la Escuela N° 4 Álvarez Thomas, ubicada en Terrada 3983 del barrio de Agronomía. La intromisión se realizó con la fuerza policial sin previo aviso, y fue el resultado de un hostigamiento que comenzó a fines de 2017, cuando la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, le informó a la escuela que los chicos del nivel inicial ya no iban a poder tener clases de natación en su propia pileta, informa Tiempo Argentino. 
 
Las familias se movilizaron para visibilizar el tema, resistieron y judicializaron la causa. Finalmente, la decisión de Acuña fue revertida por un fallo en primera instancia, favorable para la cooperadora, y más tarde ratificado por la Sala I de la Cámara de Apelaciones; la Justicia porteña ordenó al Gobierno de la Ciudad reponer las clases de natación al nivel inicial, pero la ministra se negó a cumplir el fallo, lo que provocó más movilizaciones y más presentaciones judiciales. Luego del último fallo judicial Soledad Acuña decidió intervenir. Tanto el equipo de conducción de la escuela como quienes integran la asociación cooperadora, aseguraron que la intromisión de Larreta y Acuña en la escuela “fue una respuesta revanchista”.
 

La cooperadora durante más de 15 meses estuvo en manos de Acuña. Recién en diciembre de 2021, al no encontrar un solo hecho por los cuales supuestamente fue intervenida, las familias volvieron a hacerse cargo de la Coope. “Cuando volvimos nos encontramos con muchos problemas que nos dejó la intervención de Larreta, entre ellos, la pileta en un estado total de abandono”, cuenta a Tiempo Argentino Ana Zielinski, la flamante presidenta de la cooperadora. “Nuestra pileta tiene varias década de historia y desde hace más de cincuenta años, las diferentes familias que integraron la cooperadora, siempre la sostuvieron con esfuerzo y lograron forjar un natatorio de excelencia. Verla ahora en estas condiciones lamentable, causa mucho dolor.”
 
El natatorio de la Álvarez Thomas es uno de los mejores de la Ciudad, está techado, con vestuarios amplios y renovados con duchas; cuenta con limpieza robotizada. Además se realizaban  acciones sociales como clases extra curriculares abiertas a toda la comunidad, campeonatos nacionales, etc. Situación que cambió por completo durante la intervención.
 
“La pileta está en condiciones deplorables, durante los dos años que está en manos del Gobierno de la Ciudad, cuando se apropiaron del natatorio y crearon el CEC N° 4 (Centro de Educación Complementaria), no hicieron una sola obra de mantenimiento, ni siquiera durante la pandemia”, agrega Zielinski. “Es más, nosotros como autoridades de la cooperadora tenemos prohibido el paso a la pileta y no podemos llevar ninguna obra de mantenimiento adelante”. Desde la cooperadora aseguran que existieron problemas con la empresa contratada por el Gobierno para realizar las obras: desaparecieron materiales de uso de las y los estudiantes y de la cooperadora; se prohibió el acceso para tareas de cuidado a las familias, se cortó todo diálogo con la comunidad; entre otros.
 
“Por primera vez en más de 50 años de actividad que tiene nuestro natatorio, la mala administración del GCBA logró que aún no comiencen las clases de natación. Iniciaron una obra a último momento a mediados del mes de marzo y prácticamente no avanzó”, concluye la presidenta de la cooperadora del Álvarez Thomas.
 
La intervención de la cooperadora duró un año y tres meses. En el medio sucedió la cuarentena producto de la pandemia de Covid-19. Las familias de la Escuela N° 4 Álvarez Thomas habían comenzado un plan de contingencia para que los estudiantes no se quedaran sin computadoras luego de la interrupción del Plan Sarmiento que dejó a miles de alumnos sin dispositivos para poder estudiar en sus casas. Habían entregado varias computadoras que consiguieron por sus propios medios; tenían en mente aprovechar el confinamiento para diagramar las obras de un gimnasio para la escuela, al tiempo que continuaban entregando viandas para la comunidad educativa con mercadería comprada por la cooperadora y elaborada en su propio comedor. Una vez retornada la presencialidad, quedaron paralizados los cursos y talleres artísticos, las obras, y los proyectos que tenían en mente.


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