EDUCACIÓN

La comunidad educativa de la escuela para sordos de Devoto acudió a la Legislatura en defensa del Palacio Ceci

La comunidad educativa de la escuela para sordos Bartolomé Ayrolo, del barrio de Villa Devoto, reclama que no les quiten el Palacio Ceci para dárselo al Distrito del Vino. Ayer concurrieron a la Legislatura porteña para pedir por el edificio.


Integrantes de la comunidad educativa de la escuela de sordos Bartolomé Ayrolo, del barrio de Villa Devoto, concurrieron ayer a la Legislatura porteña para pedir que el Palacio Ceci, un edificio de más de 100 años sede de ese establecimiento, no sea desvinculado de la institución para transformarse en un espacio turístico relacionado con el Distrito del Vino, informa Página 12.
 
El requerimiento se dio en el marco de la reunión de la Comisión de Cultura de la Legislatura, donde se hicieron presentes las autoridades y parte del equipo docente de la escuela situada en Lincoln al 4300, donde funciona el actual edificio escolar del Ayrolo lindante al Palacio, que en la actualidad permanece vallado.
 
María Rosa López, directora de la escuela, contó que “el Palacio Ceci es un edificio histórico que está emplazado en el mismo predio de la escuela y hace tiempo que venimos pidiendo la restauración debido a su antigüedad y, como no tenía agua, no se usaba para los niños”. “En febrero nos enteramos, luego de una recorrida de funcionarios de Mendoza que visitaron el lugar, que el edificio iba a ser usado para ser la futura sede administrativa del Distrito del Vino”, precisó en alusión al proyecto del Gobierno de la Ciudad de instaurar un polo que potencie la actividad turística y vitivinícola en Villa Devoto.
 
Por su parte, la docente Virginia Valencia explicó que el Palacio Ceci “es el lugar donde se formó la lengua y la cultura de la comunidad sorda desde hace más de 100 años, y eso debería ser respetado”; mientras que Cecilia Maltés, maestra y persona sorda, pidió que “devuelvan el Palacio porque es como si nos sacaran el corazón”.
 
El Palacio fue construido en 1913 por el ingeniero Alfredo Ceci, quien residió allí por 25 años, hasta que lo alquiló al Ministerio de Educación para que sirviera como vivienda del profesor Ayrolo, que permaneció hasta su muerte, en febrero del 1942. Desde entonces el lugar funcionó como una escuela para niños y niñas con compromiso auditivo y trastornos del lenguaje.
 
Las instalaciones, en sus inicios, fueron propiedad del Estado nacional que lo expropió a la familia Ceci y, en 1996, pasó a manos de la Ciudad de Buenos Aires bajo la órbita del Ministerio de Educación.
 
Según denunciaron desde la comunidad educativa, el Gobierno porteño, a través del Ministerio de Desarrollo Económico que encabeza José Luis Giusti, inició un plan de remodelaciones del edificio en las últimas semanas con la intención de sumarlo al Distrito del Vino, lo que generó el rechazo al proyecto que se evidenció en marchas y protestas en la escuela, que estuvo acompañado por legisladores del arco opositor y gremios docentes.
 
Durante la reunión en la Legislatura, la diputada radical Inés Parry transmitió un mensaje del ministro Giusti en el que expresó su “compromiso, en algún punto, a mantener y poner a disposición de los vecinos el espacio”. “Gran parte de las cosas que se dijeron no son ciertas, es importante dejar sentado que no es cierto que la sede administrativa va a funcionar allí, es una idea muy descabellada y es lamentable que se lo utilice políticamente”, agregó.
 
Por su parte, la diputada del Frente de Todos María Bielli expresó el respaldo al reclamo de la comunidad del Ayrolo y remarcó la necesidad de “que el Gobierno de la Ciudad repare lo hecho hasta acá”, para lo cual informó sobre la presentación de un proyecto tendiente a proteger el edificio histórico.
 
La iniciativa promueve que el Palacio Ceci sea declarado como lugar histórico y como monumento dado su carácter singular como obra arquitectónica del barrio de Villa Devoto; así como además plantea que “las prácticas pedagógicas y los saberes desarrollados en el inmueble” sean nombradas como “expresiones y manifestaciones intangibles”.
 
Jorge Godoy, de la Unión de Trabajadores de la Educación, indicó que “en el marco del diálogo y la inclusión que el Gobierno de la Ciudad tanto propugna, es que apelamos a que se trate el proyecto porque el Palacio Ceci es constitutiva de la identidad de la comunidad sorda”.


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