TRANSPORTE

El Nodo Obelisco, donde se combinan las distintas líneas de subte, está intransitable

La construcción de un túnel paralelo para descomprimir la conexión entre las líneas B, C y D de subte se relicitó. Mientras tanto, hay embotellamientos de pasajeros y no hay accesibilidad para personas en sillas de ruedas.


Por el Nodo Obelisco, donde confluyen las líneas de subte B, C y D, pasaban 300.000 personas por día antes de la pandemia. Hoy, con el uso del subte reducido a poco más de la mitad, pero siguen transitando por allí miles de usuarios y la circulación es sumamente complicada. Está planificada una obra para descomprimir los túneles para las distintas conexiones, pero se volvió a licitar y no hay fecha de finalización.  
 
“Combino la línea C de subte hacia Retiro con la B. Antes tenía tres salidas desde el andén, una con escalera mecánica muy directa. Ahora eso está cerrado y solo queda un acceso que se embotella todo y es mucho más largo. Tenés que bajar y subir. Pierdo minutos todos los días. Ni me quiero imaginar qué le pasa a alguien en silla de ruedas o con cochecito”, observa a Clarín Ezequiel Fridman.
 

Esos trabajos son parte del Plan de Modernización de la línea D, ejecutado por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) y financiado con un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI). La obra en el Nodo Obelisco ya está en su tercera etapa, pero viene demorada por la necesidad de relicitar lo que falta después de que la constructora a cargo de esa fase, Zonis, frenara las tareas tras la llegada de la pandemia y se le rescindiera el contrato.
 
La semana pasada se abrieron los sobres de la licitación, presupuestada en más de $ 1.200 millones, y se están evaluando dos ofertas: la de Dycasa S.A. y la de SES S.A. - Construere Ingeniería - UTE Sarmiento. Para poder combinar sin perder tiempo o con movilidad reducida, habrá que esperar: la obra completa será finalizada en dos años y medio, aunque SBASE adelantó que el pasillo de distribución nuevo estaría listo antes, a mediados del año que viene.
 
Aún falta ampliar el espacio del andén de la estación 9 de Julio de la línea D y terminar de construir un túnel paralelo para combinar la B y la C. También se ampliarán ambos andenes de Diagonal Norte de la C, y se sumará un ascensor que vinculará vereda y andén a Congreso de Tucumán en la D. En las etapas anteriores se instalaron cuatro escaleras mecánicas y tres ascensores.
 
“Para mí es imposible combinar bajo el Obelisco. En primer lugar, ni siquiera puedo bajar ahí desde la calle. En segundo, si viniera de otra estación, no puedo pasar de la C a la D o a la B porque no hay escaleras mecánicas que cubran todo el recorrido, ni tampoco ascensores”, cuenta a Clarín Sofía Bernasconi , que usa silla de ruedas.
 
Un relevamiento de la ONG Acceso Ya arroja que en ninguna de las tres estaciones hay ascensores, solo escaleras mecánicas, que no funcionan en su totalidad a causa de las obras. La combinación entre las líneas C y D se hace solo a través de escaleras fijas, mientras que la mecánica solo sirve para pasar de un andén a otro. Esta organización está trabajando en una causa judicial por la accesibilidad de todas las líneas de la red.
 
La gran cantidad de pasajeros que deben combinar por un solo pasillo no es el único motivo de congestiones: también lo es la suma de usuarios que tienen que salir a la superficie por otras estaciones. Es el caso de quienes se bajan del subte en 9 de Julio de la línea D hacia Catedral y no tienen salida por esa estación sino por Carlos Pellegrini o Diagonal Norte, esta última también modificada.
 
“Tapiaron entradas al Nodo Obelisco en Diagonal Norte para abrir un único acceso sobre Sarmiento que ya tiene filtraciones. Hay escaleras mecánicas inactivas, malas conexiones entre líneas. Desde la apertura del subte después del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) y el inicio de la obra, la conexión se hace más difícil”, lamenta Nicolás Torchia, que usa el subte para ir a la facultad. Con el aumento de pasajeros por la vuelta de las universidades en forma presencial, los embotellamientos de pasajeros en este nodo del subte podrían empeorar en breve.
 
Hay que tener en cuenta que los tapones de usuarios que buscan combinar existen incluso con un tránsito subterráneo reducido a poco más de la mitad: según la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad, en la semana hábil del 7 al 11 de marzo se hicieron 668.000 viajes en promedio por día, el 54% de lo que se hacía en la misma semana de 2019.
 
La primera etapa de la obra arrancó en 2019, con la construcción de un túnel de hormigón armado debajo de la calle Sarmiento, entre Suipacha y Esmeralda, y sus empalmes con la estructura existente. La segunda fase, también finalizada, incluyó la creación de un nuevo acceso por Sarmiento hacia el andén de 9 de Julio sentido a Catedral.
 
También se construyeron dos ascensores que conectan con la estación Diagonal Norte mano a Constitución y que ya están en funcionamiento, más otro del lado hacia Retiro, que está en reparación. A su vez, se instaló otro ascensor que conectará con la vereda y convertirá en accesibles ambos andenes de la C, el cual será habilitado en abril. Y se montaron cuatro escaleras mecánicas, que dan un total de nueve equipos en todo el nodo.


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